“Trump es un barbaján, hostil a los mexicanos”
El patriarca de la izquierda pide recuperar el prestigio internacional de México y que las fuerzas progresistas vuelvan a ocuparse del ciudadano
La historia de México corre por las venas de Cuauhtémoc Cárdenas. Es hijo del legendario general Lázaro Cárdenas, ha luchado tres veces por la presidencia y ahora mismo es considerado el último patriarca de la izquierda. Hace dos años, en plena vorágine de Iguala, abandonó la formación que había fundado, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tras enfrentarse a una cúpula que dio la espalda a la tragedia. Desde entonces, vive alejado del vértigo diario, aunque no de la política. Sin afán de protagonismo, lidera el proyecto Por México Hoy, con el que pretende movilizar a una sociedad indignada y cambiar la Constitución. Encaramado a esa atalaya, observa con distancia la descomposición de su antigua fuerza y propugna una vuelta de los partidos a la ciudadanía. Entre los suyos le llaman El Ingeniero. Tiene 82 años, el habla comedida y el gesto educado. Sólo Donald Trump rompe su calma. “Es un barbaján, hostil a los mexicanos” sentencia.
P. ¿Qué es ser de izquierdas en México?
R. Hay muchas izquierdas. Que cada quien haga su valoración. No hay un juez ni un patrón que decida quién es de izquierdas.
P. ¿Se ha alejado la izquierda de la ciudadanía?
R. No sólo la izquierda, los partidos en general no han trabajado lo suficientemente cerca de la gente.
P. El PRD, el partido que usted fundó y convirtió en una fuerza capaz de disputar la presidencia, está en crisis. ¿Qué le pasa?
R. Pesan demasiado los grupos internos y se toman decisiones en función de cuotas. Es un error. No se ha prestado atención a la base territorial y ni a la presencia entre la ciudadanía.
P. ¿Y la fractura del PRD no ha dañado a la izquierda?
R. No hay una razón por la cual todos deban estar a la fuerza metidos en un mismo partido. Del mismo modo que en España no todos deben estar en Izquierda Unida o en Podemos o en el PSOE.
P. ¿Teme el fin del PRD?
R. Todo depende de las decisiones que tomen. Si aciertan, se fortalecerán.
P. La decisión clave es si pacta con el PAN o con Andrés Manuel López Obrador para las presidenciales de 2018.
R. Si va con candidato ajeno, posiblemente desaparecerá.
P. ¿Es mejor que concurra solo?
R. No necesariamente. Puede ir en coalición, pero con un candidato que sea reconocido por el PRD.
P. ¿Entonces, ni Margarita Zavala (PAN) ni López Obrador?
R. No sé si serán candidatos.
P. ¿Qué opina de López Obrador?
R. Es un luchador, tenemos coincidencias y diferencias, pero lo respeto.
P. Sería un buen presidente?
R. No lo sé, debería conocer sus propuestas.
P. ¿Cómo sería su candidato ideal a la presidencia?
R. No me interesa la talla o el peso del candidato. Lo que quiero conocer son propuestas. Y no las veo.
P. ¿Qué piensa de Peña Nieto?
R. Vayamos a los resultados. Dos millones más de pobres, una economía que no crece lo suficiente, violencia desbordada, más concentración de riqueza, falta de un combate a fondo contra la corrupción…
P. ¿Ve al PRI en crisis?
R. Lo que veo en crisis es al sistema económico y político del país; este modelo nos lleva a más problemas, al descrédito. Y el PRI no se escapa de ello.
P. ¿Cuál es su receta para mejorar el modelo?
R. Una política de crecimiento económico e industrialización, con prioridad en la creación de empleo. Una verdadera reforma educativa, entendiendo que no es sólo un factor de justicia social sino también un motor económico. Y combatir la delincuencia mediante acciones directas y con medidas en educación, empleo, sanidad y juventud.
P. ¿No le falta altura a la política mexicana?
R. Sin duda, no hay proyecto de nación. El país, además, tenía una política internacional que fue reconocida y que se ha dejado de lado. Hay que recuperar nuestro sitio en el concierto mundial. Fuimos muchas veces líderes en América.
P. ¿Qué le pareció la visita de Trump a México?
R. Pues la de un barbaján. Alguien a quien se recibe con cordialidad y ceremonia y que a los cinco minutos despotrica con quien fue su anfitrión.
P. ¿Y qué cree que va a pasar con él?.
R. Ningún presidente llega pensando en qué va a hacer a favor de México. Pero él no será bueno, porque ha mostrado mucha hostilidad hacia los mexicanos. Aunque la realidad impone conductas.
P. ¿Ha pensado en volver a la política activa?
R. Estoy en la política activa, pero no seré candidato a ningún cargo de elección popular.
P. ¿Qué hizo bien y mal en su trayectoria?
R. Lo que hice mal no le sé decir; y lo que hice bien fue mantener la congruencia entre lo que he dicho y he hecho.
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