El PPE y los ultras aprovechan el examen europeo de Ribera para criticarla duramente por la gestión de la dana
Los populares europeos sugieren que la española aún tiene que dar explicaciones y deslizan que se podría dilatar aún más el proceso para recibir esas respuestas en Madrid y en Bruselas: “Necesitamos una clara seguridad política y jurídica” sobre la candidata, dicen en un comunicado
Teresa Ribera se ha defendido este martes en el Parlamento Europeo de las durísimas críticas del Partido Popular y de Vox, arropados por algunos de sus compañeros de grupo europeos, sobre la gestión de la dana de Valencia. El examen de la española para el cargo de vicepresidenta europea para Transición Limpia, Justa y Competitiva y encargada de Competencia ha sido duro, bronco y plagado de ataques de los conservadores y de los ultras, que llevan días tratando de embarrar su nombramiento y han buscado convertir la Eurocámara en un foro de política nacional. Populares y ultras maniobran en Bruselas para bloquear o como mínimo posponer el nombramiento de la española como integrante de la próxima Comisión Europea y han sugerido que puede llegar a ser imputada por la gestión de la dana. El Partido Popular Europeo (PPE) ha insinuado ya, tras el examen en la Eurocámara, que pedirá respuestas adicionales a Ribera y que esperan que la socialdemócrata dé explicaciones en el Congreso español, algo que está previsto para el 20 de noviembre. Aumenta la posibilidad de que se dilate todo el proceso.
“La Comisión debe estar libre de cualquier acusación, con su integridad fuera de toda duda. Necesitamos una clara seguridad política y jurídica”, ha dicho el presidente del PPE y jefe del grupo de los populares en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, en un comunicado. “En este momento tenemos dos vicepresidentas ejecutivas que aún necesitan abordar y resolver cuestiones en casa antes de asumir puestos de liderazgo en Europa”, ha dicho el conservador alemán aludiendo a la española y a la también socialdemócrata rumana Roxana Minzatu, a la que implican en un caso de obras irregulares en una propiedad. “Esperamos que Teresa Ribera responda a todas las preguntas pendientes sobre sus funciones ministeriales ante el Parlamento español antes de buscar nuevas responsabilidades en Europa”, ha añadido Weber.
Los vicepresidentes y comisarios se examinaban sobre sus carteras, sus planes para la legislatura y sus competencias para desempeñar el cargo y la misión encargada en la nueva Comisión Europea. Si quedan dudas, como ha sido el caso del comisario húngaro Olivér Varheliy, se puede requerir más información a contestar por escrito. En otras ocasiones —en las que ha llegado a caer alguno de los designados por casos graves pendientes o por un mal desempeño en los exámenes— así ha sido.
“No hay nada más peligroso que minar la credibilidad de las instituciones que nos alertan”, ha zanjado Ribera ante las preguntas sobre la dana que ha asolado Valencia del eurodiputado Jorge Buxadé, de Vox, uno de los negacionistas de la crisis climática, pero no el único en el Parlamento Europeo. “Mi principal preocupación es que la sociedad no sea capaz de valorar la amenaza auténtica que supone el cambio climático y los acontecimientos climáticos extremos”, ha añadido la española.
El examen de Ribera ha sido uno de los más duros a los que se han enfrentado los candidatos a comisarios y vicepresidentes que integrarán el Ejecutivo comunitario que iniciará su mandato previsiblemente el 1 de diciembre. Pero mientras que los legisladores europeos de los grupos (salvo alguna excepción) se han centrado en sondear los planes de Ribera para competencia y para el sector automovilístico en la transición verde, en qué hará con los gigantes tecnológicos o en los efectos de las políticas europeas para el campo, la oposición española ha cargado contra ella por la catástrofe de la dana —e incluso por el caso de corrupción por el que se investiga al exministro José Luis Ábalos—. En ocasiones, el PPE y la extrema derecha también se ha unido a las críticas. Ribera es la pieza clave de los socialdemócratas y contrapeso en un Ejecutivo comunitario escorado a la derecha.
“Ese examen es totalmente innecesario, se enfrentó en Valencia al examen de su vida”, la ha interpelado la popular Dolors Montserrat. “Usted es responsable de la preparación y alerta de los desastres climáticos”, ha insistido la eurodiputada del PP, que ha acusado a Ribera de esconderse en Bruselas sobre la dana y ha llegado a deslizar que será imputada. “Me pregunto por qué se quiere minar la credibilidad de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y por qué no se toman en serio esas alertas”, ha lanzado Ribera, que ha explicado a los eurodiputados que España tiene un sistema descentralizado, como Alemania, que el Gobierno nacional alertó al regional (la Generalitat valenciana, en manos del PP), competente de gestionar la respuesta y los avisos a los ciudadanos, y que este no reaccionó.
“Las alertas [meteorológicas] no son lo que fallaron, lo que falló fueron las alertas a la población”, ha remarcado Ribera. “Eso falló, y eso no compete al Gobierno nacional, que estaba listo para ayudar y trabajando desde primera hora de la mañana; las autoridades locales e instituciones públicas y privadas prestaron atención a las alertas”, ha añadido. “Es importante tener en cuenta por qué no podemos cometer el error más veces, hay que tomar en serio las alertas y no debemos socavar la credibilidad de las instituciones que lanzan esas alertas porque salvan vidas”, ha insistido.
El PP, que trata de tapar la gestión del Gobierno autonómico del partido en la Comunidad Valenciana arrastrando a Ribera, se está moviendo a fondo para retrasar lo máximo posible la evaluación (votación) de su nombramiento y está presionando a su grupo europeo, el PPE, para que ese paso clave sea incluso la semana que viene. El desagrado de los grupos más proeuropeos (socialdemócratas, liberales y verdes) ante esa perspectiva es enorme. El ambiente es muy tenso.
El retraso a la próxima semana alentado por el PP y del que también son partidarios los populares europeos supondría un desafío a su compañera y presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que quiere que las votaciones se resuelvan lo antes posible. Sobre todo debido al contexto internacional, con la guerra de Rusia contra Ucrania y la vuelta a la Casa Blanca del populista republicano Donald Trump, que amenaza con un aumento de aranceles a los productos europeos y con escalar la guerra comercial con China. De momento, con un gran ruido de fondo, los grupos han acordado posponer “hasta nuevo aviso”, y como pronto hasta este miércoles, las votaciones de los seis vicepresidentes que se han examinado durante la jornada del martes para hacerlo en bloque. De esa forma, si cae una pieza, puede afectar al resto.
“No he encontrado muchos argumentos que convenzan a mi grupo político de que usted sea la candidata idónea”, ha advertido el eurodiputado alemán Peter Liese (PPE), portavoz del grupo y un peso pesado. Los eurodiputados pueden pedir a Ribera y al resto de los vicepresidentes (o a alguno de ellos) más información o que respondan a más preguntas por escrito, más allá de las que han contestado en la audiencia.
Sobre su potentísima cartera, que era la cuestión de examen real, Ribera ―de 55 años, perfil técnico y muy conocida en Bruselas pero con poca experiencia en competencia― se ha defendido asegurando que trabajará en equipo. “Es capital que nos mantengamos firmes en nuestros principios”, ha dicho. “No podemos buscar una política de competencia exterior sin velar por la interior”, ha remarcado Ribera, que considera que hay que simplificar las reglas de las ayudas de Estado.
Sobre la energía nuclear, un tema controvertido a nivel europeo, la vicepresidenta española ha puntualizado que es una cuestión que corresponde decidir a cada país europeo. “Varios Estados miembros han apostado por la nuclear y otros por vías alternativas. La idea es cumplir con el objetivo de 2030 y 2050 de descarbonización, pero todas las opciones merecen respeto”, ha dicho Ribera.
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