_
_
_
_

El rey de Bélgica regala 200 euros a 769 ciudadanos

La Casa Real ha donado 154.000 euros entre aquellos que enviaron cartas pidiendo una ayuda económica

Álvaro Sánchez
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación.
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación.DIRK WAEM (AFP)

La generosidad real está en máximos históricos en Bélgica. El rey Felipe concedió el pasado año ayudas de 200 euros a 769 ciudadanos con problemas financieros que escribieron una carta explicando su precaria situación, más que nunca antes. En total suman 154.000 euros que salen de los fondos de una fundación creada en los años sesenta por la ya fallecida reina Fabiola para apoyar a los más desfavorecidos a partir de los regalos que recibió con motivo de su matrimonio con el rey Balduino. La selección de los que reciben la donación no se deja al azar: los servicios sociales investigan las solicitudes que les remiten desde Palacio para comprobar que realmente la necesidad existe y no se trata de un intento de engrosar la cuenta corriente aprovechando el altruismo de su Majestad.

Más información
Rey Felipe: “La riqueza de Bélgica es que hace de nuestra diversidad una fuerza”
Un juez llama a declarar al rey Alberto II sobre su supuesta hija ilegítima

Cada año el buzón de la Casa Real recibe multitud de cartas en las que se detallan problemas económicos y piden al monarca ayuda para afrontar gastos tan básicos como la atención médica, el alojamiento, la matrícula del colegio o el pago de la calefacción. En los últimos años la cifra de misivas en busca de la caridad real se ha estabilizado en torno a las 11.000 cartas después de un espectacular aumento en los años más cruentos de la crisis, pero tras la criba, menos del 10% de solicitantes acaba con el cheque en sus manos. El resto no recibe dinero pero quedan en el radar de los servicios sociales.

El crecimiento de las ayudas después de dos años a la baja no solo se debe a una mayor sensibilización con las dificultades de sus conciudadanos. La propia Casa Real belga ha indicado que las cartas que se recibieron en diciembre de 2015 no pudieron tramitarse hasta el pasado año, lo que explica en parte que la cifra sea mayor que en otros ejercicios. Un repaso por la evolución de la ayuda muestra como en 2006 fueron 242 las familias beneficiarias, 450 en 2010, 650 en 2012 y 2013 —el primero en que reinó Felipe tras la abdicación de su padre, Alberto II—, hasta el pico de las 769 de 2016.

Aunque según su equipo, el rey lee algunas de las cartas personalmente para tomar el pulso de lo que sucede en la calle, dada su cargada agenda es la secretaría de la Casa Real la que se encarga de abrir el aluvión de correspondencia que recibe. Cada mañana, los servicios de seguridad comprueban que no escondan ninguna amenaza antes de que sean clasificadas. La familiaridad con que los belgas tratan al monarca es palpable en los dibujos que le regalan los niños, las flores que recibe y en un dato: cada año llegan a su nombre y al de su familia en torno a 50.000 correos de ciudadanos —una media de 137 diarios— de los que solo los citados 11.000 contienen peticiones de ayuda económica. El resto escribe para contarle algún suceso personal como un divorcio delicado, mencionar un cumpleaños o denunciar algún abuso.

El rey no responde personalmente a los que le escriben y delega esa función en otros, lo que en ocasiones provoca la frustración y el enfado de los que se dirigen a él como a un confidente. Pero a veces las cartas logran su objetivo: Alberto II, padre del actual rey, llegó a hablar con ministros para solucionar problemas que le parecieron especialmente graves. En su web, la Casa Real indica claramente dónde remitir el correo y aunque se aceptan todas las cartas, concreta el trato correcto con el que deben dirigirse a su interlocutor: "A su Majestad el Rey / Su Majestad la Reina / Sus Majestades el Rey y la Reina". Para muchos de sus compatriotas, esa fórmula es solo el protocolo que antecede a un relato cargado de angustia del que no esperan más recompensa que los preciados 200 euros.

Una monarquía de 35 millones al año

El coste de la Casa Real belga para las arcas públicas superará este año los 35 millones de euros, de los que gran parte se empleará en la seguridad de sus miembros. El presupuesto asignado al rey Felipe es de 11,8 millones 193.000 euros más que en el ejercicio anterior. La mayor parte lo emplea en pagar al personal, y la cantidad solo empezó a estar sujeta al pago de impuestos desde 2013. La monarquía británica es la más cara de Europa, mientras que el presupuesto de la Casa del Rey en España es de 7,7 millones de euros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_