_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

…que no nos mienta

A Casado, sin embargo, le ha surgido un problema con la turbia Operación Kitchen, y es que los focos se le van a dirigir al aspirante

Teodoro León Gross
El presidente del PP, Pablo Casado, este jueves en Badalona.
El presidente del PP, Pablo Casado, este jueves en Badalona.David Zorrakino (Europa Press)

Casado decía meses atrás, poco antes de la cuarta semana de estado de alarma, que “los españoles merecen un Gobierno que no les mienta”, y enfatizaba que el país necesita “un Gobierno que siempre les diga la verdad”. Aquel día reclamaba visibilidad para las víctimas y el homenaje del luto nacional, cuando la alarma sólo acababa de empezar. Casado, eso sí, advertía que nadie esperase de su partido escraches o campañas por WhatsApp de ‘¡Pásalo!’; un guiño puesto que su mensaje remitía al 11-M, cuando Rubalcaba pronunció la frase de “los españoles merecen un Gobierno que no les mienta”.

Rajoy dijo “los españoles merecen un Gobierno que no les mienta” desde 2007, entre las conversaciones de ETA y la crisis; y Sánchez dijo “los españoles merecen un Gobierno que no les mienta” entre el rescate, la reforma laboral y el caso Bárcenas. Y así, hasta Casado, cada aspirante le ha repetido el mantra al presidente, como un rito de paso necesario para alcanzar la condición de candidato. Incluso ha cruzado fronteras y Joe Biden tuiteaba estos días: “Te mereces un Gobierno que no te mienta”. ¿Pero hubo alguna vez un Gobierno que?

Con la mentira sucede como con la corrupción: se condena aparatosamente a los rivales cuando mienten, y se justifica alegremente las mentiras de los propios. La clase política opera con esa premisa, a sabiendas de que es fácil permitirse cualquier mentira que tu público quiere oír. Ya hubo estudios tempranos de psicología experimental en los años de entreguerras sobre el valor de la deseabilidad de una tesis: la gente da credibilidad a aquello que quiere oír. Sobre esto insistía Hanna Arendt en La mentira en política: “Las mentiras resultan a menudo mucho más verosímiles, más atractivas para la razón, que la realidad, porque quien miente tiene la gran ventaja de conocer de antemano lo que su audiencia desea o espera oír”. Conecta con la idea aristotélica del auditorio particular: es fácil persuadir si sabes a quién te diriges, y por tanto lo que desea. El valor de la verdad ha acabado por estar muy devaluado en el tacticismo político. Incluso en el país en el que Richard Tricky Dicky Nixon tuvo que dimitir, ahora Gobierna Trump presumiendo de hechos alternativos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En definitiva, la frase “merecemos un gobierno que no nos mienta” sólo es una mera sugestión de que siempre hay una alternativa regeneradora a cada Gobierno. Un automatismo del vademecum de cualquier aspirante. A Casado, sin embargo, le ha surgido un problema con la turbia Operación Kitchen, y es que los focos se le van a dirigir al aspirante. Va a estar bajo la lupa por cómo administre ese escándalo corrosivo. Más vale que no se obsesione con que si Sánchez mintió con el comité científico o con los datos; ahora se le va a examinar a él, y más tras la imputación de Fernández Díaz a la que probablemente seguirán otras. Él está diseñado para proclamar mecánicamente, como todos sus antecesores, que “los españoles merecen un Gobierno que no les mienta”… pero de momento, día a día, va a enfrentarse a esto: “Merecemos una oposición que no nos mienta”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Teodoro León Gross
Málaga, 1966. Columnista en El País desde 2017, también Joly, antes El Mundo y Vocento; comentarista en Cadena SER; director de Mesa de Análisis en Canal Sur. Profesor Titular de Comunicación (UMA), licenciado en Filología, doctor en Periodismo. Libros como El artículo de opinión o El periodismo débil... Investigador en el sistema de medios.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_