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Un superdonante de semen con más de 100 hijos asombra a Holanda

La falta de un registro nacional ha permitido a un varón acudir a 11 centros de fertilidad en lugar de uno solo, como impone la ley

Isabel Ferrer
Espermatozoides a vista de microscopio.
Espermatozoides a vista de microscopio.Getty

Un solo donante de semen holandés que ha recorrido impunemente 11 centros de fertilidad del país es el padre confirmado de al menos 102 niños. Otro decidió repartir sus donaciones entre dos clínicas y también atesora una abultada prole. Entre los dos, que presumiblemente operaron a su vez fuera del circuito sanitario legal sumando una cifra desorbitada de descendientes, han reabierto el debate sobre la necesidad de crear un registro nacional de donantes que evite estos fraudes.

Según la ley holandesa, los donantes anónimos de semen solo pueden ofrecer sus servicios 25 veces en una misma clínica con un pago por donación de 25 euros. El objetivo es evitar los problemas de consanguinidad que acarrearía el posible encuentro en la vida adulta de los hijos resultantes. La norma es clara, pero presenta una laguna legal: no hay un registro donantes, por lo que los especialistas han pedido al Gobierno que establezca por fin el fichero oficial.

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El súper donante, que prefiere mantener el anonimato, ha declarado al rotativo Algemeen Dagblad que lo hizo durante una década, y que las distintas clínicas no solían preguntarle si había visitado antes otra. Si lo hacían, él decía que no, y añade que deberían estarle agradecidos. “Si tu muestra pasa las pruebas de idoneidad están encantados. Y mi semen era aceptado de inmediato. Además, con las donaciones también se enreda. Sé que uno de los bancos de esperma utilizó el mío en 35 ocasiones, en lugar de las 25 permitidas”, ha añadido.

También asegura que “no quería tener el mayor número posible de hijos; era para hacer feliz a la gente”. Del segundo donante se sabe que acudió a cuatro lugares y su pareja de hijos está con parejas a las que conoció a través de Internet. De todos modos, como los dos han operado en las redes sociales, es probable que su prole sea incluso más amplia.

La Asociación Nacional de Ginecólogos, que ha pedido que dejen de usarse las muestras de ambos, fue alertada por un grupo de madres solteras que se quedaron embarazadas fuera de los canales oficiales. Ellas no explicaron cómo habían descubierto el fraude, pero “dijeron que los dos hombres habían tenido decenas de hijos”, según los médicos. La Inspección del ministerio de Sanidad ha abierto una investigación, y la pregunta que todo el mundo se hace es por qué no se abre de una vez un registro nacional para que las clínica crucen sus datos y puedan evitarse paternidades múltiples.

Hace cuatro años, el Consejo de Sanidad sugirió la apertura de dicho servicio, pero la situación sigue encallada. Si bien la actual ministra en funciones de Sanidad, Edith Schippers es partidaria de crearlo, Holanda aún no ha conseguido formar un Gobierno desde las pasadas elecciones de marzo.

El médico que inseminó en secreto a decenas de mujeres

Las donaciones de semen dejaron de ser anónimas en 2004, y la política ha pedido a los que lo hicieron antes que desvelen su identidad. “Para los hijos es terrible no saber quién es su padre”, asegura. El nuevo escándalo se suma a las actividades de Jan Karbaat, un médico de Róterdam ya fallecido, que inseminó en secreto con su semen a decenas de mujeres en su propia clínica.

El caso ha llegado a los tribunales, y un grupo de 25 supuestos hijos consiguió que los jueces les permitieran recoger muestras de ADN de su presunto progenitor. Las cotejarán con las suyas. Otros 18 jóvenes saben ya que son hermanos, y todas sus madres eran pacientes de Karbaat. Padre legal de 22 hijos, él pudo tener hasta un centenar más de forma ilegal.

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