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Europa responde a las atrocidades de Bucha con la expulsión de más de 200 diplomáticos rusos en dos días

Von der Leyen y Borrell viajarán a Kiev esta semana para reunirse con el presidente de Ucrania

Embajada Rusa en Berlín
Fachada de la Embajada rusa en Berlín, en el céntrico bulevar Unter den Linden, en una imagen de 2019.JOHN MACDOUGALL (AFP)
Elena G. Sevillano

Las terribles imágenes de las atrocidades cometidas por las tropas rusas en la ciudad ucrania de Bucha han tenido una primera consecuencia en Europa: la expulsión de más de dos centenares de diplomáticos rusos de muchas capitales entre acusaciones de espionaje y de trabajar contra los intereses de los países que les acogen. Berlín fue la primera que anunció el lunes la salida de 40 de ellos. “Trabajan contra nuestra libertad y nuestra cohesión social”, dijo la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock. España, Francia, Italia, Portugal, Dinamarca, Suecia, Rumania, Estonia, Letonia y Eslovenia han tomado la misma decisión en las últimas horas.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha comunicado que España expulsará a unas 25 personas. “Hemos decidido la expulsión de diplomáticos rusos y personal de la Embajada de la Federación Rusa en España, que representan una amenaza para los intereses de seguridad de nuestro país”, ha señalado el ministro, que ha reconocido que la lista de expulsados aún se está “ultimando”.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, participa en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, este martes, en el complejo del Palacio de La Moncloa.Foto: J.J. GUILLÉN EFE | Vídeo: EUROPAPRESS

La UE ha emprendido el mismo camino este martes al anunciar que designa persona non grata a 19 funcionarios de la misión permanente de Rusia en la UE “por involucrarse en actividades contrarias a su estatus de diplomático”, ha explicado el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell. El paso se ha dado como reacción a lo que el jefe de la diplomacia europea ha denominado “acciones ilegales y disruptivas contra el interés y la seguridad de la UE y de sus Estados miembros”, incluido el “incumplimiento” de la Convención de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas.

Varios países europeos ya habían expulsado a supuestos representantes de Rusia en los últimos días acusándoles de ser espías que se hacen pasar por diplomáticos. Polonia lo hizo el día 23. “De manera coherente y decidida, desmantelamos la red de los servicios especiales rusos en nuestro país”, anunció el ministro del Interior, Mariusz Kaminski. Bélgica, Países Bajos, Irlanda y la República Checa tomaron la decisión la semana pasada, invocando la seguridad nacional.

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Rusia prometió este martes responder a la ola de expulsiones de sus diplomáticos. “Habrá una respuesta apropiada para todas estas decisiones”, respondió la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, cuando le preguntaron por la expulsión de los miembros de su misión diplomática en España. El ministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, añadió que se trata de “una campaña planificada” y advirtió de que sus consecuencias se percibirán durante mucho tiempo.

Viaje a Kiev

Tras conocerse las imágenes de civiles aparentemente ejecutados por las tropas rusas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Borrell viajarán esta semana a Kiev para encontrarse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. El portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, ha anunciado en Twitter que el encuentro se producirá antes de un evento en apoyo a Ucrania previsto el sábado en la capital polaca. La UE está acelerando un nuevo paquete de sanciones contra Moscú entre la presión creciente para que las medidas incluyan algún tipo de embargo energético. Finalmente Bruselas ha propuesto cortar las importaciones del carbón ruso.

Alemania, que ha expulsado en varias ocasiones a diplomáticos rusos en respuesta a acciones graves, como el asesinato de un rebelde checheno a plena luz del día en el centro de Berlín, es prácticamente el único país que ha hecho referencia explícita a la masacre de Bucha. La ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, aseguró que las imágenes, de una “increíble brutalidad”, no podían quedar sin respuesta. “Tememos que se hayan producido actos similares en otras localidades ocupadas por las tropas rusas”, añadió.

Ira Gavriluk, que sostiene a un gato, sale al patio de su casa en Bucha y se encuentra con los cadáveres de su marido y su hermano.Foto: FELIPE DANA | Vídeo: EPV

El Ejecutivo francés anunció el lunes la expulsión del país de “numerosos” —algunas fuentes hablan de una treintena de personas— diplomáticos rusos cuyas actividades son “contrarias a los intereses de seguridad” del país. En un comunicado de apenas tres frases, París asegura que la decisión “se inscribe en una iniciativa europea” y subraya que la ha tomado para “garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos”.

Tanto el canciller alemán, Olaf Scholz, como el presidente francés, Emmanuel Macron, han calificado de “crímenes de guerra” lo sucedido en Bucha y han reclamado nuevas sanciones contra Rusia. Macron ha hablado explícitamente de un embargo al petróleo y al carbón rusos, para lo que, dijo, espera llegar a un acuerdo con sus socios europeos en los próximos días. Berlín se ha mantenido hasta este martes firme en el no a la prohibición de las importaciones de hidrocarburos rusos, pero la presión es cada vez mayor, incluso desde dentro del Ejecutivo. La ministra de Defensa, Christine Lambert, aseguró el domingo que es el momento de discutir un posible embargo de la energía rusa y el de Finanzas, Christian Lindner, distinguió el lunes entre el gas, por un lado, y el carbón y petróleo, por otro. Para Berlín es mucho más sencillo sustituir estos dos últimos que el gas, del que depende en un 40%.

Letonia y Estonia anunciaron este martes no solo la expulsión de 27 diplomáticos y otro personal personal ruso, sino el cierre total de cuatro consulados que Rusia tiene en su territorio, en las ciudades de Daugavpils y Liepaja (Letonia) y Narva y Tartu (Estonia). A mediados de marzo las tres repúblicas bálticas expulsaron a 10 diplomáticos rusos en una respuesta concertada a la invasión de Ucrania. “Teniendo en cuenta las atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas rusas en Ucrania, Letonia ha decidido cerrar los consulados generales rusos en Daugavpils y Liepaja y expulsar a 13 diplomáticos y empleados rusos”, dijo el ministro de Exteriores letón, Edgars Rinkēvičs, en su cuenta de Twitter.

Eslovenia, por su parte, ha asegurado en un comunicado que tiene intención de reducir el personal diplomático de la Embajada rusa en el país, sin dar más detalles. El Gobierno ha convocado al embajador ruso para trasladarle su “más firme” ante la “clara evidencia” de que las tropas rusas han cometido “crímenes contra la población civil” en Bucha. Rumania ha declarado persona non grata a 10 diplomáticos más, como Portugal, que también va a exigir que salgan de su territorio otra decena de funcionarios de la Embajada de Rusia. Tienen dos semanas para marcharse.

Caravana de la vergüenza

Los diplomáticos que trabajan en la Embajada de Berlín tienen cinco días para salir del país después de haber sido calificados de personas no gratas. “Su trabajo supone una amenaza para quienes buscan refugio con nosotros. No vamos a tolerarlo”, aseguró la ministra alemana, que culpó no solo a “los dirigentes rusos” de las atrocidades que se están cometiendo sino también “a quienes siguen su propaganda”. El domingo una caravana de unos 400 coches que lucían banderas rusas e incluso el símbolo Z de apoyo a la invasión de Ucrania se paseó por la capital alemana para sorpresa e indignación de muchos viandantes. El embajador de Ucrania en Alemania, Andrii Melnik, la calificó de “caravana de la vergüenza”.

El ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, anunció este martes en Berlín, donde participa en una conferencia para dar apoyo a Moldavia, que su Gobierno expulsará a 30 diplomáticos de la embajada rusa por ser “un riesgo para la seguridad nacional”. La decisión se produce “en el contexto de la situación actual de crisis consecuente a la injustificada agresión a Ucrania por parte de la Federación de Rusia”.

“No queremos espionaje en suelo danés, por eso van a ser expulsados inmediatamente”, anunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod. Copenhague considera a 15 supuestos diplomáticos rusos un riesgo para la seguridad nacional. Su expulsión es un paso “histórico”, dijo Kofod, pero necesario para proteger la seguridad del país. Suecia considera que el trabajo de tres diplomáticos rusos “no concuerda con la convención de Viena”, dijo este martes la ministra de Exteriores, Ann Linde, una referencia velada a que también los considera espías.

El Gobierno danés ha acusado a Moscú de cometer crímenes contra la humanidad y, como Alemania, ha mencionado expresamente la matanza de civiles en Bucha. Los oficiales de inteligencia deberán abandonar el país en 14 días. Berlín ha dado cinco días a los trabajadores con pasaporte diplomático para salir de Alemania.

Boicoteo al embajador ruso en la OSCE

La mayoría de representantes de los 57 países miembros de la OSCE han abandonado este martes una reunión del organismo cuando el embajador ruso ha tomado la palabra para negar que las tropas de Moscú hayan cometido la masacre de Bucha. La embajadora francesa, Christine Fages, ha publicado en Twitter un vídeo en el que se ve cómo se vacía la sala. Según informaron a Efe fuentes diplomáticas, los representantes de 35 países abandonaron la sala. Varias delegaciones seguían en encuentro por videoconferencia.

La reunión se había convocado para hablar sobre las matanzas de civiles ucranios a manos de soldados rusos de las que han informado testigo presenciales, periodistas sobre el terreno y varias ONG. Rusia introdujo en el orden del día una petición para hablar de una “atroz provocación escenificada por el régimen de Kiev”. Según recoge Efe, los representantes rusos fueron los únicos que se quedaron sentados mientras el resto se pusieron de pie para guardar un minuto de silencio por las víctimas de Bucha. Rusia niega ser responsable de la matanza y asegura que se trata de un montaje del Gobierno de Kiev.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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