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Paracetamol en el embarazo: ¿es peligroso?

Una investigación confirma que su ingesta durante la gestación fue del 67,4% entre las encuestadas. La mayoría (99%) tomó la dosis terapéutica

Una mujer embarazada.
Una mujer embarazada.unsplash

Estudios epidemiológicos apuntan que el 65% de las mujeres embarazadas consumen paracetamol durante su periodo gestacional. Para determinar su consumo, su conocimiento sobre posibles efectos colaterales en el feto, y si la gestante fue informada sobre su uso, se ha diseñado un estudio prospectivo utilizando una encuesta dirigida a las puérperas ingresadas durante un periodo de tres meses, en el que la mayor parte de ellas tenía nivel de estudios universitarios (55,5%). Una investigación que se recoge en una carta científica, publicada en Anales de Pediatría, redactada por dos miembros de los departamentos de Neonatología y Obstetricia del Hospital Universitario La Paz, titulada Consumo de paracetamol durante la gestación.

El documento confirma que el consumo de paracetamol durante la gestación fue del 67,4% entre las encuestadas. La mayoría (99%) consumió la dosis terapéutica (<4g/día) y casi la mitad de ellas (45,7%) durante un mínimo intervalo de tiempo (menos de 3 días). El motivo de prescripción más frecuente fue la cefalea y el consumo de la dosis máxima diaria ≥4g/día se realizó en casos de cefalea (50% de casos), cuadro catarral (33,3%) u odontalgia (16,7%). La distribución del consumo de paracetamol en los diferentes trimestres de embarazo fue similar; 12,5% de gestantes lo consumió durante 2 trimestres y un 21,5% durante todo el embarazo. El texto concluye que “el consumo de paracetamol entre las embarazadas es mayor del reportado en la literatura y la información facilitada a las gestantes sobre los potenciales efectos secundarios o la dosis que se considera segura es insuficiente”.

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Compatibilidad con la gestación

La Food and Drug Administration (FDA) establece cinco categorías para los fármacos (A, B, C, D, X) en cuanto al nivel de riesgo que poseen sobre el feto. También recoge hasta qué punto la información disponible ha descartado el riesgo fetal, comparándolo con los beneficios potenciales para la madre. El paracetamol se incluye en la categoría B, aquel grupo fármacos sobre los que no existe evidencia de riesgo fetal por lo que su uso se acepta, generalmente, durante el embarazo. La doctora Sara Rubio, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Universitario Infanta Sofía, subraya que “la información de seguridad actualizada en 2020 nos indica que no hay evidencia del uso prenatal de paracetamol y el impacto urogenital o alteraciones del neurodesarrollo del niño expuesto intraútero. Por lo que, la Academia Americana de Pediatría y la Organización Mundial de la Salud consideran al paracetamol compatible con la gestación y la lactancia materna”.

En cuanto a la posología y administración de este fármaco durante el periodo de gestación, el doctor Alberto Rodríguez Melcón, jefe del Servicio de Obstetricia de Dexeus Mujer, expresa que “el paracetamol es el analgésico y antitérmico de elección en el embarazo. Uno de los fármacos más seguros y su uso está bastante generalizado”. Este especialista en obstetricia de Dexeus Mujer manifiesta que “el paracetamol se utiliza como tratamiento del dolor o para bajar la temperatura en casos de fiebre y debe usarse siempre que exista una indicación y una prescripción por parte de un profesional sanitario”. Asimismo, el doctor Alberto Rodríguez Melcón comenta que, como bien detalla la carta, “el uso del paracetamol durante el embarazo presenta una asociación con determinados trastornos: asma, hiperactividad, criptorquidia o autismo. Pero, el que exista una asociación no significa que exista una relación directa”. De todos los efectos secundarios, el que parece que puede tener una relación causal más probable, prosigue el jefe del Servicio de Obstetricia de Dexeus Mujer, “es el del cierre precoz del ductus arterioso, un vaso que permite al feto no utilizar la circulación pulmonar durante la vida intrauterina. Su cierre precoz conlleva complicaciones cardíacas al nacimiento. Es una complicación poco probable, pero que puede estar relacionada con el consumo de paracetamol”.

Otros fármacos, durante el embarazo

Además de la ingesta de paracetamol durante el embarazo, las mujeres suelen consumir otro tipo de fármacos durante este periodo. Los más frecuentes, según los expertos, son aquellos que tratan las náuseas o la acidez gástrica. También, si está indicado, se prescriben tratamientos antibióticos ante la presencia de determinadas infecciones. Asimismo, declara el doctor Rodríguez Melcón, “aquellas pacientes que tienen patologías previas a la gestación suelen continuar con sus tratamientos: antihipertensivos, hormona tiroidea, ansiolíticos o antidiabéticos. No es raro encontrar embarazadas que toman algún tratamiento durante la gestación. Normalmente, los beneficios de continuar con el tratamiento, tanto para la madre como para el feto, superan los riesgos que conlleva la toma de cualquier tratamiento. No hay nada inocuo”.

Pero, en una gestación que cursa con normalidad, la doctora Sara Rubio dice que “únicamente es necesario el suplemento con ácido fólico (Categoría A de la FDA) y yodo (en caso de una alimentación que no incluya sal yodada), aunque es frecuente que las gestantes a lo largo de esta etapa de su vida presenten alguna patología, tal como cuadros de dolor leve/moderado, que se pueden tratar con paracetamol”. Además, sigue esta especialista en ginecología y obstetricia, en ocasiones, “pueden aparecer patologías como la anemia gestacional, sobre todo en los últimos meses del embarazo, que se trata con suplementos de hierro vía oral (Categoría A de la FDA); alergia estacional, para la que se recomiendan antihistamínicos (la mayoría pertenecen a la Categoría B de la FDA), o infecciones del tracto urinario, para las que se recetan antibióticos (la mayoría pertenecen a la Categoría B de la FDA)…”.

Entre los criterios que deben cumplir los ginecólogos y obstetras en la prescripción de fármacos a las mujeres embarazadas durante su gestación, el doctor Rodríguez Melcón apunta que “los beneficios superen a los riesgos, básicamente. Debemos estar al día de los posibles riesgos fetales que existen con la exposición de las madres a los distintos tratamientos. Hoy en día existen múltiples herramientas online para hacer consultas y estar en posesión de la información más adecuada. Incluso en algunos hospitales, el servicio de Farmacología clínica emite informes sobre los riesgos asociados a la toma de determinados fármacos. Las mujeres deben ser conocedoras de estos riesgos y de la probabilidad de presentar alguna complicación para así poder tomar, desde la información, la decisión más adecuada”.

Menos es más

Frente a la prescripción de fármacos como paracetamol, ibuprofeno o antibióticos, ¿existen otro tipo de tratamientos que puedan suplir los efectos de los primeros y evitar así que las gestantes consuman medicinas que puedan poner en peligro el buen desarrollo del bebé? Según el doctor Rafael Jiménez, Madrid Gynecologic Center (MAGYC), Hospital Ruber Internacional, “la única alternativa a estos medicamentos es la no indicación de los mismos. Es frecuente la toma de paracetamol por catarros banales con febrícula que, normalmente, tratados con descanso y medidas caseras evitarían la toma de cualquier medicación. En ocasiones se utilizan los antibióticos como tratamientos contra catarros producidos por virus, donde el antibiótico es inútil y por tanto hay que evitarlos”. Por lo tanto, concluye este doctor, “durante el embarazo hay que evitar la toma de cualquier medicación que no sea estrictamente necesaria. Si está indicada, tomarla a las menores dosis necesarias y durante el menor tiempo posible, sobre todo durante el primer trimestre de la gestación”.

Por su parte, la ginecóloga del Hospital Universitario Infanta Sofia señala que, “en líneas generales, se puede afirmar que la mayoría de las gestantes reciben información detallada en la consulta de los especialistas acerca de la toma de medicamentos y sus posibles efectos adversos”. En cualquier caso, aconseja que, en caso de duda, “deben consultar al especialista antes de tomar cualquier fármaco, tanto si desconocen sus efectos como si los efectos no son los deseados (si no se está resolviendo el problema de base o se están presentando efectos secundarios)”. Una opinión con la que coincide el doctor Rafael Jiménez, quien sostiene que “los médicos tenemos la obligación de advertir a las pacientes que no tomen ningún tipo de medicación sin antes consultarlo y así suele constar en los folletos de consejos durante el embarazo”.

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