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El alterado panorama municipal, cuatro años después

El PP sale fortalecido con el derrumbe del PSOE Nuevas formaciones como Bildu y UPyD penetran con fuerza en los Ayuntamientos El 15-M aumenta el voto de castigo y promete hacerse fuerte en la vida pública local

Gloria Rodríguez-Pina
El presidente y los vocales de una de las mesas electorales de un colegio de Pamplona proceden al recuento de votos.
El presidente y los vocales de una de las mesas electorales de un colegio de Pamplona proceden al recuento de votos.EFE / ARCHIVO

El resultado de las elecciones municipales de 2011 contrasta con el de las de 2007 por el ascenso del PP y la estrepitosa caída del PSOE, que se ha visto forzado a buscar pactos que ni siquiera tiene garantizados en partidos de izquierda, como ocurre en Andalucía y Extremadura, donde Izquierda Unida (IU) podría dejar en manos del PP casi 30 Ayuntamientos. La entrada de la coalición independentista Bildu ha impactado también con fuerza en el mapa político vasco y navarro, donde ha conseguido desbancar al PSOE de alcaldías históricas como la de San Sebastián, y la de UPyD, que en sus primeras elecciones municipales ha conseguido acceder a 26 municipios. Falta un tiempo para conocer el impacto que tendrá en estas legislaturas municipales el movimiento 15-M, que de momento se propone quedarse y seguir expandiéndose en asambleas de barrio, mientras encara la jornada de constitución de Ayuntamientos con la intención de dejarse ver protestando ante las casas consistoriales.

El Partido Popular ya fue la fuerza más votada en las elecciones locales de 2007, en las que obtuvo un 36,01% de los votos. Este año ha vuelto a recibir el respaldo de la mayoría de los votantes y ha sumado nuevos (casi 558.000), hasta sumar un 37,56% del sufragio o 68.221 concejales, 3.151 más que hace cuatro años. El júbilo del PP ha contrastado con el desánimo del PSOE, que necesita de apoyos para gobernar en más de 368 Ayuntamientos.

Los socialistas han perdido 1.484.778 votos, que se traduce en una pérdida de 2.268 concejales, mientras la formación creada por Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia, ha conseguido 152, con 465.125 electores. Los pobres resultados socialistas se han hecho patentes en Madrid, donde el cinturón rojo se ha hecho azul al ganar los populares enclaves como Alcorcón, Aranjuez y Pinto, y salvo sorpresas de última hora durante los plenos de constitución, Leganés y hasta Getafe, donde el alcalde Pedro Castro gobernaba desde 1983.

En Coslada, UPyD –que ha conseguido la llave del Gobierno de 10 municipios-, según IU, ha bloqueado un pacto entre las dos formaciones, el PSOE y el grupo local ARCO. Izquierda Unida ha decidido que se votará a sí misma y Díez no ha apoyado el acuerdo en línea con su promesa de impedir que un imputado fuese elegido alcalde.

El viraje a la derecha de Izquierda Unida

Si en 2007 los máximos responsables de PSOE e IU de Andalucía, Manuel Chaves y Diego Valderas, dejaron clara la intención de reeditar los pactos de izquierda de los grandes núcleos urbanos, este año el apoyo de IU se ha decantado hacia la derecha, a pesar de que la dirección federal de IU haya repetido que “ni por activa ni por pasiva” se facilitarían gobiernos del PP.

En municipios como los gaditanos de Chipiona o Chiclana, el onubense Almonte o el almeriense Jergal, IU se ha aliado con el PP, o más bien, contra el PSOE. Lo mismo ha ocurrido en al menos 20 localidades extremeñas, como las pacenses Olivenza y Castuera, que tendrán alcaldes populares gracias al aval de la coalición de izquierda.

El PSOE necesita el apoyo de IU para conseguir 282 Ayuntamientos en todo el país, pero a menos de 24 horas de los plenos que decidirán la formación de los consistorios, los socialistas calculan que no conseguirán ese respaldo en unos 90 municipios. Y viceversa. IU también necesitará al PSOE en lugares como Mieres (Asturias), San Fernando de Henares (Madrid), Carmona (Sevilla), Andorra (Teruel) o Manilva (Málaga).

Del bloqueo ‘abertzale’ de 2007 al autovoto de 2011

La jornada de constitución de Ayuntamientos en el País Vasco en 2007 estuvo marcada por las protestas de militantes y simpatizantes de la izquierda abertzale por la anulación de listas municipales de Acción Nacionalista Vasca (APN), respaldada por la ilegalizada Batasuna. En localidades como Bilbao, Andoain, o Sestao se convocaron manifestaciones ante o dentro de los edificios consistoriales para tratar de bloquear los plenos y las tomas de posesión. Cinco personas fueron detenidas.

La legalidad de Bildu distinguirá previsiblemente la constitución de Ayuntamientos de este año. En principio, la estrategia de la coalición, con el refrendo de las urnas, será presentar sus propios candidatos en todos los casos y votar por ellos. El PNV ha denunciado, sin embargo, “presiones” de Bildu en los pueblos, con pasquines (en Elorrio), pintadas (en Ortuella) y choques personales. Como ha señalado el líder del PNV, Iñigo Urkullu, todavía existen “muchas carencias” en la convivencia de las pequeñas localidades, y para superarlas ha exigido a la nueva formación “compromiso” y “empeño” para inaugurar una nueva época.

Las presiones que menciona Urkullu no son nuevas en el panorama político vasco. En Ondarroa, en 2007, las mismas coacciones impidieron la formación del Consistorio de la localidad vizcaína, que terminó siendo gobernada por una gestora.

La coalición abertzale ha llegado con fuerza a los Ayuntamientos vascos. Solo en Guipúzcoa, han conseguido 56, incluyendo plazas como San Sebastián (que llevaba 20 años en manos del socialista Odón Elorza). En los pequeños municipios, su presencia queda ilustrada con ejemplos como el de la localidad guipuzcoana de Lizartza, de 661 habitantes. En las elecciones de 2007, la ilegalización de dos candidaturas de la izquierda abertzale y la renuncia del PNV convirtió al PP en el único aspirante a ocupar el consistorio. Con solo 27 votos de los 355 depositados en las urnas, repletas de papeletas nulas o en blanco, los populares se hicieron con la alcaldía. Este año, aunque los populares han sumado 10 votos más a su resultado (37), Bildu ha arrasado con el 82,87% del sufragio (329 apoyos), y se ha hecho con los siete concejales del municipio.

El ‘voto de castigo’ se hace fuerte

Del desapego de los ciudadanos hacia la política y su descontento con los dirigentes nació el 15 de mayo el movimiento de los indignados. Aunque es prematuro evaluar su impacto en las elecciones del 22-M, menos de 10 días después de su eclosión, los votos blancos y nulos superaron en más de un punto a los emitidos en los comicios de 2007 (de 3,09% a 4,23%), mientras se producía un incremento en la participación de un 2,26% (727.973 votantes más), según datos del Ministerio del Interior.

Si una formación hubiera conseguido los votos sumados del castigo y el rechazo a los partidos mayoritarios sería la cuarta fuerza más votada, por delante de Convergència i Unió (3,46%), y por detrás de Izquierda Unida (6,31%).

Con información de Patricia Blanco, Vera Gutiérrez Calvo, Soledad Alcaide, María Fabra, Carlos E. Cué, y Pedro Espinosa.

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