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Anatomía de Twitter
Columna
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Los máquinas de la tontuna

Ni un día sin un poco de odio en la red social. Ni un día sin mucha chorrada. La plataforma no es lo que era

Tuit publicado por Gabriel Rufián con una foto del diputado con Pablo Iglesias.
Tuit publicado por Gabriel Rufián con una foto del diputado con Pablo Iglesias.
Rebeca Carranco

La lista de chorradas de Twitter estos días es incontable. Los hay que tienen el vicio de guardarlas en preferidos, y repasarlas antes de ir a dormir, como el que se lee un par de páginas del Antiguo Testamento. El mejor ejemplo es el ya clásico “cómo están los máquinas” de David Bisbal. La tontería convertida en viral, sin frenos, y en bajada. David Bisbal a lo murciano, David Bisbal a lo gallego, David Bisbal a lo mexicano, David Bibal a lo Mickey Mouse (¡!), David Bisbal a lo William Wallace (triple exclamación). Es difícil no reenviar todos esos tuits y arrepentirse al segundo siguiente, triste y culpable. ¿Qué nos está pasando?

¿Se arrepentiría también Rufián? Su foto mano al hombro de Pablo Iglesias, y la otra al cinto, con la mirada al frente y un amago de sonrisa tiene 4,5 millones de visualizaciones. “Bueno, lo primero de todo. ¿Cómo están los máquinas?”, reza el tuit. Escalofríos, convertidos ya en sudoración cuando se mete en la conversación Luis Figo, el innombrable (los seguidores del Barça lo entienden). Dumb and Dumber”, escribe el exfutbolista, en referencia al título en inglés de la mítica Dos tontos muy tontos. “Acuérdate este año de hacer la declaración, Luis”, responde Rufián. “Tienes que ser más creativo, diputado”, acomete el otro. Hasta que, cómo no, interviene Iglesias: “¿Te atreves a que te hagamos una entrevista?”. Y siguen y siguen. Señores, por favor, que les vemos todos. Demuéstrense la hombría por WhatsApp y ahorren toneladas de sufrimiento tuitero.

Andy y Lucas (si usted, estimado lector, no sabe quiénes son, está bien. No hace falta que los busque) han mantenido también alto el podio de las tonterías en las que se mata la vida en vez de leer un buen libro, mirar una serie decente (sin dormirse) o, si no hay más opción posible, charlar con quien se comparte lecho. Los gaditanos son tendencia en la red social por haber actuado en un concierto católico. En una entrevista con Europa Press, después de cierta polémica (¿?), se defienden así: “Si la contestación es de qué partido es Andy y Lucas: insípido”. Sin duda, como un huevo sin sal. También han repetido que nunca actuarán para Bildu: “No iríamos, son etarras y han matado a gente”. El titular elegido por Ok Diario lo ha usado con cierta mala pipa el usuario Javier Durán: “ETA disolvió la banda después de años provocando sufrimiento innecesario. Andy y Lucas no”.

Hay otro tuit que se mira más veces de las necesarias, pero al menos en esta ocasión va cargado de amor, cariño y buenas intenciones. “¡Hemos salvado la vida a un lagarto!”, escribe el usuario Pere Soler. En un vídeo de 30 segundos se ve a una serpiente que constriñe a otro reptil, más por necesidad que por vicio. “Lo está matando”, se oye a una voz. “Lo estaba matando. Ya casi lo tenía. Lagarto, te hemos salvado la vida. ¡Vete, vete!”, puntualiza otro de los protagonistas de Misión imposible. Los más de 200 tuits citados son, de una manera u otra, comentarios ofensivos. Como el de @montseterrones: “Se puede ser imbécil, exponerlo y encima sentirse bien con uno mismo”. El problema esencial de sus autores, además de romper la cadena de la vida, es no saber elegir red social.

Ni un día sin un poco de odio en Twitter. Ni un día sin mucha tontuna. Que se lo digan a Elon Musk, y sus infinitas chorradas. No es cosa ahora de sacar aquí a relucir lo del cohete y el juego de palabras “Elon Crash” jugado por más de un usuario. La verdad es que antes Twitter daba más de sí.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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