_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Retro

No supongo que el pasado siempre haya sido mejor, lejos de ello, pero sé que tuvo cosas que merece la pena volver a paladear aunque sea por última vez

Fernando Savater
Araceli Hidalgo, de 96 años, primera vacunada de España contra la covid-19.
Araceli Hidalgo, de 96 años, primera vacunada de España contra la covid-19.Pepe Zamora - Pool/Getty Images (Getty Images)

Dicen que para la mayoría el año pasado ha sido el peor de sus vidas. Les envidio la existencia feliz que han debido llevar hasta 2020. No dudo que muchos de los afectados por el virus lo han pasado mal, incluso muy mal. Pero que los demás no hayan padecido nunca nada más grave que el confinamiento, las limitaciones de movilidad o el alejamiento temporal de sus seres queridos... vaya, me parece una gran suerte. Yo cambiaría gustoso esos razonables incordios, que sólo me han fastidiado y aburrido, por lo sufrido en mis épocas realmente malas. Y eso que hasta hace poco creí haber sido afortunado...

Lo más interesante que hice en 2020 fueron ejercicios en busca del tiempo perdido. No supongo que el pasado siempre haya sido mejor, lejos de ello, pero sé que tuvo cosas que merece la pena volver a paladear aunque sea por última vez. Es una de las pocas ventajas de la vejez, porque los jóvenes apenas tienen nada que recuperar. Por ejemplo, cuando la nonagenaria recibió la primera vacuna dijo que se encontraba bien “gracias a Dios”. Si tuviera siete décadas menos o fuese una valkiria del Ministerio de Igualdad, habría asegurado “jo, tía, mola que te cagas”. Ya sé que ambas fórmulas expresan gratitud y esperanza, pero cuanto más oigo la segunda más me gusta la primera. Me he pasado estos días volviendo a ver películas de los años cincuenta y sesenta: me encantan porque en ellas todo el mundo fuma y nadie dice tacos. En Nochevieja vi Los primeros hombres en la luna de Nathan Juran, estrenada cinco años antes de que se desembarcara en el satélite. Una delicia. Los protagonistas, liderados por Lionel Jeffries, viajan en una victoriana esfera con puntas, muy semejante al coronavirus...

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_