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Más de un centenar de detenidos en el entorno del nacionalismo kurdo a menos de tres semanas de las elecciones en Turquía

Entre los arrestados hay periodistas, abogados y políticos a los que la Fiscalía acusa de formar parte del entramado del grupo armado PKK, pero el Colegio de Abogados tacha las detenciones de “ilegales”

Turquía
Protesta por la detención de más de un centenar de políticos, activistas y periodistas del entorno kurdo, este martes en la ciudad turca de Diyarbakir.SERTAC KAYAR (REUTERS)
Andrés Mourenza

Agentes de la policía detuvieron en la mañana del martes a más de un centenar de personas del entorno del movimiento político kurdo acusadas de formar parte del entramado del grupo armado PKK. Los arrestos se producen a menos de tres semanas para las cruciales elecciones del próximo 14 de mayo, a las que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se enfrenta con las encuestas en contra después de dos décadas en el poder. Por ello, la principal formación kurda de Turquía, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), ha sostenido que las detenciones están motivadas políticamente.

Entre los detenidos hay varios periodistas de los diarios Yeni Yasam y Xwebûn (el único que se publica en kurdo en Turquía) y de las agencias de noticias Jin News y Mezopotamya, incluido el propietario de esta última. También hay al menos media docena de abogados, activistas de diversas organizaciones sociales e incluso actores de teatro. Entre los políticos detenidos están la vicepresidenta del HDP, Özlem Gündüz, un miembro del comité central y “docenas de militantes”, denunció el partido kurdo en un comunicado.

Las detenciones se produjeron en redadas simultáneas en 21 provincias del país bajo la coordinación de la Fiscalía de Diyarbakir (principal ciudad kurda de Turquía). Según el escrito de la Fiscalía, citado por la agencia turca DHA, a los detenidos se les acusa de “dar protección legal”, “hacer propaganda” y colaborar en “60 actos callejeros” del PKK, grupo incluido en la lista de organizaciones terroristas de Turquía y la Unión Europea. A varios de los abogados se les considera sospechosos de haber promovido, junto a una asociación, el desvío de fondos de varios ayuntamientos controlados por el HDP hacia la organización armada (prácticamente todos los municipios conseguidos por este partido en las últimas elecciones locales han sido intervenidos por el Ministerio de Interior en los últimos años). A otros de los arrestados se les acusa de haber facilitado que los hijos de cuatro familias se echasen al monte para unirse al PKK.

El Colegio de Abogados de Diyarbakir ha declarado que la detención de varios de sus miembros es “ilegal” y “arbitraria”, ha acusado a la Fiscalía y al tribunal supervisor de “abusar” de sus prerrogativas y ha denunciado que se han saltado todas las garantías procesales al haber decretado el secreto de sumario e impedir a los letrados acceder a los detalles sobre las acusaciones que pesan sobre sus clientes.

El HDP ha calificado las detenciones de “nuevo golpe político contra las elecciones del 14 de mayo”. “Esta es una operación contra las elecciones y la voluntad popular. Es una clara intimidación y una amenaza a la sociedad a causa de sus preferencias políticas. No es coincidencia que los objetivos sean simultáneamente los abogados, encargados de proteger las urnas contra las irregularidades, los periodistas, encargados de informar al público, y los políticos que luchan contra el AKP [el partido de Erdogan]”, denuncia la formación kurda.

Las principales encuestas de las últimas dos semanas sitúan la intención de voto a Erdogan entre el 38% y el 46% frente a su principal rival, el centroizquierdista Kemal Kiliçdaroglu, que obtendría entre el 44% y el 49%, por lo que sería necesaria una segunda ronda de votación el 28 de mayo. El HDP no ha presentado candidato propio, dando su apoyo tácito a Kiliçdaroglu, y tampoco concurrirá a las elecciones legislativas con estas siglas. Esto se debe a que el Tribunal Constitucional tiene previsto dictar sentencia en las próximas semanas sobre una demanda de la Fiscalía que podría culminar en su ilegalización y en la inhabilitación de cientos de cuadros del partido.

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En cambio, se presentará bajo la denominación de Partido de la Izquierda Verde (YSP), algo que le impedirá designar interventores en las mesas electorales al tratarse de una formación sin representación parlamentaria. Eso sí, las encuestas prevén que mantenga la mayor parte de los votos logrados en 2018 (en torno al 10%), algo que le permitiría tener la llave del hemiciclo, puesto que los sondeos avanzan que ni la alianza gubernamental ni la principal plataforma opositora obtendrán la mayoría absoluta de escaños.

Kiliçdaroglu ha prometido que, de ser elegido, tratará de resolver la cuestión kurda mediante negociaciones parlamentarias y que pondrá en libertad al exlíder del HDP Selahattin Demirtas, detenido desde hace casi siete años, pese a que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado su excarcelación. Por su parte, Demirtas ha prometido que, de vencer la oposición, hará un llamamiento para que el PKK deponga las armas unilateralmente o retire a sus militantes de Turquía y que toda negociación sobre el conflicto kurdo se produzca exclusivamente en el marco parlamentario. Anteriores iniciativas para poner fin a la lucha armada kurda (en 2009 y entre 2013 y 2015) se llevaron a cabo mediante contactos entre los Gobiernos dirigidos por Erdogan y el propio PKK, con la participación del HDP como mensajero, pero en todos los casos los procesos de paz acabaron en fracaso.

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