Más de 60 detenidos en Ámsterdam por disturbios entre hinchas del Maccabi Tel Aviv y simpatizantes propalestinos
Israel asegura que sus ciudadanos sufrieron emboscadas y agresiones organizadas. El Gobierno de Países Bajos condena los “inaceptables ataques antisemitas”
El partido de fútbol entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi Tel Aviv desembocó la noche del jueves en disturbios que las autoridades de Países Bajos consideran ataques antisemitas. Los enfrentamientos se saldaron con la detención de 62 personas en la ciudad neerlandesa, de las cuales 10 seguían en comisaría durante la tarde de este viernes. Dos de ellas son menores de edad. También ingresaron en el hospital cinco heridos, pero este viernes fueron dados de alta. Antes de que se celebrara el partido, hubo concentraciones en las inmediaciones del estadio Johan Cruyff Arena con pancartas en inglés en las que se leía “Palestina Libre”. El ambiente se caldeó justo antes del encuentro, cuando los aficionados israelíes rompieron el minuto de silencio por las víctimas de la dana de Valencia. La respuesta de los seguidores del Ajax fue una gran pitada de reproche.
Los actos violentos se registraron en el centro de la ciudad. Las autoridades de Israel hablan de “emboscadas” y ataques organizados contra los hinchas del Maccabi. El Ministerio de Exteriores israelí informó de que enviaría a primera hora de la tarde un avión de la compañía pública El Al para repatriar a cientos de sus aficionados. Entretanto, el Maccabi ha pedido a sus seguidores que “eviten la calle todo lo posible”.
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, se ha mostrado “horrorizado” por lo ocurrido y ha calificado desde Budapest como “absolutamente inaceptables los ataques antisemitas contra los israelíes”. Schoof ha acelerado su regreso este viernes desde la capital húngara, donde asistía a una reunión informal del Consejo Europeo. Durante la mañana, conversó con su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, y le garantizó que los responsables de los disturbios serían localizados y juzgados. Tras lo ocurrido, la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, designó toda la ciudad como un “área de riesgo de seguridad” durante el fin de semana. Eso implica que se prohíben con carácter general todas las manifestaciones y aumenta la presencia policial.
Por su parte, el rey Guillermo de Países Bajos expresó al presidente israelí, Isaac Herzog, su “conmoción” y la de la reina Máxima, “ante la violencia contra los aficionados israelíes”. El monarca escribió en la cuenta oficial de la Casa Real: “No debemos mirar hacia otro lado ante el comportamiento antisemita en nuestras calles. (…) Nuestra historia nos ha enseñado cómo la intimidación aumenta hasta llegar a hechos terribles”.
La tensión fue creciendo a medida que avanzaba la noche. Manifestantes propalestinos pretendían protestar cerca del estadio, pero el Ayuntamiento de Ámsterdam no lo permitió y la mayoría se quedaron a más de un kilómetro del complejo deportivo. Los que pudieron llegar al estadio acabaron detenidos por la policía. Los agentes calculan que había unos 2.600 seguidores del Maccabi en la ciudad. La alcaldía había pedido al Coordinador Nacional para Antiterrorismo y Seguridad que evaluara las posibles amenazas del partido. La respuesta fue que no las había en relación con la guerra de Gaza, y que los seguidores de ambos equipos se llevaban bien. Aun así, se tomaron medidas excepcionales de seguridad, con más de 800 agentes y antidisturbios. El ambiente dentro del estadio se caldeó después de que aficionados israelíes rompieran el minuto de silencio por las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana.
Al mediodía, cuando las imágenes de los enfrentamientos eran noticia a escala internacional, la alcaldesa informó en una rueda de prensa de que la policía y la fiscalía investigan si hubo una posible conexión organizada, “por Telegram”, para ir “en busca de los judíos”. Explicó que hubo muchachos “en motocicletas que recorrieron la ciudad buscando a aficionados israelíes”. Fue, recalcó Halsema, “un acto de atropello y fuga”. “Y eso me trae recuerdos de los pogromos”, sentenció la alcaldesa. Y añadió: “La cultura judía está profundamente amenazada y este ha sido un estallido de antisemitismo que espero no volver a ver nunca más”.
En el mismo encuentro con la prensa, Peter Holla, jefe de la policía de Ámsterdam, confirmó que hubo también actos reprobables por parte de los aficionados del Maccabi: “Retiraron una bandera palestina de una fachada y destruyeron un taxi. Quemaron una bandera palestina en la plaza Dam (en el centro urbano)”. La regidora indicó que ese comportamiento “no es excusa para los disturbios que tuvieron lugar”. En las redes sociales hay imágenes de hinchas del Maccabi que corean “que el ejército israelí destruya a los árabes” mientras son escoltados por la policía. El Ministerio de Exteriores palestino ha condenado en un comunicado en X “los gritos antiárabes y los ataques a la bandera”, que, asegura, provocaron la violencia contra los seguidores del equipo israelí.
Condena de la violencia
Geert Wilders, el líder ultra neerlandés cuyo partido encabeza la actual coalición gubernamental, señaló que lo sucedido “parece una caza de judíos en las calles de Ámsterdam; es una pena y totalmente inaceptable”. El canciller alemán, Olaf Scholz, subrayó desde Budapest que “cualquiera que ataque a los judíos nos ataca a todos”. Por su parte, Emmanuel Macron, presidente francés, aseguró en X que los incidentes le recordaban a “las horas más indignas de la historia”. Y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenó “enérgicamente” los ataques “antisemitas”.
En Países Bajos, el Coordinador Nacional contra el Antisemistismo, Eddo Verdoner, dirigió un mensaje a los judíos neerlandeses en las redes sociales: “Esconde quién eres. No digas de dónde vienes. No estás seguro aquí”. Verdoner calificó de “aborrecible” la voluntad de cometer actos violentos, y añadió: “Si saben quién eres, te perseguirán, te golpearán o arrojarán a una zanja helada”. La oficina de Verdoner asesora al ministro de Justicia y Seguridad sobre la lucha contra el antisemitismo.
Desde Israel, la oficina de Netanyahu aseguró en otro comunicado emitido en la madrugada del viernes: “Las duras imágenes del asalto a nuestros ciudadanos en Ámsterdam no pasarán desapercibidas”. Netanyahu considera lo sucedido como un “incidente horrible” y exige que el Gobierno neerlandés y las fuerzas de seguridad “tomen medidas contundentes y rápidas contra los alborotadores y garanticen la seguridad de nuestros ciudadanos”, según la nota. Los hinchas israelíes fueron trasladados a lo largo de la tarde al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol en varios autobuses escoltados por policías motorizados y furgones antidisturbios. En el interior, el mostrador de facturación para los vuelos a Tel Aviv estaba acordonado. Este viernes han salido seis vuelos desde Ámsterdam con ese destino. Son tres más de lo habitual, según los medios neerlandeses.
El Cuartel General de Seguridad Nacional de Israel ha pedido a los aficionados del Maccabi Tel Aviv de baloncesto que no acudan este viernes al partido que enfrenta a su equipo contra el Virtus de Bolonia en la ciudad italiana.
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