_
_
_
_

Repudio global a EE UU en la ONU por su reconocimiento de Jerusalén

Washington se queda solo en el Consejo de Seguridad extraordinario. El resto de países alertan de que su anuncio viola las resoluciones de Naciones Unidas y puede incendiar Oriente Próximo

La embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley.Vídeo: BRENDAN MCDERMID (REUTERS) / epv
J. M. AHRENS

Donald Trump está cada día más solo. Su explosiva decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar ahí su embajada, sometió hoy a una insólita humillación a Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ningún país salió en defensa de Washington y prácticamente todos le alertaron de que su anuncio vulneraba las resoluciones de Naciones Unidas y amenazaba con incendiar Oriente Próximo. “Cualquier decisión unilateral menoscaba los esfuerzos para la paz. Y tengo que decirlo, estoy preocupado por el riesgo de una escalada violenta”, afirmó el representante de Naciones Unidas en el proceso de paz, Nicolái Mladenov, haciendo suyas las quejas del resto de representantes.

Fue un inusual varapalo diplomático. Todos dieron la espalda a Trump. Y Washington respondió sin alzar la voz, evitando azuzar el incendio que su propio presidente ha prendido. Hasta la enérgica embajadora ante la ONU, Nikki Haley, conocida por sus furiosos ataques a Corea del Norte, adoptó un tono moderado y enfatizó, al igual que Trump el miércoles pasado, que la decisión no afecta al estatuto final de Jerusalén ni a las negociaciones de paz.

“No es un revés para el proceso, mi país mantiene su compromiso de apoyarlo. Tener la embajada donde está la capital es solo una decisión de sentido común. Estados Unidos fue el primero en reconocer a Israel y ahora es el primero en aceptar su capital. Hemos admitido lo obvio”, se justificó Haley.

Sus palabras mostraban el deseo de la diplomacia estadounidense de rebajar la declaración de capitalidad a un gesto sin excesivas consecuencias prácticas, que ni siquiera supondrá una mudanza inmediata de la legación. Un intento vano en una tierra milenaria, sagrada para tres culturas, donde el anuncio de Trump se ha entendido como un símbolo del rechazo a otros símbolos.

“Jerusalén es el corazón de Palestina, el tercer lugar sagrado para los musulmanes, y lo que ustedes han hecho es ilegal e irresponsable, sólo han buscado complacer a la potencia ocupante”, dijo el observador palestino ante la ONU.

En este clima de rechazo, la filigrana de la embajadora no logró evitarle el bochorno ni siquiera entre sus tradicionales aliados. "El Reino Unido no piensa mover su embajada. Todo paso en el conflicto tiene que hacerse con acuerdo de las partes y encaminado a la creación de dos Estados”, afirmó el embajador británico.

Todos los intervinientes, excepto el ucranio, que se limitó a leer un aséptico comunicado de 30 segundos, fueron fieles a los enunciados de Naciones Unidas en el conflicto. “Jerusalén es un cuerpo separado cuyo estatuto solo puede resolverse por acuerdo internacional. Por ello una resolución de la ONU exige la retirada de todas las embajadas de la ciudad”, detalló el legado sueco.  “EEUU tiene que precisar cómo se ajusta su declaración a las resoluciones de la ONU sobre Jerusalén. Estamos realmente preocupados por el riesgo de que aumenten las tensiones”, clamó el francés, reiterando una pauta que ni China ni Rusia rompieron. La soledad de Washington, fraguada en los últimos meses con golpes como la salida del pacto contra el cambio climático, fue más patente que nunca.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

J. M. AHRENS
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_