15 fotosEXPLOTACIÓN LABORALLa explotación de los trabajadores indios del kiwi en ItaliaEn Italia, que es uno de los mayores productores de kiwis del mundo, los trabajadores indios sufren explotación en los campos, según una investigación Stefania Prandi Lagunas Pontinas (Italia) / Jalandhar (India) - 07 abr 2023 - 05:30CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace18 de septiembre de 2022. Un campo de kiwis en la zona de Lagunas Pontinas, en la provincia de Latina, Italia. El país europeo se ha convertido en las últimas décadas en un destino en el que grandes multinacionales, principalmente la empresa líder neozelandesa Zespri, han localizado su producción. Italia es uno de los mayores productores de kiwis del mundo. Stefania Prandi20 de septiembre de 2022. En Latina, un trabajador indio cosecha kiwis. Se estima que 30.000 indios sijs de Punyab viven en esta zona de Italia. Están mal pagados, no toman descansos, no tienen contratos regulares y, si se rebelan o protestan, se arriesgan a ser despedidos de inmediato y a sufrir represalias. Los accidentes laborales son frecuentes y ha habido casos de violencia psicológica y física.Stefania Prandi19 de septiembre de 2022. En la provincia de Latina, hay muchos montones de contenedores de kiwi vacíos. Estos se distribuyen a pequeñas y medianas empresas, y una vez llenos de kiwis, se transportan a almacenes cooperativos donde se envasan y comercializan en toda Europa.Stefania Prandi21 de septiembre de 2022. En la provincia de Latina, un campo de kiwis. Según cuentan algunos productores, las normas de recolección de esta fruta son estrictas: se exigen guantes de algodón y maniobras delicadas y precisas. Es fundamental no estropear la cosecha al colocarla en las cajas. El cuidado con que se trata a los kiwis contrasta con las condiciones que refieren los trabajadores de las explotaciones.Stefania Prandi19 de septiembre de 2022. Gurjinder Singh en Latina. Tiene 50 años y ha sufrido 15 de explotación en los campos de kiwis. Ha trabajado para varias empresas de la zona cobrando entre cinco y seis euros la hora. En los últimos tiempos estuvo empleado tres años en una gran empresa que vende los kiwis a Zespri. La supervisora “me insultaba y me amenazaba con darme una paliza”, cuenta, con voz grave, hombros encorvados y ojos vidriosos. Stefania Prandi20 de septiembre de 2022. Campo de kiwis en la zona de Lagunas Pontinas, en la región del Lacio, en el centro de Italia. Los trabajadores también son explotados a través de la estrategia del “trabajo en gris”, que consiste en pagar parte del sueldo declarado y otra parte en negro. Los empresarios utilizan este método para abonar menos cotizaciones e impuestos al Estado. Eso se traduce en que hay obreros obligados a trabajar en el campo siete días a la semana, una media de 10 horas por jornada, cobrando no más de seis euros por hora.Stefania Prandi22 de septiembre de 2022. En la provincia de Latina, Rishi Singh en una casa donde viven juntos los trabajadores de kiwi. Firmó un contrato por 6,50 euros la hora, cuando debería haber cobrado nueve. También trabajó sin el equipo de seguridad adecuado.Stefania Prandi18 de septiembre de 2022. En Velletri, un sacerdote indio sirve en un templo sij. La zona de Lagunas Pontinas tiene varios templos, llamados 'gurdwara', donde los trabajadores pueden comer gratis e incluso dormir si no ganan lo suficiente para pagar el alquiler.Stefania Prandi22 de septiembre de 2022. Casa de recolectores de kiwi en Latina. Es común que los trabajadores indios se sacrifiquen para enviar dinero para que sus hijos vayan a la escuela. Para ahorrar, tienen que comer menos y compartir habitaciones con sus compatriotas. Stefania Prandi21 de septiembre de 2022. En Latina. Balbir Singh es el primer emigrante al que se le ha concedido un permiso de residencia en Italia “por razones de justicia” gracias a que tuvo el valor de denunciar. Entre 2012 y 2018, cuando trabajaba en una granja cuidando el ganado, vivió en una caravana destartalada sin retrete ni agua, comía los restos que su patrón tiraba a la basura y ganaba entre 50 y 100 euros al mes. El propietario del lugar, además, le había confiscado la documentación para que no pudiera marcharse. A eso se añadían las amenazas y los golpes. Stefania Prandi14 de octubre de 2022. La esposa de Balbir Singh es Surinder Kaur. Su casa está en Garhshankar, en el Estado de Punyab, en el norte de India. En el momento de la entrevista, hacía nueve años que no veía a su marido, con quien volvió a reencontrarse el pasado diciembre. Siempre ha estado pendiente de su situación en la región del Lacio. “Nos contaba la verdad, pero no en detalle. Pensaba que podía hacernos sufrir si nos lo decía todo, pero sí nos explicaba, por ejemplo, que se veía obligado a alimentarse del pan duro que echaban a los animales”, explica.Stefania Prandi14 de octubre de 2022. La segunda hija de Balbir, Aman, vive con su madre Surinder. Actualmente, está estudiando para convertirse en enfermera. Su padre tiene una relación muy cercana con ella, tiene noticias de él varias veces al día cuando está en Italia. "Sé por lo que pasó mi padre, y él es un modelo a seguir para mí, una persona de gran dignidad", explica.Stefania Prandi15 de octubre de 2022. Las agencias de viajes pululan por los barrios de Jalandhar. Para llegar a Italia, los trabajadores pagan hasta 15.000 euros a los intermediarios indios y contraen deudas en su país de origen. Tienen que pedir préstamos a conocidos y familiares o vender las tierras, las vacas y las joyas de la familia.Stefania Prandi15 de octubre de 2022. Un grupo de indios en la zona de agencias de viajes de Jalandhar. En Punyab, el salario mensual de los que realizan tareas manuales suele ser de entre 80 y 120 euros. Por eso Italia, donde un peón indio gana una media de 863 euros al mes, es un destino muy apreciado.Stefania Prandi20 de octubre de 2022. Templo de Amritsar, la segunda ciudad más grande del estado indio de Punyab. Este es uno de los templos de la región donde los indios rezan para emigrar lo antes posible.Stefania Prandi