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Columna
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El ‘clickbait’ que te explota en las manos

De las tretas barriobajeras del periodismo para atraer clicks, el de convertir sus noticias en un pasatiempo según el cual el lector tiene que adivinar a qué se refiere el titular, es la peor

Christian Gálvez y Patricia Pardo
Christian Gálvez y Patricia Pardo.Borja Hojas
Manuel Jabois

Vayamos a los antecedentes, aunque la relevancia pública de estos asuntos sea escabrosa. Un presentador de televisión, Christian Gálvez, se separó de su mujer, gimnasta y actriz, Almudena Cid. Ahora, el presentador está emparejado con una compañera de oficio llamada Patricia Pardo. Esta semana los dos anunciaron que llevan casados un año (hay polémica sobre el tiempo que hay respetar entre un divorcio y una boda; al parecer el reglamento no dice nada y ese vacío ha soliviantado a muchos) y que ella espera un hijo. Tanto la separación como la nueva relación de Gálvez han sido cuestiones bastante aireadas por la prensa. Cid ha hablado de ello también, cosa que nos parece bien: el desamor no se gestiona como se quiere sino como se puede. Uno de los temas abordados es delicadísimo y Cid se refirió a él hace años: la ausencia de hijos. “He tenido una época muy difícil con esto porque Christian lo comparte todo en su programa y muchas veces se le olvida que lo ven millones de personas (…) Él expresó el deseo de ser padre, luego íbamos al supermercado y la cajera decía que cuándo tendría un hijo (…) Sentía que la sociedad me empujaba a ser madre y yo aún no sabía si estaba preparada o no para serlo. Sentía tanta presión que hasta llegué a tener pesadillas, lo pasé realmente mal”.

Por razones que no nos importan, nunca tuvieron hijos juntos. Gálvez ahora anuncia que Pardo está embarazada. Y se ha hecho viral (terriblemente viral) este titular de varios medios: “Patricia Pardo concede a Christian Gálvez el deseo que Almudena Cid siempre le negó”. Es durísimo, ¿eh? Como para no levantarse en armas. El titular ha provocado miles de tuits, reflexiones, posts, textos, teorías… Pero la noticia es de hace tres meses, concretamente mayo, y se refiere a un viaje: Gálvez soñó siempre con ir a Jerusalén. Que Christian Gálvez haya soñado siempre con ir a Jerusalén, no fuese con su anterior pareja y sí haya ido con su pareja actual, no es una noticia que vaya a cambiar el rumbo de nuestra vida. Pero la bomba debió de ser de tal magnitud (¿era el presentador de Pasapalabra o Jesucristo el que quería visitar Jerusalén?) que los medios optaron por el clickbait: “Patricia Pardo concede a Christian Gálvez el deseo que Almudena Cid siempre le negó”. Si los linchadores le hubiesen echado un ojo ya no a la noticia, sino al subtítulo (”tras un año juntos ambos son tremendamente felices con algo que el presentador soñaba desde 1995″), les parecería raro que el sueño de Gálvez a los 15 años fuese ser padre.

De las tretas barriobajeras del periodismo para atraer clicks, el de convertir sus noticias en un pasatiempo según el cual el lector tiene que adivinar a qué se refiere el titular, es la peor. La captura del título sin la noticia (y aunque la incluyese: nadie la lee) está hoy en los muros de las redes sociales y el nombre de los medios —del oficio, más bien— paseándose entre insultos. Tiene mucho de injusticia y algo de justicia poética. Los titulares del clickbait pueden acoplarse a cualquier contexto; son bombas de relojería que pueden explotarte en las manos. Pero, de no hacerse así, ¿cuál sería el titular correcto? ¿Christian Gálvez visita por fin Jerusalén, como si volviese del exilio? Esa noticia no nos importa; la adivinanza sí nos llama la atención. Luego el tiempo, tres meses, hacen su erosión.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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