Suecia no albergará armas nucleares ni grupos de combate de la OTAN
Stoltenberg asegura que el ingreso del país escandinavo en la Alianza demuestra el “fracaso” de Putin. La bandera sueca ondea ya en Bruselas como el socio número 32 de la OTAN
El último símbolo que faltaba para mostrar la ampliación de la OTAN se ha hecho visible: la bandera sueca ondea desde este lunes junto a las de los otros 31 miembros en la sede de Bruselas de una Alianza Atlántica que, desde la invasión rusa de Ucrania, no ha hecho más que “reforzarse”, según ha destacado su secretario general, Jens Stoltenberg. Y aunque no haya planes por el momento para que Suecia albergue armas nucleares o grupos de combate multinacionales de la Alianza en su territorio, el mero hecho de que este país nórdico haya roto su histórica neutralidad para unirse al organismo multinacional de defensa demuestra, según Stoltenberg, el “fracaso” de la estrategia del presidente ruso, Vladímir Putin.
“Cuando Putin lanzó su invasión [de Ucrania] hace dos años, quería menos OTAN y más control sobre sus vecinos. Quería destruir Ucrania como un Estado soberano. Pero fracasó. La OTAN es ahora más grande y más fuerte. Y Ucrania está más cerca que nunca de ser miembro de la OTAN”, ha resumido Stoltenberg durante la ceremonia de izada de bandera sueca, a la que han asistido el primer ministro de ese país, Ulf Kristersson, y la princesa heredera, Victoria de Suecia. Tras la entrada de Finlandia hace casi un año, ahora “el ingreso de Suecia demuestra que las puertas de la OTAN siguen abiertas. Nadie puede cerrarlas. Cada nación tiene derecho a elegir su propio camino y todos elegimos el camino de la paz y la democracia (…), no le corresponde a Rusia decidir qué camino eligen los países europeos”, ha insistido el noruego.
Según destaca la OTAN, junto con el ingreso de Finlandia, la entrada de Suecia, que se hizo oficial el pasado jueves tras lograr superar los obstáculos largamente impuestos por Turquía y Hungría, “cambia la geografía” defensiva del Báltico, una de las zonas más vulnerables frente a Rusia. “Ahora contamos con dos importantes aliados también en la zona oeste del mar Báltico”, cuya puerta de entrada es, precisamente, Suecia, ha celebrado Stoltenberg. Actualmente, todos los países ribereños del Báltico, salvo Rusia, son miembros de la OTAN.
Pese a su importancia estratégica, la Alianza Atlántica no tiene por el momento planes de instalar en territorio sueco ni armas nucleares ni grupos de combate, respetando una decisión del país, tal como han subrayado tanto Stoltenberg como Kristersson.
“No hay planes para expandir la cifra de aliados de la OTAN con armas nucleares. Y aunque por supuesto evaluamos continuamente nuestra postura en lo relativo a fuerzas convencionales, no hay planes, por ejemplo, para tener un batallón multinacional como tenemos en los países bálticos”, ha declarado el secretario general. Actualmente, la presencia avanzada de la OTAN comprende ocho grupos de combate multinacionales: desde 2017 están en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia y, desde 2022, también en Bulgaria, Hungría, Rumania y Eslovaquia.
Renunciando a más de 200 años de neutralidad militar, Suecia solicitó junto con Finlandia el ingreso en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Pero las reticencias de Turquía, que cuestionaba la concesión de refugio seguro en el país escandinavo a opositores turcos que Ankara considera “terroristas”, y las de Hungría, han ralentizado el proceso de entrada de Estocolmo, ahora completado. Desde este lunes, la bandera sueca ondea en la sede de la OTAN entre la española y la turca.
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