Una batalla campal entre estudiantes y policía recrudece la tensión en Hong Kong
Un policía, herido por el impacto de una flecha. Los manifestantes lanzaron cócteles molotov y los antidisturbios emplearon gases lacrimógenos y cañones de líquido
El plan de las autoridades de Hong Kong de reabrir el túnel más importante de la ciudad derivó este domingo en uno de los choques más graves de los cinco meses de protesta en la ciudad. Tras una batalla campal entre los estudiantes atrincherados en la Universidad Politécnica y la policía, que advirtió de que usaría munición real si los primeros no dejaban de lanzar cócteles molotov y otros objetos, los cuerpos de seguridad bloquearon los accesos al campus. Ya en la madrugada de este lunes, los manifestantes prendieron fuego a la entrada principal para cortarles el paso. Alrededor de 60 personas fueron arrestadas en el Museo de Ciencia, cerca del campus universitario, según informó la emisora RTHK.
“Si no dejan de atacar a la policía con armas letales, los agentes no tendrán más remedio que usar la mínima fuerza, incluyendo munición real en respuesta”, había indicado horas antes el cuerpo en un vídeo publicado en Facebook. Un agente resultó herido el domingo en una pierna por una flecha. Estados Unidos condenó el uso injustificado de la fuerza en Hong Kong y pidió a Beijing la protección de la libertad.
Durante todo el día, la policía usó gases lacrimógenos y cañones de agua desde los que disparaban tinta azul con el objetivo de identificar con más facilidad a los manifestantes. En la noche del sábado, en el campus de la Politécnica, los fuegos iluminaban el cielo. Eran cócteles molotov, algunos lanzados con enormes tirachinas. Ya entonces, la policía utilizó gases lacrimógenos para tratar de empujar a los manifestantes hacia espacios abiertos. “La violencia policial ha sido desmesurada. Los manifestantes han reaccionado a las acciones de la policía. Estoy dispuesto a ir a la cárcel. Estamos luchando por Hong Kong”, indicó Joris, un ingeniero civil de 23 años, en el patio de la universidad, la última ocupada y usada para bloquear el túnel Cross-Harbour, construido bajo el agua y que une la península de Kowloon (en el sur de Hong Kong) con la isla, que también forma parte del territorio.
Los agentes trataron de desalojar el túnel, pero los manifestantes se refugiaron tras paraguas (uno de los símbolos de la protesta) y prendieron fuego entre escombros, lo que generó pequeñas explosiones. La policía recurrió a una nueva táctica de dispersión: un “aparato acústico de larga distancia”. Según la agencia Reuters, un sonido muy agudo salía, al menos, de un coche policial.
Los enfrentamientos se producen un día después de que soldados chinos dejaran brevemente sus cuarteles en Hong Kong para ayudar en las tareas de limpieza y desmantelar las barricadas de los manifestantes, tras una semana de caos y violencia, marcada por la muerte de un hombre de 70 años, que fue golpeado en la cabeza con un ladrillo cuando trataba de despejar la calle, según indicó la policía.
Las salidas del Ejército chino en la antigua colonia británica son excepcionales. Los militares se mantienen generalmente en un discreto segundo plano.
“Soldados del Ejército Popular de Liberación en Hong Kong ayudaron a los residentes a despejar las carreteras y fueron aplaudidos por los vecinos”, indicó el Ejército chino en la red social Weibo. La televisión de Hong Kong mostró a unos 100 hombres haciendo reparaciones y recogiendo escombros antes de regresar al cuartel. Un portavoz del Ejecutivo de Hong Kong precisó que no se había solicitado la ayuda de las tropas chinas en la zona, sino que lo hicieron por “iniciativa propia”.
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