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Valenciano: “La coordinación europea contra el terrorismo es deficiente”

La vicepresidenta de la comisión especial antiterrorista de la Eurocámara cree que la UE es vulnerable

Álvaro Sánchez

El Parlamento Europeo ha creado recientemente la comisión especial antiterrorista (TERR), una nueva estructura para hacer frente a la amenaza yihadista. Al frente, dos mujeres, la eurodiputada liberal francesa Nathalie Griesbeck, y la socialista española Elena Valenciano como su segunda de a bordo. 30 parlamentarios forman parte del grupo, entre ellos los españoles Agustín Díaz de Mera (PP), Maite Pagazaurtundúa (UPyD) y Javier Couso (IU). A la espera de que hagan públicos sus análisis, para lo que cuentan con un mandato de un año prorrogable, Valenciano abre las puertas de su despacho para abordar su labor. Cree que la mejora de la coordinación sigue siendo la gran asignatura pendiente para la UE.

Pregunta. ¿Por qué era necesario crear esta comisión?

Respuesta. Ya había muchas comisiones del Parlamento trabajando en el asunto del terrorismo, pero la idea de crear una comisión especial es poner a especialistas de variados orígenes nacionales y parlamentarios a trabajar en la misma dirección. ¿Cómo no va a haber una comisión especial de terrorismo en el Parlamento Europeo si la seguridad es una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos?

P. ¿Cuáles serán sus prioridades?

R. Dar seguridad a los ciudadanos debe ser su principal tarea. También evaluar si estamos haciendo las cosas bien y hacer propuestas sobre cómo mejorar la eficacia en la lucha contra el terrorismo, que es inmensa porque no solo afecta a la seguridad, también a los procesos de radicalización en Europa, la ciberseguridad... Hay que adaptar todo nuestro sistema de inteligencia y de seguridad a este fenómeno.

P. ¿Qué podemos esperar de esta comisión?

Tenemos que controlar a las personas que retornan [de hacer la yihad]. Algunos lo hacen arrepentidos y sus testimonios son muy importantes Elena Valenciano

R. Los ciudadanos europeos pueden estar seguros de que haremos un análisis exhaustivo de los instrumentos que tenemos para luchar contra el terrorismo, para ver si son suficientes y eficientes. Vamos a presionar a los Estados para que la cooperación entre servicios de inteligencia sea cada vez mayor, y vamos a hacer propuestas para mejorar su eficacia. Queremos escuchar a los ciudadanos porque la lucha contra el terrorismo no solo debe ser de expertos o políticos, debe ser de toda la sociedad como bien sabemos en España. Contra el terrorismo de ETA acabó la ciudadanía española. Y ahora lo que necesitamos es el compromiso de la sociedad europea.

P. ¿Qué puede hacer la UE que no esté haciendo ya para luchar contra el terrorismo?

R. Muchas cosas. Pero lo más importante es saber que la lucha contra el terrorismo tiene que ser dinámica. Las decisiones tienen que adaptarse a su forma de actuar. Partir de una base más solida de cooperación entre Estados miembros, que en eso hay dificultades todavía.

P. ¿Hay buena coordinación?

R. Hay una deficiente coordinación. Los Estados miembros son bastante nuevos en la lucha contra el terrorismo yihadista, y en la política de información, los servicios de inteligencia, y la propia coordinación policial o de fronteras quedan muchos agujeros por cubrir.

P. ¿Temen que la derrota del Estado Islámico provoque la proliferación de lobos solitarios retornados?

R. La derrota del Estado Islámico es una excelente noticia. Pero tenemos que controlar a las personas que retornan. Algunos lo hacen arrepentidos y sus testimonios son muy importantes. Que puedan hablar y se oiga lo que han vivido. Y luego hay que mantener un control sobre los que aún mantienen su espada en alto.

P. España llevaba hasta este verano más de una década sin sufrir un atentado. ¿Volvemos a sentirnos frágiles tras el ataque de Barcelona?

R. Todos deberíamos sentirnos frágiles. Hay que encontrar un equilibrio entre que la gente sea consciente de nuestra fragilidad y no generar alarma. Somos frágiles porque somos un objetivo. La civilización europea en su conjunto lo es. Se trata de mantener un alto grado de seguridad sin dejar de vivir como nos gusta. Es un equilibrio difícil de mantener pero en el que hay que invertir. Somos vulnerables. No se puede mentir sobre eso. El trabajo tiene que ser más eficaz para que seamos menos vulnerables.

P. ¿Hay demasiada alarma en torno al terrorismo dado que su número de víctimas es muy inferior al de otros fenómenos cotidianos como los accidentes de tráfico?

Todos deberíamos sentirnos frágiles porque somos un objetivo. La civilización europea en su conjunto lo es

Elena Valenciano

R. Primero hay que decir que el número de víctimas es altísimo fuera de la UE. Principalmente en los países musulmanes. El fenómeno del terrorismo tiene el terrible efecto de generar miedo. Algo tan habitual como coger tu coche o un avión en principio no genera miedo, mientras que salir con tus hijos a pasear por la calle y que alguien estalle delante de ti genera mucho más miedo que víctimas. El círculo de víctimas del miedo es mucho mayor. Genera un espacio de terror enorme.

P. ¿Eso favorece el populismo?

R. El miedo siempre ha sido un gran instrumento en manos del populismo. Crear la sensación de inseguridad en la gente también. Y prometer paraísos inexistentes. Ante eso, lo mejor que podemos hacer es atenernos a las leyes y sistemas de seguridad y trabajar contra la radicalización de muchos jóvenes que tienen que encontrar un motivo para vivir distinto de la épica terrorista.

P. Otra gran preocupación es la falta de acceso de los servicios de Inteligencia a los datos encriptados en sitios como WhatsApp.

R. Tenemos que encontrar la manera de controlar esa información sin acabar con el sistema de libertades [individuales] en Europa. Esa es la dificultad. No queremos vulnerar un sistema de valores en el que creemos y con el que quieren acabar los terroristas. Ese equilibrio entre seguridad y no agredir los derechos fundamentales es difícil de encontrar.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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