La marihuana, aún un tabú en el mayor productor de América del Sur

Un agente de la Senad durante otra operación en Canindeyú, cerca de Brasil, en marzo del 2020. El Gobierno estima que en Paraguay hay unas 7.000 hectáreas de cultivos ilegales de marihuana, pero legisladores y especialistas calculan que puede haber el triple. Las autoridades dicen que cada año destruyen una media de 1.400 hectáreas de cannabis. Santi Carneri

Dos plantaciones de cannabis vistas desde un helicóptero acompañando a la Senad en marzo de 2020. Casi todos los días la televisión paraguaya dedica espacio a operativos policiales, cortes y quemas de plantaciones de cannabis que acaparan las noticias. Con apoyo de la Policía Federal Brasileña y de agentes del departamento antidroga estadounidense (DEA), 226 agentes especiales paraguayos entrenados para operaciones de élite y alta tensión son dedicados finalmente a cortar plantas con un machete.Santi Carneri

Cada hectárea puede generar al menos unos 1.500 kilos por cosecha. El kilo de marihuana se vende en la plantación a unos 6 dólares (4,5 euros). Si solo hubiera 7.000 hectáreas plantadas, quienes acopian y venden al por mayor generan una renta de 63 millones de dólares (52 millones de euros) en cada cosecha. La Senad estima que la corrupción policial e institucional se queda con 49 de esos 63 millones de renta. Santi Carneri

Gracias al clima subtropical, en las zonas de Paraguay fronterizas con Brasil se pueden obtener hasta tres cosechas de cannabis al año. Así, autoridades corruptas captan unos 150 millones de dólares anuales para sus bolsillos. Dinero que podría ir al Estado si se regularizara como en Uruguay.Santi Carneri

Otro agente cortando a mano plantas de cannabis de más de dos metros en 2014. Mientras que en casi toda América avanza la regulación del cannabis, en Paraguay, el mayor productor del continente junto a México, es todavía un tabú.Santi Carneri

Un comando de la Secretaría Antidrogas de Paraguay (Senad) regresa a su helicóptero tras destruir una plantación de marihuana en Alto Paraná, cerca de la frontera con Brasil, en 2014. En todos los países de América del Sur se produce cannabis ilegalmente, pero ninguno lo hace como Paraguay. Su producción llega a casi todos los países de la región.Santi Carneri

Un soldado supervisa la quema de marihuana incautada en enero de 2015. Cada poco tiempo los depósitos de drogas de las autoridades están tan llenos que deben quemar durante varios días seguidos para terminar de destruir una parte de lo acumulado.Santi Carneri

Un ingeniero agrónomo trabaja en febrero de 2020 en una plantación de Paraguay que produce aceite de cannabis para regalar a personas que lo necesitan para mejorar diversas enfermedades. Hasta ahora, el Gobierno paraguayo solo permite la importación y producción a una empresa que fabrica aceites de cannabis a precios inalcanzables para la mayoría de la población, lo que lleva a miles de personas a practicar la desobediencia civil constante.Santi Carneri

Aunque la ONU sigue considerando ilegal su uso “no medicinal” o recreativo, después de 60 años de rechazo, el 2 de diciembre de 2020, reconoció las propiedades terapéuticas al retirarlas de la lista IV de la Convención sobre drogas de 1961, un espacio reservado para las sustancias más perjudiciales. La Granja Madre es una iniciativa de un empresario y abogado paraguayo que desde hace tres años regala y comercializa cannabis medicinal.Santi Carneri

Un invernadero de la Granja Madre, en Paraguay. “Son noticias fenomenales para millones de pacientes en todo el mundo y una victoria histórica de la ciencia sobre la política”, dijo Kenzi Riboulet-Zemouli, investigador especializado en el tema, ante el cambio de consideración del cannabis en la ONU.Santi Carneri

La doctrina que la ONU mantenía para el cannabis era “una reliquia de las leyes internacionales sobre drogas más extremas heredadas de la moral de la década de 1950”, según Riboulet-Zemouli. Estaba relacionada “con el racismo, la intolerancia, la falta de respeto por los pueblos indígenas y las culturas que fueron el sello distintivo de la época colonial”, añadió.Santi Carneri

Un evento de gastronomía cannábica en el centro de Asunción, la capital de Paraguay en diciembre de 2020. Una decena de empresas han creado recientemente la Cámara Paraguaya del Cannabis Industrial (Cannapy) buscando revertir el monopolio impuesto hasta ahora y participar también del negocio. En Estados Unidos, la industria del cannabis proyecta que registrará 45.000 millones de dólares en ventas para 2025.Santi Carneri