Cómo no arrepentirse de compras innecesarias cuando se tiene el primer hijo
Dejarse asesorar, analizar las necesidades, no adquirir productos que no estén alineados con las rutinas o con la economía familiar son algunos de los consejos para padres primerizos de la ‘baby planner’ Belén Marinone
Sucede en la mayoría de las ocasiones. Una pareja descubre que está esperando un bebé y enseguida comienza el proceso de preparación y con ello la búsqueda de información. Y cuanta más mejor. “Esa sobreinformación, o infoxicación, es justamente una de las causas que nos llevan a cometer errores porque perdemos la capacidad analítica”, asegura Belén Marinone (Buenos Aires, 38 años), baby planner, es decir, experta en asesoramiento para futuros progenitores, y fundadora Babyplanner Academy (academia para la formación de futuras baby planners presente en nueve países). “Cuando unos padres primerizos, con muchísimas dudas, y al mismo tiempo deseo de hacer lo mejor, se exponen a estímulos constantes de soluciones, pero no tienen la capacidad de evaluar y analizar cuáles serán sus necesidades, deben confiar en las opiniones o recomendaciones externas”, añade la autora del libro Nace una mamá. 12 claves para planificar la llegada de tu bebé: La guía práctica para el embarazo (Goodreads, 2022). Aunque la experta, con una década de experiencia en el sector, incide en que la mayoría de las veces esas sugerencias están sesgadas, ya sea por la opinión de algún familiar o por un interés económico —publicidad, ventas—.
La inexperiencia normal y esperable de los padres primerizos, según relata Marinone, sirve para que hermanas o amigas que han sido madres den su opinión. “Pero los consejos de alguien del entorno a veces no son bien recibidos porque se toman como intromisiones”, reconoce la también experta en lactancia materna con posgrado de la Universidad Blanquerna de la Facultad de Ciencias de la Salud, en Barcelona. “Sin embargo, cuando un profesional nos dice cómo proceder, parece que estamos más dispuestos a escuchar”.
Ser realista es fundamental para poder asesorar y para dejarse asesorar. “La futura mamá tiene que contar con una información objetiva y contrastada que le permitirá tomar decisiones propias que afectarán a las características de esos productos que necesitará, como métodos de crianza, rutinas, desarrollo, sueño, lactancia y alimentación, etcétera”. Además, tener en cuenta el espacio; los gustos e intereses, la durabilidad de uso de los productos, el quién y cuándo se utilizarán, son cuestiones que hay que plantearse para después ofrecer las mejores soluciones. “La clave de mi asesoramiento es la personalización, porque no tiene las mismas necesidades una persona con un piso de 60 metros cuadrados que una en una casa de 300″. Y pone otro ejemplo. “Hay mujeres que no pueden dejar de lado ciertas cosas de su empleo y teletrabajan. A esa madre probablemente le vendrá muy bien saber las opciones del pañuelo de porteo para los primeros meses porque podrá tener a su bebé pegadito y con las manos libres para hacer lo que necesite”.
Marinone explica también que hay un montón de compras típicas de las que después los padres primerizos se arrepienten: “Una bañera para el bebé que ocupa todo el baño; un cuco que usará poquísimo, por no decir nada; esterilizador de biberones cuando después están dando el pecho más allá de seis meses…”. ¿Cómo evitar esto? La experta reconoce que es imposible dar una lista que sea apta para todos. Para ella lo ideal es hacer un listado que logre conjugar y analizar todas las situaciones y que se adecúe a las necesidades específicas de cada madre y padre. En cualquier caso, sí se anima a enumerar los productos de los que, según su experiencia profesional, se arrepienten más los primerizos por no hacer un análisis previo y no tener en cuenta las circunstancias personales o los métodos de crianza.
- Controles de seguridad específicos para un bebé sano: como los que alertan de ritmo cardíaco, temperatura, oxígeno en sangre. “Estos pueden provocar el efecto contrario y generar una sobrealerta angustiosa y estresante en los padres”.
- No se necesita tener cinco termómetros en casa, con uno bueno es suficiente: “Por tanto, no es necesario que la bañera tenga termómetro, que el vigilabebés tenga termómetro, etcétera. Esos extras en los productos pueden encarecer mucho el original con una solución que en realidad no se necesita”.
- Un parque de juegos cerrado cuando no hay una necesidad específica: “Es mucho más beneficioso delimitar una zona segura en el suelo que le permita el movimiento libre para su desarrollo neuronal y motor”.
- Hamaca eléctrica: “Es un producto que nos puede ayudar muchísimo en el día a día, pero si queremos pensar en el buen desarrollo del bebé lo ideal es el suelo, así que con una hamaca más básica estaremos más que bien”.
- Cambiador para la habitación con bañera o bañera de baño con cambiador: a menos que las condiciones lo exijan, siempre será más práctico y fácil bañar al bebé en el baño del hogar y cambiarlo en su habitación donde está su ropa y todos los elementos de cambio.
“Cada familia es distinta y, por supuesto, hay muchos tipos de economía, pero para la gran mayoría suelo aconsejar siempre que, para no malgastar pero satisfacer perfectamente las necesidades, se busquen opciones que puedan cubrir varias cosas”, explica. “Como, por ejemplo, un cochecito con capazo blando que sea a la vez silla ligera (así se ahorraría el comprar un capazo y una silla ligera cuando crezca)”, prosigue, “o el sistema de retención infantil para el automóvil (grupo 0+1) que cubra desde el nacimiento hasta los cuatro años aproximadamente (evitando la compra del grupo 0)”.
La parte emocional de la llegada de un bebé
La baby planner Belén Marinone reconoce que las dudas de los futuros padres van muy acordes a los tiempos de embarazo. “Los primeros meses mayormente aparecen dudas como ¿por dónde comienzo? o ¿qué necesito para mi bebé?, cuestiones más relacionadas con lo material”. Según transcurren los meses de gestación, según la experta son recurrentes las dudas sobre la lactancia, la alimentación complementaria, el sueño: “Cuestiones necesarias para cubrir el rol de madre”. Al final del embarazo, las dudas se centran en el proceso de parto y los cuidados de los primeros días.
Para Marinone es destacable, y en esto le gustaría hacer hincapié, que por su experiencia y, según varias encuestas realizadas, lo que no suelen preguntar los padres primerizos es acerca del posparto y el cambio emocional que significa ser madre: “Y esto hay que hacerlo porque es fundamental en cualquier proceso de maternidad y paternidad”.
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