El CIS también premió el efecto novedad de las candidaturas de Zapatero y Rajoy

Los comienzos siempre son bonitos. Y más si se encabeza un proyecto político nuevo y se aprueba con solvencia en las encuestas oficiales. Mariano Rajoy se estrenó en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) como líder del Partido Popular en octubre de 2003. Lo hizo con una nota de 4,63, por delante de José María Aznar (un 4,56), entonces presidente del Gobierno y de José Luis Rodríguez Zapatero (un 4,47), quien obtuvo su peor calificación como líder socialista cuando aún estaba en la oposición. El actual presidente del Gobierno, proclamado candidato socialista en marzo de 2000, superó a Mariano Rajoy en su arranque como aspirante a La Moncloa con un 5,57, en la misma lista donde superaba a José María Aznar, que obtenía con un 5,19 en el barómetro de enero de 2001. Y Rubalcaba, el último en sumarse al carro del CIS como candidato,  ha sacado una nota de 4,62 frente al 3,58 que obtiene el dirigente popular.

Rubalcaba y Rajoy comparten carreras políticas paralelas y largas. El efecto de novedad del candidato socialista, a pesar de ello, parece haber sido un revulsivo para la respuesta de los encuestados del CIS sobre su validez como futuro inquilino de La Moncloa. El 39,9% cree que el candidato del PSOE sería mejor presidente que el líder de la oposición, al que apoya el 31,9%. Y para más incentivo, el exvicepresidente también bate a Rajoy en el resto de parámetros establecidos en el barómetro.

Si gana uno, ganamos todos. Eso parecen decir las cifras del CIS cuando el efecto proclamación de un nuevo líder entre las filas del partido socialista hace que el PSOE recorte en tres puntos al Partido Popular. La intención de voto de los encuestados a favor del PSOE sube un 2,6% y el PP, en cambio, registra una caída del 0,7%. A pesar de estos datos, ocho de cada diez españoles sigue creyendo que será el partido de Mariano Rajoy el que gane las próximas elecciones generales.

El año que oficialmente Rodríguez Zapatero aparece en las bases de datos, enero de 2001, es la etapa de la mayoría absoluta del Partido Popular con Aznar a la cabeza y el inicio de la regeneración del Partido Socialista, calificado por ellos mismos como "el cambio tranquilo" tras las primarias entre José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez. Por su parte, Mariano Rajoy se estrena en octubre de 2003 tras las elecciones de la Comunidad de Madrid y en el arranque de las elecciones catalanas, que se celebraban en noviembre. El CIS ya preveía una ajustada mayoría absoluta del PP para las elecciones de 2004 y el PSOE se distanciaba del partido en el Gobierno en 7,7 puntos. Rubalcaba, el último candidato en hacer su entrada en el CIS, lo hace tras la derrota del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo y después de la irrupción del Movimiento 15-M en la vida política española.

Para algunos políticos, sin embargo, las buenas notas en las encuestas no son suficientes. El apoyo del partido es fundamental. Lo ha dicho un excandidato, concretamente Josep Borrell, líder socialista en 1998, en declaraciones a los periodistas tras su intervención en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en San Lorenzo de El Escorial (Madrid): “¡Ya quisiera yo haber tenido el respaldo que tiene Rubalcaba!”, en referencia a que el candidato socialista a las elecciones generales de 2012 cuenta con "todo el apoyo del partido”.