Scott Morrison, nuevo primer ministro de Australia
Malcolm Turnbull deja la jefatura del Gobierno tras una revuelta del ala derecha de su partido contra él
El hasta ahora ministro australiano de Finanzas, Scott Morrison, fue elegido este viernes nuevo primer ministro de Australia, el séptimo en 11 años, tras una votación interna de su formación, el conservador Partido Liberal, que gobierna este país desde 2013. Los votos de este proceso interno han terminado con el mandato del hasta ahora jefe del Gobierno, Malcolm Turnbull, en favor de Morrison.
Turnbull, que llegó al poder en 2015 tras ganar una moción de confianza al entonces primir ministro, llamó a los liberales a una votación con el objetivo de poner fin a la crisis de gobernabilidad. Su posición se había debilitado los últimos días a tenor de una revuelta del ala de derecha de su partido, que figura por detrás del Partido Laborista en las encuestas, y no se había presentado al proceso interno. Tras una semana de renuncias y polémicas en el interior de la formación, Turnbull decidió este martes declarar su puesto vacante, lo que desencadenó la votación interna. El rival de Morrison —candidato de Turnbull— ha sido el exministro del Interior Peter Dutton, al que ganó por 45 votos a 40. Dutton había liderado la revuelta interna contra el primer ministro.
La disputa salió a la luz este lunes, cuando el primer ministro se vio obligado a renunciar al proyecto de incluir en la ley australiana el objetivo en materia de reducción de gases con efecto invernadero al no contar con suficientes apoyos en sus propias filas.
"El candidato elegido es Scott Morrison", ha anunciado este viernes Nola Marino, una representante del Partido Liberal, que precisó que el titular de Medio Ambiente y Energía, Josh Frydenberg, fue elegido viceprimer ministro. Morrison, un ferviente cristiano evangélico de 50 años, estaba desde septiembre de 2015 al frente del Tesoro australiano, un cargo que suele ser considerado como un trampolín al puesto de primer ministro. Situado en el ala derecha del Partido Liberal, es conocido por su trabajo a la cabeza del Ministerio de Inmigración, en 2013-2014, cuando lanzó la Operación Fronteras Soberanas para desalentar a los refugiados que llegaran por mar a Australia.
En sus últimas declaraciones ante la prensa como mandatario, Turnbull ha anunciado que dejará su escaño "no antes de que pase mucho tiempo", aunque no precisó la fecha y aprovechó para criticar a los "insurgentes" que le derribaron del poder. "En la reunión de hoy, me impresionó la forma en que hablaron muchos de mis colegas o votaron a favor de la lealtad sobre la deslealtad, cómo los insurgentes no fueron recompensados con la elección de Dutton, y en su lugar lo ha sido mi sucesor, a quien le deseo lo mejor, Scott Morrison, un muy leal tesorero", ha dicho el dirigente.
Turnbull convocó al mediodía a los parlamentarios liberales para una reunión extraordinaria, celebrada en una sala del Parlamento de Camberra, tras recibir en la mañana una petición de convocatoria firmada por 43 miembros del partido. "Los australianos estarán simplemente estupefactos y consternados por la conducta de la última semana", ha señalado Turnbull.
Australia tiene previsto celebrar elecciones generales en 2019, aunque algunos analistas consideran que podrían adelantarse. Las pugnas internas por el poder y los cambios de líderes se han convertido en frecuentes en Australia desde hace casi una década, tanto en los gobiernos de la coalición Liberal-Nacional como en los del Partido Laborista. De hecho, es la segunda vez que los liberales, agrupación vencedora en los comicios de 2013 y 2016, cambian de líder y de mandatario, después de que Turnbull le arrebatara el poder en 2015 mediante el mismo mecanismo interno a su correligionario Tony Abbott.
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