_
_
_
_

Una Intifada en las redes sociales

El vídeo de una chica palestina que se enfrenta a soldados israelíes y la imagen de un paralítico abatido en Gaza cobran fuerza viral tras la decisión de Trump sobre Jerusalén

Juan Carlos Sanz

A la palestina Ahed Tamimi, de 16 años, la despertó de madrugada este martes la policía de fronteras de Israel. Los agentes acudieron a detenerla a Nabi Saleh, cerca de Ramala, acusada de haber utilizado “violencia física” cuatro días antes contra dos soldados a la puerta de su casa. Con una kufiya al cuello y la melena pelirroja al aire, Ahed se entregó sin resistencia. ¿Por qué no había sido detenida en el acto por los militares, durante la jornada de la ira convocada en respuesta la declaración de Donald Trump sobre Jerusalén?

Las protestas del viernes se saldaron con cuatro palestinos muertos y 150 heridos, y tuvieron su foco en la frontera de Gaza y los puestos de control israelíes en Cisjordania. La relativamente baja intensidad de la revuelta popular ante el pronunciamiento del presidente de Estados Unidos se está viendo desbordada, sin embargo, por el torrente de imágenes de la violencia en las redes sociales. Un vídeo que muestra cómo la adolescente de Nabi Saleh golpea a dos soldados armados junto a otra chica y una mujer palestina se tornó viral el lunes. Se observa también que ambos militares asisten casi impasibles a los empujones e insultos. La difusión de la grabación ha levantado ampollas en los sectores nacionalistas israelíes, que defienden a ultranza la ocupación de territorios palestinos.

El Ejército de Israel asegura que intervino para evitar que se siguieran lanzando piedras desde el interior la casa de los Tamimi, un clan que cuenta con numerosos activistas en su seno. Las tropas desalojaron a sus moradores y montaron un retén para impedir que volvieran a acceder a la vivienda. “Un grupo de palestinos se dirigió a los soldados con el objetivo de provocarles”, reza el comunicado castrense citado por el diario Haaretz.

El padre de la muchacha, Bassem Tamimi, dio también su versión en Facebook. “Mi hija se encaró con un soldado porque le había disparado [una bala recubierta de goma] a su primo Mohamed en la cara”, relata, antes de acusar a los militares de haber golpeado su mujer y a sus hijos al registrar la casa, y de haberse apropiado de los teléfonos, las cámaras y los ordenadores de la familia.

La menor Ahed ya cobró notoriedad hace dos años cuando impidió junto con un grupo de mujeres y niños que un soldado israelí detuviera a su hermano pequeño —que llevaba un brazo inmovilizado en cabestrillo— acusado de lanzar piedras a las tropas. El pasado verano fue invitada a participar en Sudáfrica en unas charlas sobre la situación en Palestina.

El ministro de Educación y líder de movimiento político procolonos, Neftalí Bennett, ha reclamado que quienes atacan a los soldados “acaben sus vidas en prisión”. Bezalel Smotrich, uno de los diputados más radicales de Hogar Judío, su partido, advirtió de que Israel está pagando “un alto precio por su política de contención, ya que las grabaciones difundidas erosionan la capacidad de disuasión del Ejército”.

Tiroteado en una silla de ruedas

Thuraya, durante una protesta al este de Ciudad de Gaza contra la capitalidad de Jerusalén declarada por EE UU.
Thuraya, durante una protesta al este de Ciudad de Gaza contra la capitalidad de Jerusalén declarada por EE UU.MOHAMMED SALEM (REUTERS)

Otra de las imágenes que más repercusión ha tendido en la creciente Intifada de las redes sociales ha sido la de la muerte del palestino Ibrahim Abu Thuraya, de 29 años, ocurrida en los enfrentamientos en la frontera de Gaza durante las protestas del último viernes de la ira. Este joven perdió ambas piernas en un bombardeo israelí sobre la Franja en 2009, durante la llamada Operación Plomo Fundido. Abu Thuraya había acudido en silla de ruedas a una manifestación ante la valla fronteriza de Shujaiya, al este del enclave. Testigos en la concentración aseguraron que falleció de un tiro en la cabeza disparado por un francotirador israelí mientras ondeaba una bandera palestina.

El Ejército de Israel difundió el lunes un informe interno sobre la muerte del manifestante palestino. En él se señala que estaba participando en una violenta protesta en la que se arrojaron piedras y explosivos contra las tropas. El mismo informe destaca que los soldados utilizaron material antidisturbios para dispersar a los manifestantes hasta que finalmente “se dispararon unas pocas balas (munición real) contra los cabecillas de la marcha por orden del comandante de la fuerza sobre el terreno”.

El Ejército excluye que se produjera “un fallo ético o profesional” y asegura que ninguno de los disparos efectuados iba dirigido contra Abu Thuraya. También subraya que se ha solicitado a los responsables palestinos “detalles precisos” sobre las heridas que sufrió, sin haber obtenido respuesta. “En ausencia de esta información, no se puede descartar la posibilidad de que Abu Thuraya muriese a causa de disparos del arma de un manifestante”, concluye el informe militar israelí.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Zeid Raad Al Hussein, ha afirmado este lunes en Ginebra que, según la información recabada por el personal de la ONU en Gaza, “la fuerza utilizada contra Abu Thuraya fue excesiva”. “No hay nada que pueda indicar que la víctima representara una amenaza inminente cuando fue abatida”, precisa el responsable de Naciones Unidas.

“A la vista de su grave incapacidad física, que era claramente visible para aquellos que le dispararon, su incomprensible muerte es un acto chocante y gratuito”, concluye el alto comisionado, que ha apelado a Israel a “abrir inmediatamente una investigación independiente e imparcial sobre este incidente, ya que la investigación interna del Ejército no es suficiente”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_