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Clinton recuerda el ‘impeachment’ de Nixon para atacar a Trump

La excandidata demócrata regresa a la universidad donde se graduó hace 48 años y reivindica la resistencia ciudadana a las políticas del republicano

Hillary Clinton estrenó este viernes su trabajo oficial en la "Resistencia" ciudadana contra Donald Trump. La excandidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos ofreció su discurso más político desde la derrota electoral en la Universidad de Wellesley, donde se graduó hace 48 años. Clinton no mencionó al presidente por su nombre, pero dejó claro con cuatro brochazos que este no es precisamente el momento en el que dejará de defender los valores por los que ha trabajado durante toda su carrera.

“Habréis oído por ahí que las cosas no me salieron como había planeado, pero estoy bien”, dijo la exsecretaria de Estado al poco de subir al escenario, donde fue recibida con un “bienvenida a casa”. Clinton fue la primera estudiante de Wellesley en dar un discurso de graduación en 1969 y este viernes, casi cinco décadas después, dibujó varios paralelismos entre la situación política de entonces y la actual. “Mis amigos me pidieron entonces que hablara de lo que nos preocupaba y nuestra responsabilidad para cambiarlo”.

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Clinton habló de una generación de mujeres —la de finales de los años 60 y la de ahora— que “no confiaba en el gobierno ni en la mayoría de los líderes”, en un contexto de profunda desigualdad en los derechos civiles de las minorías y los ataques a los más pobres. “Pero también estábamos furiosas por haber perdido las últimas elecciones ante un hombre cuya presidencia acabaría en una moción de censura por obstrucción a la justicia”.

Sin nombrar a ninguno de los dos, Clinton trazó un paralelismo entre Richard Nixon y Donald Trump y se ganó la primera ovación de la mañana. “Y todo eso después de despedir a la persona que le investigaba”, añadió, en referencia a la decisión de Trump de prescindir de James Comey, director del FBI y responsable de las pesquisas sobre la trama rusa para favorecerle en las elecciones.

Las referencias no se detuvieron ahí. Clinton recordó que “lo superamos”, en referencia al escándalo Watergate que forzó la dimisión de Nixon y que la presión ciudadana sirvió para “cambiar leyes y cambiar la oleada de intolerancia a favor de la inclusión”. La alumna más conocida de Wellesley recordó que ese cambio llegó gracias a “ciudadanos que insistieron en la verdad” y pidió a las graduadas que no dejen que nadie les diga que su voz no importa.

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“En internet y en persona, siempre habrá quien está dispuesto a deciros que no tenéis nada que aportar, habrá una avalancha de trolls”, afirmó. “Algunos hasta os dirán que sois una mujer asquerosa”, añadió recordando el insulto que pronunció Trump contra ella en pleno debate electoral. “He aprendido que lo peor que se le puede decir a una graduada de esta universidad es que se siente y se calle”.

Clinton recordó en su discurso, mucho más político de lo que acostumbran a hacer los oradores en estas ceremonias, el momento especial que atraviesa la actualidad estadounidense. Repasó desde la insistencia de la Administración Trump en “hechos alternativos” para disputar la verdad hasta las burbujas de opinión en las redes sociales, donde los usuarios no se cruzan con perspectivas distintas a las suyas.

“Os preguntaréis por qué hablo de esto si ninguna sois legisladoras, responsables del algoritmo de Facebook ni dueñas de un canal de televisión...” dijo la demócrata, “todavía”. Clinton atacó el presupuesto “inestimablemente cruel” que han defendido por los republicanos, sus medidas antiinmigrantes y sus declaraciones contra las minorías raciales y religiosas para instar a las estudiantes a pelear por sus valores. “Cuando los poderosos se inventan los hechos y atacan a quienes los cuestionan, puede marcar el principio del fin de una sociedad libre. No es una exageración, es lo que hemos visto hacer a los regímenes totalitarios”.

La excandidata presidencial reiteró que ha fundado la organización Onward para impulsar las carreras “de todos los que quieran dejar su marca” porque “este trabajo nunca se acaba” y confesó qué es lo que ha hecho que mantenga la esperanza después de caer en las últimas elecciones. “Todos los que me habéis dicho que mi derrota no os ha derrotado a vosotros”.

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