“La tecnología está aquí para sumar, pero no sustituye a un buen profesor”
David Calle es profesor de matemáticas y finalista del Global Teacher Award
En marzo, centenares de miles de alumnos españoles y sus profesores se enfrentaron, de repente, al desafío de aprender y enseñar desde casa a través de Internet. Y un montón de ellos necesitaron de la experiencia de gente como David Calle (Coslada, Madrid, 1972), que lleva 10 años utilizando las posibilidades que ofrece la Red para transmitir sus clases de matemáticas, lo que le ha valido llegar a ser finalista del Global Teacher Award, un galardón a los mejores maestros del mundo. Aun con esa experiencia, “a todos nos ha tocado improvisar desde marzo”, reconoce.
Pregunta. ¿Su público ha cambiado? ¿Y las actitudes hacia sus productos?
Respuesta. Evidentemente, sí. Las visitas han aumentado. Hay muchos más profesores que antes, y le está viniendo genial para actualizar los contenidos, especialmente para los que no pueden ir a clase. Adaptarse a la semipresencialidad es mucho más que las clases online; no es hacer lo de siempre a través de una cámara. Hace falta un proceso de adaptación. Los alumnos ya estaban acostumbrados a los vídeos y ya recurrían a ellos de forma habitual; lo que ha cambiado es la obligación.
P. Me imagino que cada niño es un mundo y que cada uno responde de una manera, pero esto debe de ser muy duro para ellos.
R. La tecnología está aquí para sumar, pero no sustituye a un buen profesor. La interacción entre alumno y profesor y entre sus compañeros, esa parte más humana, es insustituible. Ya no están aprendiendo a ser personas. Las ecuaciones de segundo grado se absorben, pero cosas como aprender a trabajar en equipo y hablar en público, toda esa parte es para toda la vida. Los niños lo llevan mal, pero de forma muy estoica. Y cada edad es diferente en las vivencias que se pierden. Los más pequeños porque no pueden estar con los amiguitos, los adolescentes se pierden la parte más bonita de su edad…
P. Para los profesores tampoco es sencillo.
R. Claro, no es un momento fácil. Sobre todo en los primeros ciclos, porque no pueden estar con sus alumnos como querrían. Los de secundaria lo llevan mejor.
Posiblemente, el mejor regalo para los niños estas fiestas sea evitar que estén solos y que tengan tiempo de calidadDavid Calle, profesor de matemáticas y finalista del Global Teacher Award
P. Su especialidad son las matemáticas, que tienen y tendrán importancia para buscar soluciones para la enfermedad, tanto en su prevención como en su cura. ¿Eso se incorpora a sus clases?
R. Estoy intentando hacer lo de siempre. Me daba un poquito de reparo hablar de la pandemia, me parecía un poco oportunista. Mi idea es que se olviden del coronavirus un rato. Eso sí, he grabado un vídeo sobre el papel de la química en la salud, que sepan cuál es el proceso de creación de una vacuna… A ver si esto sirve para poner en evidencia la labor de la ciencia, que es la única que nos puede ayudar en todo esto. A ver cómo nos enfrentamos en clase a lo que hace la ciencia y traer sentido crítico.
P. ¿Hay alguna película o videojuego que recomendaría para reforzar el interés por las matemáticas y sus consecuencias en la vida real?
R. Sobre las matemáticas, La vida de Pi es espléndida. Una mente maravillosa, El club de los poetas muertos, cualquier documental sobre el cambio climático… Hay que enseñarles ese tipo de cosas, que la ciencia está detrás de la vida mejor.
P. El calendario escolar marca las fiestas navideñas con líneas rojas. Estas van a ser muy diferentes de las demás. ¿Cómo se explica eso a los niños? ¿Qué pueden hacer padres, profesores, niños para sacarle el mayor tiempo posible a este tiempo?
R. Evidentemente, yo les diría, salvo que estén en bachillerato, que no estudien, que disfruten, que intenten jugar, que hablen al menos con los amigos, que disfruten todo lo posible. Al final, los niños son los que mejor lo llevan y los que más lo entienden. Lo mejor que pueden hacer es encontrar todo el tiempo o el de mayor calidad viable, 20 a 25 días sin clase al menos en casa y, en la medida de lo posible, evitar que estén todo el rato delante de la pantalla.
P. ¿Hay algún regalo que pueda servir para ayudar a la educación de los niños en estos tiempos complicados?
R. El mejor regalo posiblemente sea evitar que estén solos. Hace falta tiempo, cariño y encontrar actividades con los amigos, aunque sea online. A partir de ahí, cada niño tiene algo que le apasiona; hay que intentar potenciarlo con algún regalo que esté relacionado.
Las Navidades más íntimas
Estas fiestas van a ser muy distintas a las que se recuerdan. No nos podremos reunir todos los que querríamos, ni regalarnos todo lo que nos gustaría, ni viajar a muchos lugares. Pese a todo, es importante rescatar el sacrificio personal y el esfuerzo colectivo con el que hemos plantado cara a la crisis. También la solidaridad y la empatía que ha generado entre nosotros y la revalorización de nuestra libertad y de nuestros afectos.
Aquí presentamos algunos testimonios de personas que han estado en primera línea contra los efectos de la pandemia y son sus voces las que nos invitan a cuidarnos, a cuidar a los demás, y a renovar las esperanzas en un mejor porvenir.
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