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Anatomía de Twitter
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Y Zelenski conquistó el mundo

A pesar de ser actor, Zelenski no está interpretando ningún papel. Al contrario, está creando una imagen del mundo. Putin se olvidó de que Dios no era soldado, sino un simple creador

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania visto por el artista italiano residente en Barcelona TV Boy en una intervención cerca de la plaza Sant Jaume de Barcelona.Foto: Carles Ribas | Vídeo: EPV
Nuria Labari

Un día Putin se levantó decidido a conquistar Ucrania. Iba a ser una guerra relámpago donde nadie iba a tener tiempo de reaccionar, ni siquiera Occidente. Sin embargo, lo que iba a ser un paseo militar se convirtió en un conflicto con bajas, aislamiento internacional, protestas internas y, lo peor de todo, lo último que Putin podía imaginar (y no será capaz de soportar): el nacimiento de un líder mundial capaz de ridiculizarlo ante los ojos del mundo.

El politólogo Gennady Rudkevich, profesor y analista de la Rusia pos-soviética, compartía la semana pasada en Twitter dos imágenes enfrentadas que resumen el triunfo de Zelenski a la perfección. En una aparece el presidente ucranio vestido de militar, rodeado de soldados en torno a una mesa. Beben en vasos de plástico y comparten fruta, salami y queso. Están juntos y sonríen. En la otra foto aparece Putin presidiendo una mesa kilométrica, completamente solo, con sus asesores sentados en el extremo opuesto, a metros de distancia. Rudkevich titula la imagen: Ukrainian vs. Russian leadership. Solo en su cuenta suma 200.000 likes, pero el meme ha rulado hasta dar la vuelta al mundo.

El día que Putin decidió atacar Ucrania pensó que el país estaba presidido por un payaso. Ya saben, Zelenski fue actor cómico antes que presidente y su currículum parecía estar muy lejos del de un héroe de guerra. Aquel primer día de invasión, hace menos de 15 noches, resulta hoy muy lejano. Recuerdo que por aquel entonces se hizo viral un vídeo de Zelenski bailando en la versión del talent show Dancing with the stars de su país que, por cierto, ganó. Me encontré con semejante joya en la cuenta de Emilio Doménech, donde se puede ver a Zelenski bailar con maestría vestido de futbolista, de pirata, de vaquero. Baila con los ojos vendados, disfrazado de Charles Chaplin y lo hace de tal modo que resulta evidente que no puede ser otra cosa que bailarín. El vídeo acumula casi seis millones de visualizaciones y estoy segura de que Putin lo había visto antes de invadir Ucrania. Sin embargo, hoy resulta evidente que el autócrata ruso cometió un error estratégico: creyó que estaba ante un payaso y se enfrentaba en cambio a un creador. Y un creador es un enemigo demasiado grande para cualquiera, incluso para un autócrata sanguinario. Porque la diferencia entre un creador y un autócrata es que el autócrata imita algo que quiere ser pero que en realidad no es, mientras que el creador es exactamente aquello que hace. Si Zelenski está bailando en un talent show, entonces su alma se convierte en bailarina. Pero si Zelenski se hace presidente entonces, es presidente.

Zelenski no es un payaso que se haya hecho presidente, es un presidente que en otro tiempo fue payaso. Y esta es una diferencia abismal. Como creador, Zelenski es lo que Zelenski hace y desde que empezó la invasión, no hace otra cosa que ser presidente de Ucrania. Su perfil de Twitter acumula casi cinco millones de seguidores —en Instagram ronda los 15 millones— y desde allí habla al mundo. Cada uno de sus vídeos suma millones de visualizaciones y la idea central de todos ellos se lee en su perfil: “Ucrania está defendiendo a Europa y al mundo”. La ofensiva de Putin comenzó contra un líder local y 12 días después se enfrenta a un líder mundial. A pesar de ser actor, Zelenski no está interpretando ningún papel. Al contrario, está creando una imagen del mundo. Putin se olvidó de que Dios no era soldado, sino un simple creador.



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Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.

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