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Cartas a la directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Jugar a colorear Europa

Los lectores escriben sobre las elecciones al Parlamento Europeo, el activismo de sofá, la ley de amnistía y los problemas con la menstruación que sufren algunas mujeres

Vista general del hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas.
Vista general del hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas.Omar Havana (Getty Images)

“Nos la jugamos” es la frase que se escucha estos días a varios europeístas ante las elecciones del domingo. Tratan así de avisar de ciertos riesgos y amenazas futuras. La palabra “jugar” denota también entretenimiento y diversión, así que podemos ver los comicios desde ese punto de vista, si bien con los límites que todo juego tiene. El Parlamento Europeo se compondrá de diversos partidos, de distintos colores, de manera que juguemos a colorearlo: si se considera a los principales partidos en las encuestas, en el lado del progreso hacia una Europa sostenible nos encontramos el rojo (intenso, aunque defensor de un marco estable), el rosa (mezcla de rojo y de un blanco aún por tintar) o el morado (rebelde y un tanto apartado). Entre las fuerzas conservadoras están colores como el azul y el verde, que, en principio, deberían transmitir vida y armonía, pero que últimamente acogen tonos oscuros y algo grisáceos. Pintemos Europa, mas siendo delicados con el pincel y con el retrato que queramos elaborar.

Héctor Rodríguez. San Sebastián de los Reyes (Madrid)

Indignada acomodada

De vez en cuando me indigno, siento impotencia ante las injusticias y la pérdida de logros sociales que tanto les costó conseguir a nuestros antepasados. La culpa aflora cuando pienso que no estoy a la altura de su legado. Y entonces me aventuro a actuar, me mentalizo, cojo fuerzas y decido levantarme del sofá. Hasta que, de repente, sin saber muy bien cómo, me atrapa el día a día y me digo que, al fin y al cabo, no estoy tan mal, pues tengo trabajo, puedo permitirme una o dos vacaciones al año, salgo todos los fines de semana y hasta hago deporte. Sin duda, soy una indignada acomodada. Han ganado la batalla.

Aída Valero Moya. Madrid

Aceptar la democracia

Es muy libre y tiene toda la legitimidad manifestarse en contra de una ley que ha sido aprobada por el Congreso. Pero cuando esta actitud se repite y repite resulta igual de legítimo sospechar que no es cuestión de esa ley, sino más bien un enfrentamiento sistémico. Que no les guste a algunos la ley de la amnistía tiene toda su lógica. A mí tampoco me gusta. Ni creo que les guste del todo a los que la han promovido. Pero, aun sin gustar, a veces uno tiene que tomar decisiones para conseguir objetivos de mayor alcance. Insisto: la negativa de algunos tiene poca credibilidad porque la falta de lealtad viene repitiéndose, día sí y otro también.

Julio García-Casarrubios. Valdepeñas (Ciudad Real)

Menstruación

“Ahora eres mujer”, me dijeron en 2008 cuando apareciste por primera vez. Pero nadie me explicó que años más tarde podría perderte. Tres meses sin ti tuvieron que pasar para que te etiquetasen como “amenorrea hipotalámica funcional”, cursando con alteraciones del sueño, bajo estado anímico, desorden en el sistema digestivo, tendencia a la depresión… Y ahora, casi cuatro años más tarde, intento que vuelvas con ayuda de una profesional especialista. Ojalá me hubieran explicado que podrías irte por no cuidarte, que el estrés acompañado de una mala alimentación y la falta de ejercicio pueden quitarte la menstruación. Ojalá nos enseñaran que la regla es salud y no un incordio.

Sara Prieto González. Zaragoza

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