El caso de la muerte de un joven palestino que llevaba un chaleco con cables sospechoso

La protesta contra la decisión del presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y de trasladar la Embajada de EE UU desde Tel Aviv ha ensangrentado este viernes Gaza y Cisjordania. Tres palestinos perdieron la vida y más de 150 resultaron heridos, decenas de ellos de bala, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes. Una cuarta muerte cobra especial relevancia al entrar en escena un supuesto chaleco cargado con explosivos que apunta a un intento de atentado suicida, un hecho inusual en el conflicto palestino-israelí desde el final de la Segunda Intifada (2000-2005).

Se trata de un joven acusado de haber acuchillado a un agente de la policía de fronteras israelí (militarizada) en el puesto de control de Beit El, en las afueras de Ramala (Cisjordania). Las imágenes tomadas por los fotógrafos de las agencias internacionales y un vídeo de un canal árabe de televisión permiten reconstruir parcialmente el caso.

El más preciso en su relato es el veterano fotoperiodista de Reuters Goran Tomasevic, que ha cubierto decenas de conflictos en las dos últimas décadas. “En Beit El, un grupo de policías israelíes había hecho retroceder a centenares de palestinos que arrojaban piedras y estaban quemando neumáticos”, detalla Tomasevic en una información distribuida por su agencia. “De repente, la policía disparó a un palestino que aparentemente había surgido, desde una lugar oculto en una rotonda, cerca de la patrulla israelí”.

“Por instinto, empecé a tomar fotos mientras intentaba apartarme de la línea de tiro. Cuando cayó abatido, vi que llevaba un cuchillo y portaba lo que parecía un chaleco bomba”, concluye su relato el galardonado fotoperiodista serbio.

La agencia France Presse, que identifica al atacante como Mohamed Aqal, de 29 años, informa de que fue trasladado después a un hospital palestino, donde falleció a causa de las heridas sufridas por varios disparos. Las imágenes tomadas por los fotógrafos de la agencia francesa también muestran que el palestino llevaba un supuesto chaleco con explosivos bajo su ropa de abrigo. Se observan claramente varios paquetes rectangulares sujetos con cinta adhesiva a cables eléctricos.

El portavoz de la policía de Israel, Mike Rosenfeld, precisó que el palestino abatido en las afueras de Ramala había acuchillado antes un agente de fronteras en el tórax, causándole heridas por las que tuvo que ser hospitalizado. Rosenfeld aseguró que se está investigando si “el sospechoso portaba un artefacto explosivo real o falso”, así como si “iba vestido como un periodista” para poder acercarse a los agentes. En las imágenes difundidas no se observa que llevara una credencial de prensa o un peto identificativo.

Un vídeo difundido en la web por el canal árabe Al Hayat y reproducido por la agencia privada de noticias palestina Maan y el diario israelí Haartez muestra que un palestino, identificado como Mohamed Amín Aqal al Adam, se encara con varios agentes y esgrime un cuchillo antes de recibir varios disparos y caer al suelo malherido. Luego se aproximan a la escena ambulancias de la Media Luna Roja palestina. Los sanitarios que se acercan para atenderlo retroceden al mismo tiempo que la patrulla policial, que llega por el lado contrario, cuando el joven se gira con el abrigo abierto.

Se escuchan de nuevo disparos mientras la cámara deja de enfocar la escena. Poco después, el palestino herido es evacuado al Complejo Médico de Ramala en estado crítico. Ninguna fuente independiente había podido confirmar en la noche del viernes si el chaleco de paquetes y cables que portaba el joven que falleció en ese hospital era el de un terrorista suicida.

La explosión de una bomba en un autobús registrada en Jerusalén en abril de 2016 fue el último atentado atribuido a un suicida. El atacante, un palestino de Belén, murió, y una veintena de pasajeros del vehículo resultaron heridos. Desde 2012 no se había producido otro atentado similar, en esa ocasión contra un autocar en Tel Aviv y con un saldo de diez heridos. En 2011, una explosión en un autobús causó un muerto y 40 heridos en Jerusalén. Durante la Segunda Intifada fueron habituales los atentados suicidas, especialmente contra vehículos de transporte público. Solo en 2002 hubo 54 casos, con un resultado de 189 muertos.