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Macron pide a Netanyahu que congele la construcción de nuevos asentamientos

El presidente francés afirma ante el primer ministro israelí que el reconocimiento de Trump de la capitalidad de Jerusalén es "peligroso" para la paz

Macron (izquierda) estrecha la mano a Netanyahu, a su llegada al Elíseo.
Macron (izquierda) estrecha la mano a Netanyahu, a su llegada al Elíseo. LUDOVIC MARIN (AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este domingo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “gestos valientes hacia los palestinos”. Entre estos gestos, citó la congelación de la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania. “Le he dicho: ‘Da una oportunidad a la paz’”, añadió. Tras un almuerzo en el Palacio del Elíseo, primera etapa de una gira de Netanyahu por Europa, ambos abordaron las consecuencias del reconocimiento, por parte de Estados Unidos, de Jerusalén como capital de Israel. El francés dijo que este reconocimiento era “contrario al derecho internacional y peligroso para la paz”. Subrayó que no lo condena sino que “lo desaprueba”. “No me parece que ayude, a corto plazo, la causa de la seguridad, incluida la de Israel y los israelíes”, añadió.

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El israelí defendió la capitalidad de Jerusalén. “París es la capital de Francia, Jerusalén es la capital de Israel, lo ha sido desde hace tres mil años, y la del Estado israelí desde setenta años”, dijo. “En cuanto los palestinos acepten esta realidad podremos avanzar hacia la paz. De ahí el carácter histórico del anuncio del presidente [Donald] Trump, y tan importante para la paz”.

Macron era el primer líder europeo en recibir a Netanyahu tras el anuncio de Trump, sobre Jerusalén, y aunque la reunión llevaba tiempo programada, la decisión de Trump acabo dominando parte de la reunión. El lunes debe reunirse con los responsables de la Unión Europea en Bruselas.

Macron transmitió a Trump el 4 de diciembre, en una conversación telefónica, su preocupación sobre la decisión que se aprestaba a adoptar sobre la capitalidad de Jerusalén. El presidente francés le recordó que “la cuestión de estatuto de Jerusalén debe ser resuelta en el marco de unas negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, con el objetivo, en particular, de establecer dos estados, Israel y Palestina, que vivan lado a lado y en seguridad, con Jerusalén como capital”.

El deseo de una solución con dos estados y la necesidad, para lograrlo, de no tomar partido en la cuestión del estatuto de Jerusalén, es casi calcada de la línea de Administraciones estadounidenses anteriores. En este y otros asuntos de Próximo Oriente, el presidente francés, en el cargo desde el pasado mayo, intenta establecerse como un actor central, un mediador en el que puedan confiar las distintas facciones. El repliegue de EE UU con Trump, o la toma demasiado obvia de partido, deja espacio a otras potencias, y Francia quiere influir.

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Macron lo intentó en la crisis del Líbano tras la confusa dimisión del primer ministro Saad Hariri. Y cree que puede ser un puente con Irán, país al que ha prometido viajar. Tras la reunión con Netanyahu en París, anunció una visita a Israel en 2018.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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