París intenta contar a sus sin techo
La capital francesa sigue el ejemplo de ciudades como Nueva York o Barcelona e inicia el recuento de las personas sin hogar en busca de soluciones duraderas
Cada tanto, quien pasea por París puede toparse colgado de un árbol o una farola un cartel amarillo, protegido por un plástico, con un nombre de pila, una fecha y una sobria indicación de que en ese lugar ha fallecido una persona sin techo. Es la manera que tiene la ONG Colectivo de Muertos en la Calle de dar un último pequeño reconocimiento a los que lo han perdido todo, a aquellos que son tan invisibles que ni siquiera se conoce su número exacto. Porque nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente duerme cada noche en las calles de la ciudad de la luz.
Aunque la situación no es nueva, la alerta lanzada por esta organización hace unos días, cuando anunció que solo desde que comenzó el año han muerto en París una docena de personas sin techo, ha causado un terremoto político en la capital francesa. Es la muestra más palpable de que no se ha cumplido ni de lejos el deseo del presidente francés, Emmanuel Macron, quien dijo que cuando acabara 2017 no quería ver a nadie obligado a dormir en la calle. El ambiente se calentó más aún cuando el secretario de Estado Julien Denormandie dijo hace unos días que en París solo hay una cincuentena de hombres que duermen en las calles, unas declaraciones que, en vista de las críticas de las asociaciones, matizó sus declaraciones. Ante la polémica, y en una maniobra que algunos miembros de la oposición han calificado de oportunismo político, pero que cuenta con el apoyo de las organizaciones sociales, la alcaldesa Anne Hidalgo ha lanzado una operación para saber cuántas personas sin techo hay en París y, sobre todo, quiénes son y en qué situación se encuentran, como un primer paso para decidir las medidas más apropiadas.
Un primer recuento ha lanzado una cifra contundente: casi 3.000 personas duermen en las calles de la capital francesa cada noche a la intemperie, anunció la Alcaldía este miércoles.
“No se trata solo de tener una cifra, sino también una visión de la realidad, de lo que pasa en nuestra ciudad”, había afirmado Hidalgo al inaugurar hace unos días la “noche de la solidaridad”, en la que 1.700 parisinos voluntarios, armados con cuestionarios, salieron al caer la noche a recorrer las calles de la capital junto a 300 profesionales —trabajadores sociales, miembros de los servicios de emergencias y de ONG— para contar el número de sin techo que tiene su ciudad. “Queremos obtener una foto más precisa” de la situación y, “tras la foto, la idea es saber cómo actuar mejor”, explicó Eric Pliez, presidente de Samu Social de París, la organización que mutualiza la respuesta a emergencias sociales en la capital francesa.
Cette nuit, à Paris, 2 000 volontaires ont recensé les « invisibles » https://t.co/Gzl8DqScBQ
— Bruno Morel (@BrnoMorel) February 16, 2018
Porque las últimas cifras oficiales son demasiado viejas e incompletas. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (Insee), en 2012, en toda Francia había 141.000 personas sin domicilio fijo, es decir, que carecen de una residencia permanente, casi el doble que en 2001. De ellas, 13.000 dormían a la intemperie en la época.
Pese a la falta de nuevas estadísticas, para la asociación Pierre Abbé, “la Francia de 2018 tiene, sin lugar a dudas, más personas sin domicilio fijo” que en 2012, dijo en su último informe.
En París, cada noche 16.000 personas son alojadas bien en albergues de emergencia —unas 10.000— o, en el caso de familias con niños, en habitaciones de hotel (unas 6.000 plazas), según el Ayuntamiento. Además, hay 105 puestos de distribución alimentaria y 10 restaurantes solidarios. Pero las autoridades locales y las organizaciones sociales coinciden en que es insuficiente. Un simple paseo en la noche por cualquier zona de la ciudad, donde un banco, un portal o un puente sirven para pasar la noche, demuestra que no andan demasiado desencaminados. “La situación se ha agravado”, según Hidalgo.
Divididos en 350 equipos distribuidos por todos los distritos de la capital, los voluntarios parisinos, tras una breve instrucción, salieron a trazar, acompañados de profesionales, el mapa de la exclusión de la capital. El recuento en las zonas más peligrosas de la ciudad, así como en hospitales y estaciones de tren y metro quedó en manos de profesionales.
“Es una iniciativa interesante para conocer la ciudad, ver su realidad”, contaba a EL PAÍS Bahalddine Zliaa, un estudiante que se apuntó para efectuar el recuento en el centro de París. “Hay que luchar contra la invisibilidad de la gente en la calle”, remachaba Pierre Henry, director de la organización France Terre d’Asile. Para organizar la “noche solidaria”, altos responsables de la alcaldía capitalina viajaron a Nueva York, ciudad pionera en este tipo de acciones que también se celebran de manera regular en urbes europeas como Bruselas, Barcelona o, más recientemente, Atenas.
La Alcaldía reveló este miércoles datos preliminares. En la noche del jueves pasado, los voluntarios y los profesionales contaron un total de 2.952 personas sin techo. A las que hay que añadir, explicó el primer teniente de alcalde, Bruno Julliard, las 672 personas albergadas en el programa “gran frío” que se despliega en picos de bajas temperaturas y las otras 1.500 acogidas al programa de albergue de invierno. Es decir, que en realidad son casi 5.000 las personas que carecen de un techo regular para vivir en una de las capitales del mundo.
Le 15 février, 2952 sans-abris ont été rencontrés dans les rues de #Paris lors de la #NuitdelaSolidarité. Il faut y ajouter les 672 personnes hébergées ds le cadre du plan Grand froid... et les 1500 hébergées avec le plan hiver. Un diagnostic partagé pour agir, ensemble. pic.twitter.com/rkTDoDESBZ
— Bruno Julliard (@BrunoJulliard) February 21, 2018
Habrá que esperar hasta el 20 de marzo para tener cifras más precisas y comenzar las reuniones para buscar propuestas y soluciones. Porque, en cualquier caso, los datos preliminares constituyen ya “un diagnóstico para actuar”, concluyó Julliard. Nadie cuenta con que la situación mejore de inmediato. Pliez dice que se daría por satisfecho si, de aquí a unos años, “al tomar el metro en la noche se vea cada vez a menos personas durmiendo en el suelo”.
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