El PP mantiene su ventaja electoral
Los populares ganarían ahora por 13,8 puntos.- El 62% de los votantes socialistas cree que Rubalcaba es su mejor candidato P Rajoy afianza su liderazgo en la derecha
Sin noticias del efecto Rubalcaba. El sprint del que habló José Luis Rodríguez Zapatero en alusión a la capacidad del vicepresidente primero del Gobierno como velocista no ha empezado aún, y la presentación pública del nuevo aspirante socialista a La Moncloa no parece revitalizar al PSOE, que sigue 13,8 puntos por debajo del PP en estimación de voto, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS.
El sondeo es el primero después de la nominación de Pérez Rubalcaba y tras la debacle socialista en las elecciones municipales y autonómicas del 22-M. Muestra que la incógnita despejada en el PSOE no solo no reduce la ventaja del PP sino que la aumenta en 1,2 puntos con respecto al mes pasado. Y pone en cuestión la tesis de quienes dicen que el resultado de las municipales no es extrapolable a unas generales, porque ha habido un castigo muy concreto y coyuntural hacia el PSOE de Zapatero, que no se repetirá. En las municipales, el PP ganó por 7,8 puntos y el sondeo asegura que está en condiciones de hacerlo por 13,8 en unas generales.
Uno de los efectos curiosos de esas elecciones es que, al parecer, los ciudadanos han creído la tesis del PP de que supone salto adelante hacia La Moncloa, porque ha mejorado notablemente la imagen del liderazgo y de la autoridad de Mariano Rajoy. Sigue estando mal valorado por los ciudadanos, pero entre sus votantes ha subido hasta 15 puntos en un mes la percepción positiva de su gestión. Si la cuenta de resultados de un líder de la oposición se mide en función de las elecciones ganadas, la de Rajoy ha mejorado sustancialmente con el 22-M, y así lo perciben los encuestados.
El sprint del PSOE no ha empezado, a pesar de que Rubalcaba es acogido con satisfacción por los ciudadanos, con una valoración mucho mejor que la de Rajoy y, por supuesto, que la de Zapatero, retirado ya de la contienda electoral y amortizado como líder político.
Dos de cada tres electores del PSOE valoran al vicepresidente primero y consideran que, tal y como dijo Zapatero en el comité federal, es el mejor candidato posible. Pero su nominación no es suficiente de momento para levantar el ánimo de sus votantes, porque el 57% ve imposible por ahora la remontada en las elecciones generales. La llegada de Rubalcaba a la cabeza de la candidatura del PSOE no moviliza por sí sola a sus electores, que siguen teniendo un porcentaje bajísimo de fidelidad, atascado en el 56%, mientras que la que tiene el PP es del 90%.
En las elecciones del 22-M, según el sondeo, el 14% de los votos que perdió el PSOE fueron a la abstención, el 27% se dividió entre PP (8%), IU (7%) y UPyD (3%) y el 7% votó en blanco.
Para iniciar el sprint, Rubalcaba tiene todos los elementos a su favor, salvo la pesada losa del desgaste de la marca PSOE, por el malestar ciudadano por la gestión del Gobierno ante la crisis.
El aspirante socialista y ministro del Interior tiene a su favor que la impresión que de él tiene los ciudadanos es muchísimo mejor que la que tienen de su rival. Un 42% estima que Rubalcaba sería mejor presidente del Gobierno, mientras que el 36% considera que sería mejor jefe del Ejecutivo el líder del PP.
Esa impresión se fundamenta en que de los 12 rasgos sobre los que se compara a Rubalcaba con Rajoy, el socialista le saca ventaja en nueve. Gana claramente en inteligencia, capacidad de liderazgo, carácter más adecuado para gobernar en tiempos difíciles, conocimiento de los problemas de España, en confianza, en preocupación por los ciudadanos, en sensación de seguridad y en honestidad.
Sobre quién tiene mejores ideas y propuestas hay empate, y el líder del PP gana por escasa diferencia en dos rasgos: mejor preparado para hacer frente a la crisis económica y saber manejar mejor las exigencias de los mercados. Cuantitativamente, arrasa Rubalcaba, pero cualitativamente Rajoy tiene la ventaja de que esas dos cualidades para afrontar los problemas de la crisis económica son los que más influyen en este momento en los electores. Por eso, el Partido Popular está en condiciones de ganar claramente las elecciones legislativas, aunque su líder no despierte ningún entusiasmo.
Es destacable la diferente opinión entre los votantes socialistas y el resto de ciudadanos sobre la forma en la que Zapatero gestiona su sucesión. Así, el 65% de los electores del PSOE respaldan la bicefalia; es decir, la decisión del presidente del Gobierno de mantenerse al frente del partido, con Rubalcaba como candidato, mientras que el 52% de los españoles cree que sería mejor que hubiera cedido también ese cargo.
Una mayoría muy similar (51%) prefería que Zapatero hubiera convocado elecciones anticipadas, mientras que el 68% de los socialistas considera acertado que agote la legislatura. En todo caso, esas elecciones no podrían ser hasta otoño y, por tanto, no se desvelaría hasta después del verano si se convocan.
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