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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El cura y su detractora

Una periodista y escritora difunde en Twitter las denigrantes descalificaciones del sacerdote de su pueblo, Lucena, en Castellón, y provoca numerosas reacciones

Lucena del Cid
Un perfil de Lucena del Cid, en una imagen de Turismo de la Comunidad Valenciana de la Generalitat.
Ferran Bono

La periodista y escritora castellonense Emma Zafón escribió un tuit el Día de los Enamorados. Iba sobre el cura de su pueblo natal, Lucena, en el interior de Castellón. Y lo escribió dirigiéndose a la Conferencia Episcopal: “Me gustaría saber vuestra postura al respecto de que uno de vuestros sacerdotes, Héctor Gozalbo (@HGozalbo), se refiera públicamente a una mujer —a mí, de hecho— con los términos de ‘mal follada’, mal educada, ignorante, desequilibrada y ‘loca del coño”. Y adjuntaba el texto publicado por el párroco, y también periodista, en su Instagram. El texto parece responder a las críticas que había hecho Zafón en ocasiones anteriores y, aunque no la menciona por su nombre, la autora no alberga ninguna duda de que se trata de ella. “Hoy día de los enamorados, mi detractora oficial vuelve a cargar contra mí. Me interrogo, ¿la tienen poco o mal follada? ¿Está enamorada de mí? ¡Qué obsesión, Dios mío! O carga contra los toros, o carga contra la gente de su pueblo (donde la aceptamos por misericordia) o carga contra mí”, se pregunta el sacerdote al principio de su mensaje. Y concluye: “(…) como dicen en esta zona “loca del coño. Pa que la encierren”.

Previamente, Safón había enviado tuits en valenciano criticando, por ejemplo, que “al mossèn de Llucena”, lo invitan a un programa en la televisión pública valenciana titulado Les bodes, un negoci?, y aprovecha “para vomitar su parrafada reaccionaria y cargar contra aquellas que huimos del sacrificio”, así como otros mensajes alusivos a la posición de la Iglesia ante los derechos sociales.

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Los tuiteros muestran su sorpresa e indignación en el hilo de Emma por los exabruptos del sacerdote, periodista y delegado de Medios de Comunicación Social del Obispado de Segorbe-Castellón. “Maremeua! Quines coses arreplega la santa esglèsia catòlica”, dice uno. “Masclisme fastigós i ranci obertament. Sense cap tipus de vergonya. Flipant”. (Machismo asqueroso y rancio abiertamente. Sin ningún tipo de vergüenza. Flipante) u “Hola, esto es denunciable, Emma. Esto es acoso y violencia de género. Espero que la @Confepiscopal tome medidas”. También hay quien se lo toma con más humor y se preguntan si ahí, en la Iglesia, no se infiltra la Policía, tras las informaciones de tres topos en colectivos libertarios y de izquierda radical en Barcelona y en Valencia, según han denunciado diversos movimientos sociales.

El párroco ha eliminado la historia con su escrito, según aseguran usuarios que tienen acceso a su cuenta de Instagram, porque ahora está cerrada, protegida, solo para los usuarios que él apruebe, al igual que su Twitter. Pero hay muchos pantallazos de su escrito original, así como de algunos mensajes de gente que le ha mostrado su apoyo en Instagram, como este: “La parte más graciosa de la historia Emma es que nunca llegarás a ser ni una milésima parte de lo buena persona que es Héctor ni, por supuesto, lo querido que es por la gente de los pueblos. Siembras odio y enemistad en redes sociales, quizás por eso en tu pueblo no te quieren ver”.

Autora de libros como No iba a salir y me lié, con el dj Chimo Bayo, o Una temporada en el Senado, sobre el paso por la Cámara Alta del senador Carles Mulet, de Compromís, que muestra también su estupor ante las palabras del “capellà”, Emma da réplica a muchos de los numerosos comentarios que ha suscitado su primer mensaje, con más de 122.000 reproducciones, y manifiesta también su perplejidad, a pesar de que ya conocía al cura. La polémica ha llegado a los medios de comunicación a lo largo de la mañana, desde el pequeño pueblo de Llucena (en valenciano), de 1.500 habitantes. Radio Castellón de la Cadena SER señala que el obispo (Casimiro López) y el capellán están de viaje y por el momento no van a hacer declaraciones, según fuentes de la curia.

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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