¿Cómo detectar el acoso escolar? ¿Y si tu hijo es el acosador?

Este lunes de 2 de mayo, en el Día Internacional Contra el Acoso Escolar, quiero hacer un llamamiento tanto a la comunidad educativa, como a las familias y a los propios alumnos, ya que todos somos parte de la solución para acabar con el bullying en las aulas. Antes de responder a preguntas que nos preocupan, como por ejemplo cómo podemos detectar el acoso escolar, o incluso cómo saber si mi hijo es el acosador, un tema muy delicado para los padres, debemos analizar el triángulo del bullying. Un término cada vez más usado que es importante entender para frenar el acoso.

En pocas palabras, son las personas implicadas: víctima, acosador y espectadores. Estos últimos, sobre todo cuando son menores, suelen callar por miedo o porque de una forma u otra están disfrutando. Pero es valioso concienciar a toda la sociedad y, en especial, a los más pequeños, de que lo mejor es contarlo y no mirar hacia otro lado. Por ello, nosotros los maestros tenemos que estar atentos a las reacciones de la clase, a las relaciones entre los propios alumnos y querer involucrarnos.

Además, tanto los padres, como los docentes, debemos trabajar la sensibilización y prevención entre iguales, poniendo ejemplos y trabajándolo desde edades tempranas. Y, sobre todo, trabajar la empatía, que es uno de los valores esenciales para plantarle cara al bullying, ya que si vemos algo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros, ni a nuestra familia o amigos, está claro que es algo que no está bien.

Pero trabajar la empatía no es suficiente, es importante que los padres y madres sepan detectar si su hijo sufre acoso escolar. Sabemos que algunas veces es difícil, para ello os doy cinco recomendaciones que son relevantes para saber si los más pequeños de la casa sufren bullying: si su hijo se aísla, pone excusas para no ir al colegio, deja de comer, está triste o irascible y se vuelve apático. Ante esta situación lo fundamental es buscar ayuda profesional para que el menor afronte esta situación con las herramientas necesarias. Y dos puntos cruciales en estos casos es darle apoyo, ya que nadie merece ser acosado, y, sobre todo, fomentar la autoestima.

Otro aspecto valioso, que en muchas ocasiones se deja en un segundo plano, es cuando tu propio hijo es el acosador. Es considerable que las familias sigan pautas para detectarlo y poder enfrentarlo de manera efectiva. Algunos de los signos que nos puede ayudar a ello es cuando vienen del colegio con cosas que no has visto antes, juguetes, prendas de vestir… o incluso con dinero. Otro aspecto que nos pueden ayudar a detectar este tipo de comportamientos es cuando son crueles con los demás, incluso en casa.

Cuando un padre o madre descubre que su propio hijo es el acosador, entra en pánico o en negación, por lo que es importante estar tranquilos y saber cómo actuar. Primero hay que hablar con él, ayudarle a que entienda que los demás sufren y, sobre todo, acudir a un profesional y no utilizar comportamientos violentos en casa. Pero, desgraciadamente, en algunas ocasiones el niño que es acosador fuera de casa porque en casa es el acosado.

En definitiva, los docentes somos piezas fundamentales para acabar con la lacra del bullying, pero en muchas ocasiones no está en nuestra mano hacer nada más y tenemos las manos atadas, por lo que reivindico la creación de comisiones anti-acoso en todas las consejerías de educación con el objetivo de ir a los centros e interesarse por cada caso.

*Por Pilu Hernández Dopico, maestra y CEO de El Pupitre de Pilu

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