_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Delito

Todos estamos en peligro, indefensos por igual frente a una maquinaria tan dañina como, por definición, impune

Almudena Grandes
Coronel Perez de los Cobos
Diego Pérez de los Cobos durante el acto de toma de posesión como nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en abril de 2018.Rodrigo Jimenez (EFE)

Solo encuentro un aspecto relevante en este asunto. Porque todas las personas que ejercen cargos de responsabilidad en el ámbito público o privado, de ministras a consejeros delegados, de jefas de servicio a obispos, de entrenadores de fútbol a directoras de colegio, ejercen a diario el derecho a formar sus propios equipos y relevar a sus subordinados cuando les parezca oportuno. Marlaska ha pecado, a lo sumo, de exceso de sinceridad. Si hubiera sido un poco más calculador, más hipócrita, habría esperado a que se filtrara el informe de Pérez de los Cobos para cesarle después. Tampoco habría tenido que esperar mucho. La primera filtración se produjo en un programa matutino de Antena 3, donde se reveló parcialmente su contenido con la manifiesta intención de atacar al Gobierno. Se me han puesto los pelos de punta al leerlo, dijo el periodista que lo comentó, y en eso estoy de acuerdo con él. La lectura del informe que la jueza Rodríguez Medel intentó preservar de la difusión pública, le pone los pelos de punta a cualquiera. Ese es, en mi opinión, el único escándalo que se ha producido, el único riesgo que ha corrido nuestra democracia. Que un coronel de la Guardia Civil redacte o firme, me da lo mismo, un texto plagado de errores deliberados o involuntarios, aderezados con noticias falsas, bulos desmentidos y opiniones subjetivas, con el fin de facilitar la imputación de uno o varios responsables políticos a quienes, cabe deducir, no se podría procesar sin manipular los datos, implica que todos estamos en peligro, indefensos por igual frente a una maquinaria tan dañina como, por definición, impune. Yo creo que esto no tiene relación alguna con el honor. Diría que, sin embargo, tiene bastante que ver con el delito.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Almudena Grandes
Madrid 1960-2021. Escritora y columnista, publicó su primera novela en 1989. Desde entonces, mantuvo el contacto con los lectores a través de los libros y sus columnas de opinión. En 2018 recibió el Premio Nacional de Narrativa.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_