El delito de no hacer nada
Observemos una enorme olla sobre un gran fuego; si no hacemos nada, es seguro que el agua entrará en ebullición y se derramará. Alrededor de la olla hay miles de personas esperando temerosas y que morirán si no se hace algo. Algo sería atenuar la intensidad del fuego, poner hielo dentro de la olla, resguardar al mayor número de personas. En fin, “prevenir” y hacer lo posible para que el agua no hierva y se derrame. Lo contrario, no hacer nada o muy poco, o aparentar que se hace algo, mintiendo a esas miles de personas desesperadas, sería cometer una acción prevaricadora y criminal sin duda.
Miguel Peña. Madrid
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