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Botella pone en duda otra vez que la contaminación afecte a la salud

"Yo no veo la boina esa de la que ustedes hablan", dice la concejal a la oposición

Elena G. Sevillano
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Ana Botella, en la presentación de un libro de María San Gil en Madrid.
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Ana Botella, en la presentación de un libro de María San Gil en Madrid.Juanjo Guillen (EFE)

Parecía que Ana Botella, concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, empezaba a asumir que la capital tiene un problema de contaminación. En enero pasado admitió por primera vez que no cumple los límites que le marca la UE, y que desde 2010 son obligatorios. Sorprendió a muchos, porque hasta entonces había negado el problema. Pero ha vuelto por sus fueros. Ayer aseguró que no hay estudios científicos que prueben que la mala calidad del aire afecta a la salud. Lo dijo en la comisión de Medio Ambiente, justo antes de asegurar que no pasa nada por pedir una prórroga de cinco años a Bruselas: "Todas las ciudades europeas van a pedir una moratoria, digo yo que no será tan malo", afirmó. Y redondeó su intervención final diciendo esto a los concejales de la oposición: "Yo no veo la boina esa de la que ustedes hablan".

No hace ni 15 días que el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, aseguraba que en Europa se producen "500.000 muertes prematuras asociadas a la contaminación atmosférica debida a las partículas" y alertaba de que el 49% de la población europea vive en zonas en las que se supera el valor límite anual de dióxido de nitrógeno. Es el caso de la ciudad de Madrid, que marcó 44 microgramos por metro cúbico de media en 2010, cuando el máximo era 40. Solo seis de las 24 estaciones de la red de medición estuvieron por debajo del valor límite anual "para la protección de la salud humana" que exige la UE. Son las situadas en parques. Botella ha dicho alguna vez que el aire de Madrid "no es nocivo", pero existen estudios publicados en revistas científicas que relacionan los picos de contaminación con un aumento de los ingresos hospitalarios de niños y ancianos.

La edil promete hacer de la bicicleta "el cuarto medio de transporte"

El único estudio al que aludió ayer Ana Botella es uno que asegura que Madrid "es la tercera ciudad con mejor calidad del aire". Lo repitió un par de veces. No precisó si la tercera de España, de Europa o del mundo. El estudio en cuestión es el informe Cities of opportunity 2011 que elabora la consultora Price Waterhouse Coopers y que asegura que Madrid se encuentra entre las 26 ciudades con mayor proyección de futuro desde el punto de vista económico, cultural y social. En la página 41 del estudio (de 72 páginas) se dice que Madrid "ocupa el tercer puesto por su baja contaminación del aire". No hay más información: ni cifras para comparar ni la metodología usada para llegar a esa conclusión.

Botella aprovechó la comisión de ayer para explicar que el objetivo de esta legislatura será potenciar la bicicleta hasta convertirla en "el cuarto medio de transporte", después del autobús, el metro y el taxi. Prometió más carriles segregados, ciclocalles con prioridad para los ciclistas y limitación a 30 km/h para los vehículos a motor, más aparcabicis y la puesta en marcha del sistema público de alquiler MyBici, que cayó víctima de los recortes en la pasada legislatura. Sin embargo, Gallardón ya ha avanzado que este año no se construirá ni un solo carril bici por falta de presupuesto.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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