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Columna
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Más Kate, esa es mi opinión

Antes de que estalle la Tercera Guerra Mundial, el pueblo patrio solo tiene una preocupación: la princesa de Gales, que es tendencia en internet día sí y día también

Kate Middleton
Periódicos británicos en un quiosco del Reino Unido, en un imagen del 11 de marzo.Belinda Jiao (REUTERS)
Manuel Viejo

Una tuitera escribió el pasado lunes el mejor resumen de cómo está el patio. “Putin y la OTAN están diciendo que podrían entrar en una guerra. El de Corea del Norte diciendo: ‘El reloj está corriendo. Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial’. Y el resto del mundo: ‘CALLAOS TODOS. La BBC está a punto de decir lo que está pasando con Kate Middleton’”.

Esto recuerda a lo mejor de nuestra querida España —esa España nuestra—, que sale, como siempre, en los momentos más críticos. Cómo olvidar la erupción del volcán de La Palma. Aquella mañana de septiembre de 2021 —casi tres años ya, la rapidez a la que va todo es asombrosa— un hombre grabó un vídeo con su móvil en la terraza de su casa. Fue de los primeros en inmortalizar las cenizas. El tipo estaba en el balcón, tranquilo, a puntito de almorzar con su gente. De pronto escucha una explosión en la montaña que tiene justo delante de sus narices. ¿Asustarse? Por favor. Entonces se escucha una voz de fondo de una mujer: “¡Ay por Dios, ay por Dios!”. Otra, también presente, es más explícita: “¡Mira, mira, que está explotando!”. El hombre —ajeno a toda una erupción histórica a 500 metros de su casa y con un sonido que parece que ingiere algo en la boca— muy tranquilo —si te parece te pones nervioso con la lava en el salón en cuestión de minutos— y suelta: “Hay tiempo de comer. Hay tiempo de comer sin problema”. Ojalá cocido.

Antes de que estalle la Tercera Guerra Mundial, el pueblo patrio solo tiene una preocupación: Kate Middleton. La princesa de Gales es tendencia en todas las redes sociales día sí y día también. Poco se habla de la maravillosa gestión que está haciendo la Casa Real británica de este asunto. Con un presupuesto anual de 90 millones de euros y con 491 empleados contratados a tiempo completo en el palacio de Buckingham, lo más normal es lo que ha pasado. Si la princesa llevaba dos meses sin ser vista, el gabinete de comunicación ha pensado que la mejor opción es publicar una foto en Instagram editada. Qué vas a hacer. Pues emitir The Crown en directo.

Alguno dirá que si fuera miembro de la Casa Real británica y viendo cómo está el patio en palacio me hubiera ido a España a cazar perdices. Obviamente. Si te parece vas a Botsuana. La reina Camila, que asumió la agenda oficial ante la ausencia de la princesa Catalina, el príncipe Guillermo y el rey Carlos, optó por marcharse a Ciudad Real hace unos días. “Está exhausta”, publicaron los diarios británicos. Tuvo 13 actos oficiales desde el 5 de febrero. Ni que decir tiene que estar “enteramente agotado” en un lugar donde te hacen de todo es de un mérito impresionante.

Camila, según contaron en El Programa de Ana Rosa, cogió un avión y se plantó en una finca de Ciudad Real a la que acuden “personalidades del mundo” para disparar perdices. Pero no pudo ser. La reserva para utilizar el rifle era en otra finca “muy próxima”. Se suspendió porque Camila no podía desplazarse en helicóptero y la climatología era “muy adversa”. Efectivamente, si la finca está “próxima” y llueve, pues vas en barco.

Según el buscador de tendencias de Google, la Comunidad de Madrid es la región más interesada por este asunto, seguida de Asturias, Galicia, Navarra y Aragón. Por lo que sea, Extremadura es la que menos. Para ser monárquico hay que tener un tren. El lunes se publicaron, otra vez, unas fotos de Guillermo y Kate de compras. Las teorías siguen. Es. No es. Iñaki Gabilondo recordó hace unos días la incredulidad que vive ahora la sociedad ante cualquier hecho. Puso como ejemplo un programa de televisión donde preguntaron a un ciudadano cuántas provincias tiene Andalucía. El señor no dudó y dijo: “¡Una!”. El periodista le dijo que no, que eran ocho. Y el hombre, lógicamente, respondió: “Bueno, esa es mi opinión”.


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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.
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