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Lara presiona a sus tres diputados extremeños para que voten a Vara

Si insisten en aupar a un gobierno del PP quedarán “fuera de la política de IU” La Presidencia de la coalición decidirá esta tarde qué medidas adoptar

Los tres diputados electos de IU en Extremadura tendrán que optar, el día de la investidura del presidente de la Junta, entre dos órdenes opuestas: la de su dirección regional, que ha decidido que se abstengan y dejen gobernar al PP, y la de la federal, que hoy se desmarcará tajantemente de esa decisión y exigirá una rectificación inmediata para que siga gobernando el socialista Guillermo Fernández Vara. De lo que ellos hagan ese día —la fecha de la investidura aún no está fijada— depende el futuro político de Extremadura y el de la federación extremeña de IU. Cayo Lara, coordinador federal, lo advirtió ayer: quedarán “fuera de la política de IU” quienes no obedezcan la “decisión estratégica” de la organización.

¿Qué significa quedar fuera de la política de IU? ¿Expulsión fulminante? Lo aclararán hoy los 57 miembros de la Presidencia Federal, reunidos con carácter extraordinario en Madrid. “Expulsiones es una palabra muy fuerte. Por ser un asunto tan delicado, no vamos a hablar hasta que se pronuncie la Presidencia”, se limitó a decir Lara en rueda de prensa. El secretario de Organización, Miguel Reneses, afinó un poco más: “Si sus políticas quedan fuera de IU, la federación extremeña queda fuera de IU. Se autoexcluiría”.

La dirección federal aún confía en poder “reconducir” la situación con una segunda resolución. Aunque lleva un mes intentándolo en vano. La delegación de cinco dirigentes que viajó a Mérida el fin de semana para tratar de convencer in extremis al Consejo Político Regional —y se encontró una “encerrona”, según Reneses— también fracasó. Pero “la diferencia ahora es que la decisión ya no corresponde tomarla en Mérida”, aseguraba ayer el responsable de Política Electoral, Ramón Luque. “La competencia sobre la política de alianzas es federal. IU tiene una política, no 17”.

Así es según el artículo 7 de los estatutos de IU de 2008: los órganos federales tienen la competencia sobre la “aprobación, concreción y dirección de la política de alianzas en la medida que su naturaleza, dirección o contenido programático afecten a la coherencia del proyecto federal”. Si una federación desobedece, hay que recurrir a un complejo —y largo— proceso de negociación que culmina en la Comisión de Garantías.

Abstenerse en una votación de investidura, que es lo que IU-Extremadura ha decidido hacer para acabar con tres décadas de mayoría absoluta “caciquil” del PSOE, no es exactamente “política de alianzas”, pero afecta a “la coherencia del proyecto federal”: la dirección teme un descalabro en las generales —y andaluzas— de 2012 si el PP se hace con el bastión extremeño gracias a IU.

El líder regional dice que la decisión de abstenerse “no es reversible”
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Por eso la Presidencia Federal sostendrá hoy que la resolución que este órgano dicte está por encima de la que dictó el Consejo Político Regional el pasado domingo, y la anula. Aun así, es improbable que la dirección extremeña rectifique, así que todas las energías se dirigirán a convencer a los tres diputados electos: Pedro Escobar (que es también el coordinador regional), Alejandro Nogales y Víctor Casco. “Estoy convencido de que votarán en función de lo que la Presidencia Federal diga que es la política de IU”, afirmó lacónico Ramón Luque.

Sin embargo, Nogales —el más comprometido con la opción de abstenerse— confirmó ayer a este periódico que él no va a cambiar de opinión. “Me abstendré. Yo no soy miembro del Consejo Político Federal, sino del extremeño. Nuestra militancia votó a favor de la abstención y eso hay que respetarlo”, explicó. Escobar y Casco se manifestaron el domingo a favor de apoyar al PSOE, pero tras salir derrotados anunciaron que acatarían la decisión. Escobar reiteró ayer, adelantándose a las presiones, que la situación “no es reversible, ni siquiera desde Madrid”.

Tras el 22-M, el PP (la lista más votada) tiene 32 diputados en Extremadura, el PSOE 30 e IU tres. Si finalmente Nogales se abstuviera y Escobar y Casco votaran al PSOE, se produciría un empate a votos entre el socialista Fernández Vara y el popular José Antonio Monago. Si la situación se prolongase más de dos meses, habría que repetir las elecciones.

La mayoría de los coordinadores regionales de IU exigirán hoy previsiblemente una rectificación a la federación extremeña. Ayer, los únicos que mostraron “respeto” a su decisión fueron los de La Rioja, Murcia y Castilla y León, informa Europa Press. El de Madrid, Gregorio Gordo, y el asturiano, Jesús Iglesias, fueron los más duros. Este último apeló directamente a los tres diputados extremeños para que cambien de criterio. “O eso, o dejan de ser diputados de IU”, dijo.

En 1995, IU favoreció un Gobierno del PP en Asturias siguiendo, en ese caso, la directriz federal. Se desplomó en las siguientes elecciones. También se desplomó IU en el conjunto de España tras las generales de 2000, donde mayor fue el acercamiento al PSOE.

Más información
Cierre de la central nuclear de Almaraz (IU). El PP solo reclama que la propiedad de la empresa de la central nuclear cambie su domicilio fiscal (ahora en Euskadi) para tributar en Extremadura, con lo que ganaría 200 millones al año.
Rechazo de autovías y aeropuertos (IU). El PP apuesta en su programa electoral “por la eficiencia en el tráfico aeroportuario, de viajeros y mercancías, que elimine el aislamiento que padece Extremadura, impulsando la creación de una red viable de instalaciones, helipuertos, aeródromos, aeropuertos...”.
Rechazo a la refinería Balboa (IU). El PP cree que el promotor de la refinería “ha hecho las tareas” y “cumple con todas las exigencias”.
Recuperación del impuesto de patrimonio y mejora de los ingresos a través de una reforma fiscal progresiva (IU). El PP bajará impuestos (actos jurídicos y transmisiones patrimoniales) o los suprimirá (sucesiones y donaciones y céntimo sanitario en la gasolina).

La reacción del PSOE

Guillermo Fernández Vara, presidente en funciones de Extremadura, pidió ayer que no se culpe a IU de su derrota, pero adelantó que, desde la oposición, cargará sobre IU parte de la "responsabilidad" de las políticas del PP. "IU debe dejar claro que les permite gobernar de verdad: que permite la investidura y se compromete también con la acción de gobierno", dijo. "Están en su perfecto derecho [de abstenerse y dejar gobernar al PP] y yo los respeto por ello, pero a partir de este momento son responsables".

Marcelino Iglesias, número tres del PSOE, consideró "lamentable" la decisión de Izquierda Unida, aunque exculpó a la dirección federal y admitió que tal vez la relación de los socialistas con IU en Extremadura ha sido durante años "excesivamente fría y lejana".

José Luis Rodríguez Zapatero, durante la Ejecutiva Federal del PSOE, expresó su convencimiento de que Cayo Lara ha hecho lo posible y lo imposible para evitar que se materializara la decisión de IU-Extremadura, según contaron fuentes socialistas a Efe.

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