"Quien se quejó de la carga del 27-M dio alas a la violencia ante el Parlament"

El consejero de Interior, Felip Puig (Barcelona, 1958), lleva un mes envuelto en una tempestad mediática y parlamentaria por las actuaciones policiales relacionadas con el movimiento del 15-M: las cargas en la plaza de Catalunya el 27 de mayo y las agresiones ante el Parlament el 15 de junio, sazonadas con el helicóptero. Puig da la cara pero se resiste a explicar qué hizo mal.

Pregunta. ¿Se garantizó el acceso al Parlament el 15 de junio?

Respuesta. Los grandes objetivos se consiguieron, a pesar de que una docena de personas resultaron violentadas.

P. ¿Garantizar la entrada es que 50 personas entrasen en furgón policial y 32 en helicóptero?

R. Optamos por impedir el asalto al recinto parlamentario, garantizar con medios excepcionales que el pleno se desarrollase y que los diputados pudiesen salir por su propio pie.

P. ¿Hizo falta más policía?

R. Pusimos en juego todos los efectivos. Con más mossos quizá algún cordón policial se hubiese podido alargar y se hubiese garantizado la entrada en coche de las autoridades.

El 15-M es pacífico, pero una parte de él ha amparado a grupos radicales"

P. ¿Las instrucciones a los diputados fueron suficientes?

R. Eran las adecuadas para el nivel de información que teníamos. En orden público siempre hay situaciones imprevistas.

P. ¿Algo se hizo mal?

R. Se resolvió y respondió adecuadamente al nivel de confrontación y violencia que vivimos. De todas las situaciones se aprenden cosas.

P. ¿Hoy qué haría diferente?

R. No lo sé, en función del caso. Habría que ver si el grado de agresividad y de violencia sería el mismo.

P. ¿La opción del helicóptero ya la habían previsto?

R. Era el plan b que teníamos en retaguardia.

P. ¿Cuánto costó?

R. No hubo sobrecoste. Los helicópteros están siempre a disposición de la policía y el equipo de bomberos y del Servicio Catalán de Tráfico. De haberlo habido, hubiese estado justificado.

P. ¿Por qué detuvieron solo a seis personas?

R. Si se hubieran practicado detenciones masivas en el momento de las agresiones, seguramente se habría entrado en una espiral de violencia que quisimos evitar.

P. ¿A cuántas personas han identificado en las agresiones?

R. A bastantes. Pero no daremos cifras hasta que la fiscalía pueda empezar a imputar y a citar a declarar delante del juez.

P. Con los resultados de las últimas operaciones, ¿considera que Interior necesita un secretario de seguridad?

R. No. Y no está previsto en la estructura del Departamento.

P. ¿Cuándo veremos las cámaras en los cascos de los antidisturbios?

R. Estudiamos si usar cámaras en los cascos o cámaras portátiles adheridas o incorporadas en su instrumental o uniforme de defensa. Una comisión lo está trabajando y este año decidirán cómo hacerlo.

P. ¿Cambiará el decreto que obliga a identificarse a los mossos?

R. No. Todos los agentes que van uniformados van identificados. Cuando la policía se protege, a veces la identificación no queda a la vista. Como en Europa, primaré la integridad de los policías y no daré facilidades a los que quieren debilitarla.

P. Ha anunciado una unidad específica para luchar contra los violentos. ¿Con cuántos agentes y cuál será su tarea?

R. Han comenzado a trabajar ya dentro de la División de Información. En función de las necesidades, la dirección general irá dotando esta unidad. Fiscalía y policía seremos mucho más contundentes en la instrucción de estos atestados y diligencias para reunir pruebas contra los violentos. Ya se hacía, pero de una forma más rutinaria y administrativa.

P. ¿Los comentarios de Twitter se usarán como pruebas?

R. Formarán parte de la información que se aportará al expediente y al atestado policial.

P. Habla de sofisticación de los violentos. ¿Se refiere a Twitter?

R. Eso son solo instrumentos de comunicación y difusión. Nos referimos a tecnología, programas, procesos informáticos y de comunicación más sofisticados. No tienen capacidad de acceder al sistema de inteligencia de la policía, pero usan algo más que un megáfono.

Hay unos cuantos miles de ciudadanos disconformes con mi actuación"

P. ¿El 15-M promueve la violencia?

R. No. Es un movimiento pacífico. Pero una parte de él, algunos de forma involuntaria, otros con cierta complicidad, han amparado a grupos violentos. Algunos han intervenido en las asambleas y coinciden con representantes de determinados grupos radicales y antisistema que se movían ya antes del 15-M.

P. ¿Las cargas en la plaza de Catalunya alimentaron el 15-M?

R. No. En todo caso, quien se quejó de que la carga del 27-M fue desmesurada dio alas a la violencia ante el Parlament. En la plaza de Catalunya pasaron cosas similares a las del Parlament que todo el mundo vio.

P. ¿Qué pensó cuando en la manifestación del 19 de junio pedían su dimisión?

R. Observé que hay unos cuantos miles de ciudadanos disconformes con mi actuación. Lo respeto, lo entiendo y lo acepto.

P. ¿Y hará algo al respecto?

Si piden mi dimisión solo puede haber dos reacciones: o entender que forma parte del juego democrático o dimitir. No tengo ninguna intención de dimitir.

P. ¿Se arrepiente de la fotografía con el bate?

R. No podía ser desconsiderado con un grupo de jóvenes que me daban un pequeño obsequio. Tampoco he tenido ninguna opción de decidir si en Polonia me sacaban con un bate.

P. Ha sido criticado en la calle, en el Parlament, en los medios. ¿Se siente incomprendido?

R. También me encuentro con mucha gente que me expresa su solidaridad y me da una valoración diferente.

P. ¿Mantener la inversión en Interior (ha recortado un 7% frente al 10% de media en el Gobierno) es prioritario?

R. Las políticas de seguridad son necesarias para mantener la libertad y la democracia.

P. ¿La llegada de Joan Delort mejorará las relaciones de mossos con la Guardia Urbana?

R. Será importante para que la nueva etapa empiece de forma positiva. Porque proviene de la policía local y por su paso intenso por la policía de la Generalitat.