_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Peligro: botellón

Muchos jóvenes se creen a salvo: pero contagiarán a sus mayores. Muchas familias confunden los lazos de sangre con la protección de la convivencia

Xavier Vidal-Folch
La Policía Local de Alicante interviene en un botellón.
La Policía Local de Alicante interviene en un botellón.Europa Press

Empieza a aflorar el coste anímico oculto del confinamiento. Tres meses largos con privaciones de todo tipo, en una sociedad abierta, interactiva y consumidora, acaban pasando factura. Es de una lógica aplastante, la de la olla a presión. Lo habían advertido psicólogos, sociólogos, agentes sociales. Pero el conjunto de la población, y sobre todo la dirigencia, apenas lo interiorizaron, apretados como estaban a las urgencias de sobrevivir y de orquestar la supervivencia.

Así que ahora surge lo que la excepcionalidad sanitaria mantuvo a raya. Los sanitarios protestan por la asimetría entre el elogio recibido y su rácana plasmación práctica, y reacciones similares apuntan entre otros colectivos tan encumbrados en los balcones y por la retórica oficial como mal tratados. Un sordo rumor de fronda social, machihembrada de desánimo, pesimismo y rabia a duras penas contenida, se percibe aquí y allá.

Y la expresión más conspicua —y más frívola— del malestar se fragua en forma de botellón juvenil, de barbacoa familiar y de arrechuchos indebidos en encuentros grupales. Muchos jóvenes se creen a salvo: pero contagiarán a sus mayores. Muchas familias confunden los lazos de sangre con la protección de la convivencia. Muchos grupos creen llegada la hora de soltarse.

Y entre tantas pulsiones erróneas, la sagrada trinidad de la mascarilla, el gel y la distancia de dos metros hace agua. Es más, para muchos resulta con razón irritante que las Administraciones centrifuguen sus limitaciones, o su inoperancia, hacia la responsabilidad de la población. Si la única prevención eficaz es enmascararse, engelarse o distanciarse, se razona, ¿qué protección adicional procura la dirigencia?

Por eso urge que esta vitamine su legitimidad con mejor empeño y resultados tangibles. No es de recibo la brutal escasez generalizada de rastreadores, ni la incuria en preverlos. Ni la localizada reiteración de la penuria de sanitarios especializados en algunas localidades. Ni la reincidente falta de control en determinadas residencias, donde se gestan reinfecciones. Ni la sorprendente ruptura de la cadena de mando en algunos puntos: la Secretaría de Salud Pública de la Generalitat ha estado indolentemente vacante desde final de mayo ¡hasta anteayer!

Si los Gobiernos autonómicos —que prometían perfección al recuperar enteramente el bastón de mando— pretenden que se sigan sus recomendaciones, sobran cantinelas, retórica y elogios. Simplemente, den ejemplo. Cumplan su deber.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_