Aguirre dibuja un nuevo mandato de liberalismo y austeridad en Madrid
La presidenta propone una reforma electoral para que se puedan 'elegir' a los candidatos
Con un discurso muy cargado ideológicamente y marcado por las premisas de "España y libertad", la candidata del PP a la Presidencia de la región, Esperanza Aguirre, ha abierto a mediodía su tercer debate de investidura en la Asamblea de Madrid, que concluirá mañana con la votación de la Cámara tras las intervenciones de todos los grupos. Aguirre, que ha centrando su discurso de una hora y media en las listas electorales abiertas, la transparencia, la austeridad y una mayor eficacia de la Administración, será reelegida presidenta regional mañana con el apoyo de los diputados de su grupo, al haber conseguido el 22-M la mayoría absoluta (72 diputados de los 129 que componen la Asamblea).
La presidenta en funciones y aspirante a la reelección ha dedicado sus primeras palabras al Movimiento 15-M, hacia el que ha expresado respeto y condena al mismo tiempo: "Un conjunto de los ciudadanos expresa su insatisfacción respecto de los políticos. Eso no quita para que yo exprese mi rechazo más firme respecto del comportamiento de los indignados cuando fueron el sábado a la constitución de los ayuntamientos". En este punto, ha cargado contra Alfredo Pérez Rubalcaba "por no hacer cumplir las leyes". "Ya sabemos que cumple las leyes si les interesa y no las cumple si no le viene bien", ha remachado la presidenta.
En un guiño a los postulados de los indignados, la presidenta ha propuesto una reforma electoral para desbloquear las listas electorales, de forma que los ciudadanos puedan tachar a los candidatos que no consideren merecedores de su voto o establecer un orden de preferencias entre ellos. Para hacerlo, solo en el caso de las elecciones a la Asamblea, sería necesario reformar la Ley Electoral autonómica. Ocurriría como con el voto al Senado, en el que se elige a determinados miembros de las listas en lugar de una candidatura completa. Por si alguien la acusara de oportunista, Aguirre ha recordado que hace ocho años ya propuso una reforma de la ley electoral. Como parte de esta propuesta, Aguirre, durante su intervención sin límite de tiempo en la que está exponiendo su programa para los próximos cuatro años, ha detallado que quiere eliminar el grupo mixto y dividir la Comunidad en circunscripciones "para que el voto ciudadano valga lo mismo en cualquier parte del territorio". "Si lo hiciéramos marcaríamos un hito en la democracia española", ha subrayado.
La segunda pata de su intervención es la austeridad. En este punto, Aguirre ha hecho un alegato del liberalismo económico y político que abandera. La presidenta madrileña ha abogado la ortodoxia económica y ha recordado que Madrid ha sido una de las regiones que más han profundizado en las políticas de austeridad y adelgazamiento de la administración. Se ha comprometido a reducir "aún más" los coches oficiales, al tiempo que ha recordado que ya cortó a la mitad los de los altos cargos, de 139 a 73, además de eliminar 102 entes, organismos y empresas públicas, y de reducir el sueldo de funcionarios y del Gobierno regional. Otra de las propuestas en este apartado es reagrupar las oficinas de la Comunidad de Madrid con el objetivo de "poner en venta todos los edificios que no sean imprescindibles". El año pasado, su programa de austeridad le permitió ahorrar siete millones en inmuebles.
"Vamos a seguir las líneas maestras de la austeridad, el control del gasto, la bajada de impuestos, la fe en la libertad de los ciudadanos...", ha declarado, para hacer hincapié en su creencia de que "los ciudadanos conocen mejor sus necesidades que cualquier burócrata desde un despacho". Otro eje de su comparecencia, que realiza ayudada de dos pantallas de teleprompter, es acabar con las duplicidades y las competencias impropias de los ayuntamientos. Para ello, ha anunciado que creará una comisión mixta entre la Asamblea y los consistorios para determinar "con claridad" qué servicios al ciudadano deben prestar unos y otros.
Aguirre, que fue ministra de Educación, ha dedicado buena parte de su discurso a defender su modelo educativo: programa de bilingüismo, bachillerato de excelencia, un nuevo modelo de Formación Profesional y la libertad de elección de centro escolar... En sanidad, además de ahondar en la libre elección de médico, Aguirre ha anunciado la implantación de la "factura en la sombra" que recomienda el Gobierno para que los ciudadanos sepan cuánto cuestan las pruebas y tratamientos. Frente a las acusaciones del PSM de que presente instaurar el copago, ha insistido en que, mientras ella sea presidenta, la sanidad en Madrid será "universal, gratuita y de la máxima calidad". La jefa del Ejecutvio madrileño ha tratado de blindar su flancos débiles, como gestión en la Sanidad, Educación y Dependencia, sin precisar donde meterá la tijera. Estas tres áreas suponen más del 70% del presupuesto regional y deberán sufrir recortes, según el modelo de Aguirre.
En un discurso plagado de referencias históricas a Hitler, Thatcher y Mussolini y con una profunda carga ideológica, Aguirre también ha tenido tiempo para cargar contra la oposición: "Creo que la caída socialista y la pérdida de voto socialista tiene que ver con aquella promesa de pleno empleo que hizo de forma irresponsable el Gobierno socialista en 2008". Al final de su intervención, Aguirre ha pedido la confianza de la Cámara y ha resumido en dos los postulados de su política, "España y libertad". En este punto, ha adoptado un tono nacional y ha vuelto a criticar la presencia de Bildu en las instituciones.
Mientras la presidente desgrana sus propuestas para los próximos cuatro años, la cábalas sobre los nombres que formarán el futuro Gobierno regional inundan los pasillos de la Asamblea regional. "Lo decidirá la presidenta personalmente", aseguran fuentes próximas a Aguirre que estiman que no hay mucho recorrido para cambios. La gran duda es qué pasará con Francisco Granados. Según fuentes del PP regional, Aguirre propuso hace una semana al secretario general del PP de Madrid que fuera el portavoz del grupo del PP en la Asamblea pero este se negó. Según las mismas fuentes, no es seguro que Granados repita como responsable de Presidencia, Justicia e Interior. Entre las anécdotas, destacan los ipads, que han tomado el hemiciclo. Entre aplauso y aplauso, numerosos diputados consultan sus tabletas electrónicas mientras Aguirre pronuncia su discurso de investidura. Entre los asistentes en la tribuna de invitados destaca la ausencia del alcalde de Madrid. Si está el vicealcalde, Manuel Cobo, que cargó contra el Gobierno de Aguirre por el asunto del espionaje. También está Luis Eduardo Cortes, presidente de Ifema.
Como novedad, en el debate de estos dos días en la Cámara madrileña están representadas no tres, sino cuatro fuerzas políticas, ya que a los 72 escaños del PP, los 36 del PSOE y los 13 de Izquierda Unida se sumarán los 8 diputados con los que ha irrumpido UPyD en el Parlamento regional. Aguirre, que está en estos momentos en el uso de la palabra, será la única en comparecer hoy. Tras esta intervención, el presidente de la Cámara, José Ignacio Echeverría -que ejerce por primera vez hoy como tal y al que Aguirre se ha referido "como señora presidenta" en un lapsus que ha corregido al instante-, suspenderá la sesión plenaria -tal y como establece el artículo 183 del Reglamento de la Asamblea-, que se retomará mañana a las diez con las intervenciones de los portavoces parlamentarios, a los que responderá Aguirre.
El futuro de Granados
Mientras la presidente desgranaba sus propuestas para los próximos cuatro años, la cábalas sobre los nombres que formarán el futuro Gobierno regional inundaban los pasillos de la Asamblea regional. "Lo decidirá la presidenta personalmente", aseguran fuentes próximas a Aguirre que estiman que no hay mucho recorrido para cambios.
La gran duda es qué pasará con Francisco Granados. Según fuentes del PP regional, Aguirre propuso hace una semana al secretario general del PP de Madrid que fuera el portavoz del grupo del PP en la Asamblea pero este se negó. Según las mismas fuentes, no es seguro que Granados repita como responsable de Presidencia, Justicia e Interior
La ausencia de Gallardón
Entre las anécdotas, destacan los ipads, que han tomado el hemiciclo. Entre aplauso y aplauso, numerosos diputados consultan sus tabletas electrónicas mientras Aguirre pronuncia su discurso de investidura. Entre los asistentes en la tribuna de invitados ha destacado la ausencia del alcalde de Madrid. Si ha acudido a escuchar a Aguirre el vicealcalde, Manuel Cobo, a pesar de sus discrepancias contra el Gobierno madrileño por el asunto del espionaje. También ha estado Luis Eduardo Cortes, presidente de Ifema.
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