Los sonideros suben el volumen más allá de los barrios en México
La música tropical de los sistemas de sonido mexicanos conquista nuevos públicos y espacios tanto dentro como fuera de las fronteras
![El evento Boiler Room Sonidero Especial en el bar Barba Azul en Ciudad de México, el 14 de noviembre de 2024.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/THYPMRHSJRF5XIDBOTJQCZLY4U.jpg?auth=56cd2a05e42124b54b7313313d885a2a03549767c50e4855a80beca41a803ece&width=414)
![Alejandro Mendoza](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fd00d127c-34f9-4270-831f-c895e88ed7ea.png?auth=feacf2aadf152818ddff62dd00208ab43e467059dff3274908b11b5fcbdaa897&width=100&height=100&smart=true)
En el centro de la abarrotada pista del cabaret Barba Azul, en la colonia Obrera de la Ciudad de México, una rueda se abre entre la gente para darle espacio a las parejas y los grupos de baile, que aprovechan para lucir sus mejores pasos de cumbia y salsa. Esta escena cotidiana de la capital ocurre, sin embargo, en medio de una sesión de Boiler Room, un concepto de fiestas de música electrónica en clubes y locaciones icónicas alrededor del mundo, que se transmiten en vivo por internet. La diferencia en esta ocasión es que la cabina no está ocupada por Carl Cox, Fred Again o cualquier otro DJ de fama internacional, sino por Pedro Perea, la voz detrás del Sonido La Conga. “¡Échale sabor!”, alienta al público desde el micrófono, que le responde cantando cada canción a todo pulmón.
Esta edición especial de Boiler Room, que fue parte de la serie System, en la que dan espacio a artistas del sound system en diferentes ciudades del mundo, es una prueba del momento dulce que los sonideros mexicanos viven actualmente. Su música y la cultura de barrio a la que pertenecen no solamente está llegando a otros lugares y estratos de México, sino que ha empezado a atraer los reflectores internacionales, sin sacrificar su esencia. La fiesta en el Barba Azul tuvo lugar en noviembre del año pasado, pero Perea todavía recuerda la emoción que sintió al darse cuenta de que, a pesar de que los asistentes no eran “netamente sonideros”, estos corearon y bailaron toda la música que seleccionó ese día. “Nosotros estamos contando nada más con un público sonidero y, de repente, llega esta gente y también conoce esas canciones”, reconoce entusiasmado.
Los videos de aquella noche demuestran la diversidad de espectadores que los sonideros son capaces de convocar. En ellos se puede ver a un vecino de Tepito —una de las cunas de este movimiento— con el nombre de su barrio en la playera, a un cholo con la cabeza rapada para dejar ver sus tatuajes o a grupos de baile veteranos vestidos de malla y pedrería de imitación para brillar bajo las luces. Además, Perea recuerda claramente haber visto entre el público “caras de otros países; gente con rastas o con bototas, o sea, gente completamente diferente a lo que es un sonidero”. Pero todos, sin excepción, bailando al ritmo de las cumbias rebajadas y los temas clásicos de la música tropical que lanzaban desde la cabina los sonideros que acompañaron a La Conga ese día, como Sonidera MX y Amantes del Futuro, de la nueva generación, así como el mítico Sonido La Changa, el máximo representante de esta escena.
![Ramón Rojo Villa, fundador del Sonido La Changa, en el evento Boiler Room Sonidero Especial en el bar Barba Azul.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ID4AZWHSQVC4VCE7GLGXATRLQM.jpg?auth=ad87370cdefe589715f2a2898be3f99740024d97dc55ee2aabb2b02633f5a9b5&width=414)
Hay un viaje muy claro de la cultura sonidera para llegar hasta este punto. La casilla de salida se puede ubicar en marzo de 2023, cuando más de 30 proyectos sonideros se presentaron en la plancha del Zócalo de la capital en un evento multitudinario. Más tarde, en octubre de ese mismo año, el Gobierno de la Ciudad de México decidió catalogar al movimiento como patrimonio cultural inmaterial de la capital y, para la noche de Año Nuevo de 2024, invitó a Polymarchs a amenizar la tradicional fiesta en el Ángel de la Independencia con la “discoteca más grande del mundo”. Esta es la ola a la que quiso subirse Boiler Room, según cuenta su programador musical Joe Howard, que estuvo a cargo de la sesión con los sonideros. “No creo que esta cultura difiera mucho de la que existe alrededor de la música electrónica. Ambas proveen espacios para que la gente baile, socialice y haga comunidad”, reflexiona sobre la decisión de realizar este evento.
Tras la publicación de la sesión sonidera de Boiler Room, las reacciones en las redes sociales se dividieron en dos bandos. Una gran mayoría respondió “con amor y respeto hacia los artistas”, afirma Howard, a quien le sorprendió especialmente el afecto de la gente por las viejas leyendas, como La Changa. “La cultura de los DJ se centra sobre todo en los jóvenes, así que esto fue particularmente satisfactorio para mí”, celebra. Sin embargo, también hubo voces que reclamaron por la “gentrificación” que un proyecto extranjero estaba haciendo de este movimiento netamente popular. Pero en opinión de Joyce Musicolor, la operadora de los controles de Sonidera MX, “la gente que opina eso es porque realmente no ha ido a un evento de barrio”.
![Asistentes bailan cumbias en el bar Barba Azul, en la Colonia Obrera de Ciudad de México.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/M4Q2NLBGFFGF5LYFOUK2UODCTU.jpg?auth=6f653e98b86f4f9da48f3fbe5641d64146f83ff27c880d7c48a567d900f409fb&width=414)
![Joyce Musicolor, de Sonidera MX, fue una de las dos mujeres en participar en el Boiler Room Sonidero Especial, en noviembre de 2024.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EWN6VTUPJFDXLF7Q6CK4BBXGAE.jpg?auth=13620ad7b2eb0ec0b133c4088368db37c56bc6ef798a4969318a1d6cd1a3430e&width=414)
![Un público diverso acudió al bar Barba Azul, un emblemático cabaret de la Ciudad de México, para bailar en el evento de sonideros.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HYPIHSRDJ5DEBE54EXXDXHA7GU.jpg?auth=89b357d7b3193105ff51d2b72a19d7ee0473a9f043b656dddf0ae464daee3c65&width=414)
![En 2023 el Gobierno de la Ciudad de México decidió catalogar a los sonidos como patrimonio cultural inmaterial de la entidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RTTVOPY2HRC2VEVDTK3V3QOFO4.jpg?auth=ab281686d3891757f56600d68b89b27f276c22158431bbb5f461403031a38d29&width=414)
![Marco Sonidero manda saludos durante el Boiler Room Sonidero Especial, el 14 de noviembre de 2024.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5DXZPJXQSBBV3ACI2AOGESG5VA.jpg?auth=64cd2ee387ff9aae625c8fcf801e95dccde192354f36f32dbef023b0522f1ba9&width=414)
De hecho, Joyce no culpa a estas iniciativas de que los sonideros estén saliendo cada vez más de los barrios. Ella, que fue una de las dos mujeres que participaron en la fiesta de Boiler Room, considera que ocupar estos nuevos espacios y buscar nuevos públicos es en realidad una necesidad de estos tiempos. “Nuestro propio gobierno ya no nos da permiso de hacer fiestas en las calles”, señala, “y la manera de subsistir es entrando a los lugares que ahora nos están abriendo la puerta, que son los bares, las discotecas, el Centro Histórico y otros foros donde antes no tocábamos”. Pero, aunque esto pueda inevitablemente “transformar la cultura sonidera”, Joyce asegura que la esencia de un sound system mexicano está en “agarrar un micrófono, animar al público y mandar saludos”, algo que puede hacerse por igual en la calle o en un antro.
“Por eso”, coincide Dany Alvarado, DJ del Sonido Confirmación, “un changazo es un changazo y un saludo de La Conga es un saludo conguero”. A petición de Joe Howard, de Boiler Room, Alvarado fue el encargado de seleccionar a los sonideros que se presentaron en la fiesta del Barba Azul. Esta ocasión no fue la primera en que la cultura de los sistemas de sonido mexicanos tuvo contacto con el extranjero, ya que La Changa se ha presentado con anterioridad en Barcelona, La Conga toca varias veces al año en Estados Unidos y tanto Amantes del Futuro como Turbo Sonidero han dado shows en Berlín. Esa es la prueba, según Alvarado, de que “la cumbia, como género, ya está abrazando a seres humanos de otras partes del mundo”. Pone también como ejemplo a los jóvenes de Medellín y Bogotá, en Colombia, que “están totalmente emocionados y atrapados con la música de Amantes del Futuro”, al igual que Iggy Pop, que incluyó a este sonidero en su última playlist de cumpleaños para la BBC. Pero tampoco se olvida de los “jovencitos de 15 años que ensayan sus rutinas de baile con música de la Sonora Matancera en los parques de sus barrios”. “Negro, blanco, flaco o flaca: nadie se puede aguantar”, sentencia. “La cultura sonidera está viva y es para todos”.
![Dani Alvarado,de Sonido Confirmación, en su presentación en House of Vans, el pasado 9 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AIPEAWWMG5EVBI4DOSZBNRTT6Y.jpg?auth=f9beefbd380c1880c7f8bb9eba78c3d6c908c33313baeb8b9b11b30916fd2240&width=414)
El viaje de la música sonidera fuera de México
La música sonidera llegó a los oídos del tunecino Samy Ben Redjeb (Cartago, 1971) por allá de 2009, de manos del peruano DJ Lengua. Ambos estaban realizando una tarea similar: Samy llevaba desde 2005 recopilando y editando música africana con su sello Analog Africa, mientras que el productor sudamericano hacía lo mismo con sonidos de América Latina. Después de escuchar las cumbias rebajadas de México, supo que quería lanzar un disco con canciones de este género. La tarea le llevó más de una década, ya que después de visitar la Ciudad de México y Monterrey para conocer más a fondo el movimiento sonidero, se encontró con que los nombres y los autores de muchas de estas cumbias eran desconocidos. Debido a que algunos temas eran descubrimientos exclusivos de los sonideros, estos rayaban o borraban los nombres de las canciones en las cubiertas para evitar que otros pudieran utilizarlas.
Tras años de búsqueda de los nombres originales, Samy logró publicar en 2022 el álbum Saturno 2000, en el que recopiló 14 cumbias rebajadas de los años 1962 a 1983. Dos años más tarde, en noviembre de 2024, lanzó el Super Disco Pirata, que reúne los temas sonideros más famosos del período 1965-1980 y que se distribuían mediante copias ilegales en Tepito. “La música no está hecha para quedarse en un lugar”, comenta el fundador de Analog Africa, que muchas veces ha sido cuestionado por editar canciones de otros países. “La música no conoce fronteras, está hecha para viajar. Cualquier pueblo que acepte una música en su corazón, la puede tomar y divulgar, en beneficio de la persona que la creó”. Sus discos recopilatorios se han vendido principalmente en Estados Unidos, Canadá, Francia y Reino Unido, por lo que son nuevos destinos a los que ha ayudado a llegar a la música sonidera.
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