Malos tiempos para la verdad
La semana pasada, un grupo de manifestantes alemanes recorrió las calles de Berlín con banderas imperiales y denunciando toda suerte de conspiraciones relacionadas con la terrible pandemia que nos azota. No puedo dejar de preguntarme si las redes sociales no han hecho sino oficiar el funeral de las verdades. Da la impresión, además, de que si la verdad se ha convertido en irrelevante, a esto han contribuido políticos y autoridades que pensaban que podían beneficiarse de esa nueva ola. Quizás las imágenes del viernes sean solo una desagradable casualidad, pero uno no puede evitar ser pesimista.
Sergio Palacín García. Alicante
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