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Marion Le Muzic, escritora: “La autodefensa no pretende decir a las chicas que tienen que tener cuidado, sino todo lo contrario: que pueden ser libres”

La educadora social acaba de publicar ‘¡Basta! Guía de autodefensa feminista para adolescentes (y más...)’, un manual que con el que quiere empoderar a las jóvenes a partir de los 12 años y ofrecerles herramientas ante una situación de abuso o agresión sexual

Manifestación en Sevilla por el Día Internacional de la Mujer de 2022.
Manifestación en Sevilla por el Día Internacional de la Mujer de 2022.PACO PUENTES

En las primeras páginas de su libro ¡Basta! Guía de autodefensa feminista para adolescentes (y más...), que Marion Le Muzic (Lannion, Francia, 42 años) concibió como un cómic para su sobrina y que cuenta con ilustraciones de María Kronsky, la autora comienza explicando que el género no es algo físico sino una construcción social: “Comportamientos y cualidades que la sociedad considera apropiados para hombres y mujeres y que, por exigencias del patriarcado, hemos integrado e interiorizado. Tales como depilarnos, jugar con muñecas o ser madres entregadas de nuestros hijos y maridos”. “La autodefensa feminista comenzó a principios del siglo XX, con las primeras mujeres en Inglaterra que pedían el derecho al voto”, cuenta Le Muzic a EL PAÍS a través de videoconferencia, “pero ha evolucionado hasta convertirse en una serie de herramientas de defensa para que las mujeres puedan ser libres, independientes y hacer lo que quieran y cuando quieran”.

Para la autora y también educadora social, las técnicas de autodefensa planteadas en su libro ayudarán a las adolescentes y a sus familias a defenderse ante un abuso o una agresión, a no sentir vergüenza y a denunciar. Bajo el lema Somos el grito necesario, las marchas convocadas para este 8M, Día Internacional de la Mujer, reivindican, entre otras cosas, más seguridad y educación para amparar a todas las mujeres.

PREGUNTA. ¿Qué es la autodefensa feminista?

RESPUESTA. Lo primero de la autodefensa feminista es aprender a visualizar, a darse cuenta de las situaciones de violencia que podemos vivir en el día a día. Lo segundo es intentar poner un límite frente a lo que nos parece desagradable o queremos que pare y, luego, saber reaccionar de manera verbal, de manera física, huyendo o pidiendo ayuda. No pretende dar una respuesta por cada situación de agresión, pero sí ofrecer varias técnicas posibles que podemos elegir en función de la situación, pero también de la personalidad. No reaccionas de la misma manera si eres una chica muy tímida o introvertida o si no tienes miedo de hablar y de contestar. De la misma manera, no vas a elegir la misma estrategia si estás sola en la calle de noche o si estás en una fiesta con amigos. La autodefensa feminista pretende ofrecer toda una serie de técnicas variadas en función de la víctima y de la situación.

P. ¿Por qué saber reaccionar es lo más importante de todo?

R. Porque muchas veces no estamos prevenidas ante una agresión sexista o machista y nos podemos bloquear. Pensar acciones previamente ayuda a tener la posibilidad para huir de una situación y reaccionar de manera adecuada.

P. ¿A qué edad cree que las familias deben empezar a hablar con las menores de las técnicas de la autodefensa feminista?

R. ¡Basta! está pensado para adolescentes a partir de los 12 años, más o menos, porque lo pueden leer solas si quieren. Antes de esa edad se puede acompañar a las niñas en la lectura. El libro es una buena herramienta para hablar de esos temas. Las menores sufren discriminación, acoso y machismo desde muy jóvenes, así que mejor hacer prevención lo antes posible.

P. ¿Cómo puede la familia ayudar a sus hijas a entender que no deben sentir vergüenza ante una agresión?

R. Creo que los padres tienen que trabajar su propio machismo interiorizado: es importante que en el día a día cuiden la manera de hablar de las mujeres, que dejen de hacer bromitas machistas o de culpar a las víctimas (por ejemplo, cuando ven la televisión en familia). Si las chicas ven que sus padres denuncian ciertos comportamientos machistas, dudarán menos a la hora de hablar si les ocurre algo. Muchas veces estamos avergonzadas frente a una agresión porque la sociedad nos dice que tenemos que estarlo. Pero las mujeres tampoco están exentas de hacer comentarios o críticas a veces desafortunados y esto puede tener un fuerte impacto sobre la vida de los niños y las niñas a su alrededor. Sin duda, existe una mayor responsabilidad (mucho mayor) por parte de los hombres, pero a la hora de vehicular estos estereotipos, todos y todas tenemos que poner cuidado porque la sociedad en la que nos hemos criado es profundamente machista y es muy fácil interiorizar estas ideas y trasmitirlas sin ser conscientes de que lo hacemos.

P. El libro habla de tres frases mágicas que les pueden servir a las adolescentes en las situaciones de agresión. ¿En qué consisten?

R. Es una manera no violenta de decir lo que una quiere que pase frente a una situación que le resulta desagradable o violenta. La primera frase que proponemos es describir la situación de manera objetiva: “Me estás poniendo la mano en la pierna”. La segunda es decir cómo nos resulta, cómo lo vivimos nosotras: “Me resulta incómodo”. Y la tercera frase es dar una orden, decir lo que quieres que pase. Expresar las cosas claras: “Para. Deja de decirme eso.”

Sin duda existe una mayor responsabilidad por parte de los hombres, pero a la hora de vehicular los estereotipos machistas, todos y todas tenemos que poner cuidado
Marion Le Muzic, escritora

P. El consentimiento es el eje central de la ley del solo sí es sí que se está volviendo a debatir en España. ¿Es difícil hacer entender a las jóvenes que es inherente a cualquier relación sexual?

R. Es bastante difícil. Y nos parece muy importante que las chicas sepan que incluso dentro de una pareja establecida se puede decir que no a una relación sexual. Que ceder no es consentir. No lo tienen entendido para nada. Incluso en fiestas, cuando hay alcohol o drogas, se ve que todavía no tienen claro el consentimiento. Hay que educar sobre este y otros temas. Es muy importante que en los institutos y en los colegios se haga prevención y educación a este respecto.

P. Que la víctima nunca es responsable es algo que queréis dejar claro en el manual.

R. Eso es muy importante para nosotras: quitar la responsabilidad de la víctima. Porque muchas veces, cuando somos víctimas de una agresión, lo primero es que nos sentimos culpables de no haber reaccionado como quisiéramos. Lo que queremos decir a las chicas es que no eres responsable, eres la víctima y te proponemos varias técnicas y con eso haz lo que puedas.

P. Porque todavía existen muchos prejuicios contra las mujeres.

R. Siguen muy vigentes esos prejuicios. La gente piensa que si la víctima está vestida de cierta manera puede ser responsable de la agresión que ha sufrido. El libro les ayuda a no sentirse culpables y a interiorizar eso. Y a saber que la autodefensa no pretende decir a las chicas que tienen que tener cuidado, que no tienen que salir después de una hora o cómo vestirse, sino todo lo contrario. Que las chicas pueden ser libres, independientes, hacer lo que quieran y cuando quieran y tener las herramientas para defenderse si pasa algo. Creo que las adolescentes denuncian más porque tienen menos miedo. Nos vamos dando cuenta de que lo que sufríamos antes no era lo normal y que tenemos que decirlo y no tenemos que tener ni miedo ni vergüenza porque somos víctimas.

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