Trias tiende la mano a la oposición y dice que no quiere gobernar en soledad
El nuevo alcalde de Barcelona afirma que será exigente con la Generalitat y lanza un guiño al 15-M
El convergente Xavier Trias ha sido investido esta mañana alcalde de Barcelona y, consciente de la debilidad de su nuevo gobierno, ha tendido la mano a la oposición para lograr consensos que permitan dirigir la institución. “Estamos lejos de la mayoría absoluta [15 ediles frente a los 41 de la corporación] pero eso no quiere decir en ningún caso gobernar en soledad”, ha afirmado un emocionado Trias en su discurso de investidura. Todos los grupos de la oposición han avisado al nuevo alcalde de la fragilidad de su equipo de gobierno y el popular Alberto Fernández Díaz (8 ediles) se ha postulado como socio preferente. “Unos grupos municipales conforman mayorías y otros solo pueden dar apoyos testimoniales”, ha afirmado el popular en alusión al inesperado apoyo de los dos concejales de la coalición Unitat per Barcelona–su presidente Jordi Portabella y Joan Laporta, ex presidente del Barça- al alcalde de CiU como gesto de oposición constructiva.
En una solemne sesión en el Saló de Cent, atestado de políticos y familiares de los regidores, el nuevo alcalde ha abierto su discurso afirmando que su prioridad básica es afrontar el paro (afecta a 100.000 barceloneses) y mejorar la calidad de vida de las personas. Y, nada más empezar, ha lanzado un guiño al 15-M señalando que la democracia es mucho más que ir a ejercer el derecho al voto cada cuatro años y ha instado a los políticos a atender las protestas ciudadanas. En otra muestra de complicidad, Trias ha leído un extracto del discurso de investidura de Pasqual Maragall en 1983 –que ha estado sentado junto a Marta Ferrusola, esposa del expresidente Jordi Pujol- en el que instaba a sus concejales a no ser “profesionales y técnicos” para que realicen su trabajo a pie de calle.
Parafraseando a Bruce Springsteen, Trias ha dicho que estaba persiguiendo un sueño desde hace tiempo y que ha tomado una decisión que puede ser criticable: gobernar solo, “pero se puede hacer desde el consenso. La responsabilidad lo requiere”, ha dicho. El nuevo alcalde ha despojado su discurso de grandes proyectos (no ha mencionado la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno y tampoco las obras de la L-9) y lo ha centrado en potenciar las políticas contra la crisis y en su meta de mejorar la calidad de vida de los barceloneses. En su hoja de ruta, ha mencionado una Mesa de seguimiento del paro; establecer acuerdos con el sector privado para potenciar los conciertos -“Sin que sea una competencia del público”, un punto en el que Alberto Fernández también ha hecho énfasis-; potenciar la convivencia en los barrios mejorando la integración de los inmigrantes; con un turismo de calidad y mejorando el civismo y la seguridad. Y ha asegurado que será exigente con la Generalitat de Artur Mas al que visitó después escenificando un momento histórico: por primera vez manda CiU a los dos lados de la plaza de Sant Jaume: “Tendré lealtad nacional pero trabajaré para conseguir todas las inversiones y servicios que correspondan a la capital de Cataluña”.
La sesión ha sido seguida por un hierático y respetuoso Jordi Hereu, que ha simbolizado la pérdida del PSC en una institución que había dominado de forma interrumpida durante 32 años. Hereu, que afirma que quiere ejercer la oposición por su compromiso con la ciudad, ha deseado a Trias “suerte de todo corazón”. “La Barcelona que queremos no es fruto de la casualidad: veremos si se perfecciona o se desvirtúa”, ha subrayado. Tras recordar a su rival que es el alcalde con menos votos de toda la democracia, Hereu ha esperado que el gobierno minoritario de CiU no acuse la “falta de empuje” y le ha invitado a tejer fortalezas para tejer “mayorías estables”.
Fernández Díaz, que ha dicho que se ha votado a sí mismo por respeto a los 100.000 electores que le apoyaron, ha avisado a Trias de la debilidad de su gobierno –puede ser mayor si el Constitucional le quita un edil y se lo otorga al PP- y le ha instado a fomentar el diálogo. El PP suma ocho concejales y persigue el noveno. “No se si este gobierno minoritario será fuerte o no pero el Ayuntamiento lo debería ser”, ha alegado. En la misma línea, el republicano Jordi Portabella ha presagiado cuatro años complicados por la crisis y por la fragilidad del gobierno. “Ya fue difícil en el último mandato y ahora este gobierno es aún más minoría”, ha dicho. Por eso ha argumentado que tenía dos opciones: la “clásica” de “cuánto peor mejor” o el de intentar hacer una tarea constructiva: “Eso es lo que hicimos antes y lo ahora haremos”.
Iniciativa per Catalunya no hará ninguna concesión a Trias. De entrada, Janet Sanz, la edil de menor edad que ha integrado la Mesa constitutiva del Ayuntamiento, llevaba una camiseta, apenas camuflada por una americana, con el emblema del no al tijeretazo. El presidente ecosocialista Ricard Gomà, ha alertado a Trias de que solo le ha votado uno de cada siete barceloneses: “Nunca un alcalde en toda la historia ha quedado tan lejos de la mayoría”. Su objetivo es defender el legado de la política social y ecológica, Gomà ha reconocido que les ha faltado “sabiduría” para combatir aspectos que no les gustan de Barcelona: “Cosas como las desigualdades; la excesiva contaminación; la ciudad de escaparate; los recortes o determinadas respuestas policiales”. Y ha lanzado un mensaje contundente: “Contra el mapa de recortes, fortaleceremos la indignación”, ha dicho en un guiño al 15-M.
La jornada ha concluido con una foto de familia y el encuentro con Mas que ha aceptado la colaboración que le ha brindado con Trias de quien ha destacado su constancia tras ocho años en la oposición. “No pido supeditación: pido lealtad, implicación y colaboración”.
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