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Columna
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La navaja

Este objeto no es, me dijo el amigo que me lo regaló, para que se lo claves a nadie, sino para que recuerdes todos los días que no puedes cortarte

Los amigos de la librería La Popular de Albacete me han regalado una navaja como agradecimiento por mi participación en los actos que celebran su 50 cumpleaños. En septiembre de 1975, los hermanos Luis y Ángel Collados, en compañía de otros 10 militantes o simpatizantes del PCE, abrieron una librería en la calle Octavio Cuartero, en busca de una vida en libertad, con sus libros, sus reuniones y sus compromisos. La Popular se convirtió pronto en una referencia cultural, una luz certera con el deseo de convertir en realidad cotidiana las ilusiones de la gente que procuraba conquistar la democracia para España. Las páginas de los libros conservaron muchos testimonios de los derechos laborales, reflexiones sobre el mundo que habitamos, indagaciones poéticas en los silencios pudorosos, imaginaciones de novelistas dispuestos a vivir por dentro las historias, un equipaje renovado año tras año para acompañar a los lectores de Albacete. Me hizo ilusión volver una vez más a La Popular, hablar con Javier Lorenzo de las vinculaciones de nuestra memoria, la sociedad y la literatura. Feliz cumpleaños.

Me regalaron una navaja artesanal muy bella, acompañada de un certificado explicativo por si la Guardia Civil me paraba esa noche en el viaje de vuelta a Madrid. Siempre es bueno acreditar en este tiempo las buenas intenciones. Por eso me atreví a hacerle una broma al amigo que me daba la navaja. Aclaré que estaba encantado con el recuerdo, pero ya no tenía ni ganas de entrar en peleas, ni fuerzas para darle navajazos a nadie. Y mi amigo me dio una lección de realidad. Esta navaja no es, me dijo, para que se la claves a nadie, sino para que recuerdes todos los días que no puedes cortarte. Creo que es una lección democrática necesaria, y me gustó recibirla en La Popular. Ante los abusos, las prepotencias, las agresiones de los nuevos caciques, mejor no callarse.

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