Vuelta a las multitudes, gesto a las víctimas de abusos y huida del eurocentrismo: claves de la visita del Papa a Portugal
El pontífice vuelve a dar protagonismo a su agenda social durante la Jornada Mundial de la Juventud y se prevé que se reúna con víctimas de pederastia de la Iglesia
Que Jorge Mario Bergoglio iba a ser un Papa diferente de su predecesor, Benedicto XVI, quedó claro desde el instante en que eligió su nombre oficial en 2013. Escogió el de Francisco, uno de los santos más humildes y compasivos del catolicismo. Todas las decisiones posteriores ahondaron en ese camino hasta el extremo de que le han llegado a tildar como el papa anticapitalista por sus críticas hacia los desmanes del neoliberalismo económico. También milita en la defensa del clima desde antes incluso de que Greta Thunberg apareciese en escena, pero la transformación más radical es la que está impulsando dentro de la propia Iglesia, que le está costando abiertas críticas desde los sectores más conservadores con su empeño por cambiar dogmas que parecían inamovibles como el celibato de los sacerdotes, la marginación de las mujeres o la condena de los homosexuales. “¿Quién soy yo para juzgarlos?”, se interpeló retóricamente a la vuelta de un viaje a Brasil en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013. A comienzos de este año insistió durante una entrevista: “Ser homosexual no es un delito”. Todo ello estará presente en su viaje de cinco días a Portugal, que comienza este miércoles y que incluye un encuentro con víctimas de abusos sexuales de la Iglesia portuguesa.
Vuelta al trabajo exterior. La prolongada estancia del Papa en Portugal permitirá comprobar su recuperación física tras la operación de una hernia abdominal que le obligó a estar hospitalizado nueve días en junio. En su agenda está previsto un desplazamiento al santuario de Fátima en helicóptero el sábado y otra salida a Cascais para conocer una escuela que desarrolla un programa educativo que él inició en Buenos Aires en 2001.
Su edad (86 años) y los recientes ingresos hospitalarios llevan a algunos a pensar que se asiste al ciclo final de su papado. Benedicto XVI dimitió cuando tenía 85 años, después de haber estado casi ocho años al frente de la Santa Sede. Esta Jornada Mundial de la Juventud, que podría recibir más de un millón de peregrinos, es también la primera que se celebra después de la pandemia de coronavirus. A la anterior, en Ciudad de Panamá, asistieron unas 800.000 personas.
Más periferia cardenalicia. Tres semanas antes de viajar a Lisboa, Francisco anunció por sorpresa la designación de 21 nuevos cardenales que, dijo, “expresan la universalidad del planeta”. De nuevo, reforzó la presencia de purpurados latinos (tres de ellos españoles) para huir del eurocentrismo que ha distinguido tradicionalmente al Vaticano. Los nuevos cardenales serán nombrados en una ceremonia el próximo 30 de septiembre. Entre ellos figura el portugués Américo Aguiar, que ha sido la cabeza visible de la organización de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.
Dos tercios del colegio cardenalicio, el órgano que elige a los papas, ha sido ya propuesto por Francisco, que ha reforzado el poder de aquellos prelados considerados más progresistas y reformistas, entre los que se incluye el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa y obispo de Fátima-Leiria, José Ornelas.
Víctimas de abusos sexuales. Se prevé que el pontífice tenga una reunión con víctimas de los abusos sexuales de la Iglesia portuguesa durante su estancia en Lisboa, aunque no ha sido anunciada oficialmente. En junio, el obispo Américo Aguiar confirmó que la entrevista se produciría, pero rehusó dar detalles. “Respetamos a las personas invitadas a participar que no se sentirían cómodas con la presencia de medios. No es un tabú ni para ocultar información. Es un pacto de caballeros”, señaló Aguiar.
En febrero se presentó el informe de la comisión independiente creada por la Conferencia Episcopal lusa para investigar la pederastia en instituciones o durante actividades vinculadas a la Iglesia católica entre 1950 y 2022. La comisión estimó que al menos 4.815 menores sufrieron abusos sexuales. Los lugares donde más ocurrieron las agresiones fueron el seminario, la iglesia, el confesionario y la casa parroquial. La edad media del inicio de los abusos fue de 11,2 años.
La Iglesia portuguesa pidió perdón a las víctimas y ha creado una estructura permanente para canalizar todas las nuevas denuncias que puedan surgir y facilitar su tratamiento psicológico si así lo requieren. Aunque rechazan establecer indemnizaciones generales, el presidente de la Conferencia Episcopal, José Ornelas, ha expresado su disposición para ayudar a las víctimas con apoyo económico si lo necesitan.
Agenda social. Además de los jóvenes, a quienes dedicará buena parte de su agenda pública, Francisco tiene previsto mantener encuentros con reclusos y enfermos en Fátima y acercarse a un centro parroquial del barrio de la Libertad, que algunos denominan la “favela” de Lisboa. La agenda de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa revela la atención del pontífice hacia los más desfavorecidos.
Aunque el evento no ha perdido la identidad religiosa, en las últimas ediciones ha cultivado también un espíritu de macrofestival donde se exalta el multiculturalismo. A la cita portuguesa han acudido peregrinos de todos los países del mundo, a excepción de Maldivas. Hasta este martes se habían inscrito oficialmente 354.000 jóvenes. Los españoles son casi el 22%.
Un país menos católico. Tradicionalmente, Portugal ha sido uno de los países europeos donde el catolicismo ha tenido más peso, además de Italia, Irlanda y España. Unos siete millones de portugueses se declaran católicos (alrededor del 70% de la población), según los datos del último censo del Instituto Nacional de Estadística. Está entre los diez países más católicos de Europa, aunque también hay otras señales contradictorias que muestran el avance de la laicización de la sociedad, como las personas que viven en uniones de hecho (han pasado de 380.00 a más de un millón entre 2001 y 2021) o los matrimonios no católicos registrados, que fueron el 73% en 2022.
El gasto público dedicado a la Jornada (unos 80 millones de euros) ha sido uno de los aspectos más criticados por formaciones de la izquierda. Ni el Bloco de Esquerda ni el diputado de Llivre, Rui Tavares, participarán en los actos institucionales de bienvenida al Papa, que se desarrollarán este miércoles. Francisco aterrizará en la base aérea de Figo Maduro alrededor de las 10.00.
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