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De matamoscas a saborizantes: México detecta hasta 30 sustancias de las que no se informa en los cigarros electrónicos

El Ejecutivo ha requisado más de 72.000 ‘vapeadores’ desde mayo y advierte de que han hallado linalol, que se “usa para matar moscas y cucarachas”

Rodrigo Soriano
hombre fumando de un cigarro electrónico
Foto de archivo de un hombre fumando de un cigarro electrónico.Adnan Abidi (Reuters)

México da un paso más en su lucha contra los cigarrillos electrónicos. Los investigadores nacionales han encontrado 33 sustancias dentro de los llamados vapeadores, de las que solo tres se reportan en los empaquetados, según ha informado este martes Alejandro Svarch, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en la conferencia matutina del presidente. Svarch ha asegurado que entre los elementos encontrados en el cigarro electrónico había linalol, “utilizado para matar cucarachas”.

Los componentes que se anuncian públicamente son tres, glicerina, propilenglicol y saborizantes. “Esto supone un engaño al cliente, que cree que es menos dañino porque solo tiene saborizantes y nicotina, aunque en realidad tiene más”, ha aseverado el titular de Cofepris. El laboratorio nacional ha visibilizado, a través de una metodología propia, elementos dañinos como el dimetil éter, una sustancia altamente inflamable; el alcohol bencílico, utilizado en jabones, cremas o productos de limpieza; y el propionato de etilo, un componente que causa el mal olor en el sudor.

El profesor de toxicología industrial en la Universidad Nacional Autónoma de México, Francisco Mercado, asegura que muchas de las sustancias que portan los vapeadores son tóxicas. A pesar de ello, Mercado insiste en la problemática de la nicotina, uno de los elementos reportados por los fabricantes: “Se debe prohibir su uso, es una toxicomanía, es decir, una adicción tóxica”. El profesor tilda de “pandemia invisibilizada” al uso de la nicotina y se apoya en las cifras de la Organización Mundial de la Salud, que cuenta más de ocho millones de muertes a causa del tabaco.

México empezó hace seis meses a concienciar a la población para acabar con el uso de este producto y se prohibió su venta. El Gobierno ha confiscado más de 72.000 cigarros electrónicos desde el mes de mayo, en el que el presidente del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, firmó un decreto para prohibir su comercialización. Cofepris y la Secretaría de Gobernación presentaron una alerta máxima sanitaria ese mes, debido a la detección de sustancias tóxicas que podrían ocasionar “enfermedades respiratorias e incluso la muerte”.

Svarch ha indicado que el único objetivo de las tabacaleras es “vender cigarrillos”, sin atender a los costos que vienen asociados, como las afecciones a la salud. Y ha asegurado que los vapeadores son “únicos en su género” y su uso puede provocar enfermedades y hasta la muerte. “[Los cigarros electrónicos] fueron creados con la excusa de ser útiles para acabar con la adicción al tabaco y, no obstante, tienen como fin crear más adicción entre los jóvenes”, ha apuntalado Svarch.

López Obrador ha afirmado que México es de los pocos países en los que se ha realizado un estudio sobre los vapeadores. “Son muchos los intereses. Es un engaño que se exponga que tiene tres sustancias que no hacen daño y resulta que son 33”, ha añadido el presidente mexicano. Ha indicado que estas empresas “gastan mucho en publicidad” y que los fabricantes tienen lobbistas capaces de sobornar. En una presentación proyectada durante la conferencia matutina, se ha señalado que, en 2020, las compañías gastaron 164.000 millones de pesos (8.190 millones de dólares) en publicidad.

Entre otras sustancias detectadas por Cofepris, se ha informado de glicerina, propilenglicol, saborizantes, dimetil éter, alcohol bencílico, propinato de etilo, acetato de isoamilo, linalol y mentol.

La coordinadora del Instituto RIA (una institución que investiga las políticas sobre drogas), Romina Vázquez, considera que la problemática en torno al cigarro electrónico se encuentra en que no hay una regulación concreta sobre las sustancias que puede llevar el dispositivo. “No tiene mucha lógica advertir de las problemáticas que puede causar una sustancia que no se prohíbe”, cuenta Vázquez.

En el panorama internacional, varios países han concienciado de su uso y han puesto restricciones. España equiparó en 2017 el cigarro electrónico con el tabaco convencional en materia publicitaria y, en 2020, advirtió de los posibles efectos en la salud de los fumadores pasivos. En 2019, la India prohibió los dispositivos de vapeo y China impidió su venta y publicidad a través de internet. Estados Unidos vetó en enero de 2020 los vapeadores de sabores, excepto los de tabaco y los mentolados, debido al aumento de su consumo entre adolescentes y la proliferación de una enfermedad pulmonar mortal vinculada a su uso. Este año, el Gobierno estadounidense retiró del mercado los cigarros electrónicos de la compañía Juul al no poder evaluar los posibles riesgos toxicológicos.

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Sobre la firma

Rodrigo Soriano
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Ciudad de México. Estudió Periodismo en la Universidad de Valencia y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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