Francia bate varias veces en un día su récord de temperatura
Los termómetros alcanzan los 45,9 grados en el sur del país
Nunca, desde que se mantienen los registros, había hecho tanto calor en Francia. El récord de temperaturas máximas quedó superado varias veces a lo largo del viernes, hasta alcanzar los 45,9 ℃ en el municipio de Gallargues-le-Montueux. Después de días de advertencias del Gobierno y medidas preventivas, la canícula golpeó con toda su fuerza el sur del país. La posibilidad de que se repita el desastre de agosto de 2013, cuando una canícula con temperaturas inferiores a las actuales dejó 15.000 muertos, ha movilizado a las autoridades. Los únicos muertos, cuatro por ahora, son por el ahogamiento de personas que se bañaban para refrescarse.
El primer récord llegó a las 13.48 horas en Carpentras, con 44,3 grados. El anterior récord databa del 12 de agosto de 2012, cuando en Saint-Christol-lès-Alès y Conqueyrac el termómetro llegó a los 44,1. El récord de Carpentras duró poco más de una hora. A las 14.59 Villevieille llegó a los 45,1. Y a las 16.00, Gallargues-le-Montueux volvió a super la marca, rozando los 46. El primer municipio se encuentra en el departamento administrativo de Vaucluse. Los otros dos, en Gard. Junto a Hérault y Bouches-du-Rhöne, estos son los cuatro departamentos que el jueves elevaron el nivel de alerta a rojo, algo que nunca había sucedido desde que en 2004 empezaron a usarse estas etiquetas. 75 departamentos están en el nivel de vigilancia naranja, un grado inferior al rojo.
La sucesión de récords, cubierta en tiempo casi real por las cadenas de información continua, podría parecer una competición deportiva, si no fuese por la potenciales consecuencias dramáticas. Con el presidente Emmanuel Macron en la cumbre del G20 en Osaka, Japón), el primer ministro, Édouard Philippe, y los ministros —de Sanidad, del Interior, de Educación de Transportes— multiplican estos días su presencia en las pantallas y viajan a los lugares más afectados, con llamamientos a evitar los desplazamientos, a extremar los cuidados en las playas y ríos, o a evitar excursiones en las escuelas y acortar o cerrar las aulas en caso de necesidad. La consigna, para el Gobierno, es el riesgo cero. Y el mensaje a la ciudadanía es que olas de calor como la actual serán cada vez más frecuentes y anticipan los efectos del cambio climático.
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