Jeremy Corbyn rechaza poner límites a la inmigración europea
El líder laborista afronta un debate interno sobre la respuesta del partido al impacto migratorio en Reino Unido
Jeremy Corbyn, el líder del laborismo, ha realizado una defensa de la inmigración en su discurso de clausura del Congreso anual del partido en Liverpool. No son los inmigrantes los que tiran para abajo de los sueldos, ni los que encarecen la vivienda, ni los que colapsan la sanidad pública. La culpa, ha dicho, es de los recortes del Gobierno conservador. Con el partido sumido en un proceso de reflexión, abierto tras la victoria del Brexit, sobre su fracaso a la hora de conectar con las preocupaciones del impacto cultural de la inmigración entre sus votantes, Corbyn ha prometido que el laborismo no entrará en el juego de las “falsas promesas” de los tories y no alimentará “las llamas del miedo”.
El fracaso del laborismo a la hora de convencer a sus bases para votar por la permanencia fue una de las claves de la victoria del Brexit en el referéndum de junio. La formación se enfrenta a una pérdida de votos en las regiones obreras del norte de Inglaterra, donde el populista mensaje antiinmigración del UKIP amenaza su histórica hegemonía. Una parte del Partido Laborista, incluidos algunos miembros del equipo de oposición de Corbyn, reclama abordar sin prejuicios el problema del impacto que la inmigración. Se trata de un delicado asunto que el laborismo tendió a obviar en la campaña del referéndum para no abrir más frentes en la guerra que, desde hace un año, enfrenta a simpatizantes y detractores del líder.
Pero hoy Corbyn -arropado por su contundente victoria el pasado sábado en la segunda batalla por el liderazgo que el partido ha celebrado en 12 meses- ha querido despejar dudas sobre la postura oficial. El Partido Laborista no defenderá la imposición de límites a la inmigración europea tras el Brexit. “Un Gobierno laborista no ofrecerá falsas promesas sobre inmigración como han hecho los tories”, ha dicho. “No sembraremos la división alimentando las llamas del miedo”.
El Partido Laborista, ha prometido Corbyn, reinstauraría el llamado “fondo para el impacto de la inmigración”. Se trata de un mecanismo destinado a invertir en las zonas donde el impacto de la inmigración afecta más a la calidad de los servicios públicos, que introdujo Gordon Brown en 2008 y eliminó David Cameron al llegar al poder dos años después.
Corbyn apenas ha mencionado el Brexit durante tres minutos de un discurso de más de hora y media. Lo ha hecho para despejar las dudas acerca de la postura oficial del partido, después de que el martes el Congreso aprobara una moción que dejaba la puerta abierta a la posibilidad de defender que el resultado de las negociaciones de ruptura con la UE tuviera que ser aprobada en otro referéndum. “Debemos respetar los votos y la decisión e los británicos”, ha zanjado el líder. “Eso no significa entregar un cheque en blanco a Theresa May y a sus tres brexiteros”, ha dicho, en referencia a los tres ministros –David Davis, Boris Johnson y Liam Fox- que liderarán el proceso de ruptura. “Nos resistiremos a un Brexit que se haga a costa de los derechos de los trabajadores y la justicia social”, ha añadido.
El líder ha llamado a la unidad del partido en torno al “socialismo del siglo XXI”. “Nuestro trabajo es llegar con nuestra visión a los no convencidos”, ha recordado. “Solo así podemos garantizar el Gobierno laborista que el país necesita. Y seamos francos, nadie se convencerá de la visión de un partido dividido”.
El laborismo ha duplicado su número de afiliados en el último año, es más grande que nunca y más grande que ningún otro partido político europeo, ha recordado Corbyn. Pero el tiempo apremia, ha añadido, antes de enumerar las citas electorales, regionales y locales, del año que viene. Y ha advertido de que, a pesar de que la primera ministra lo niegue, podría haber elecciones generales anticipadas el año que viene. “Pongo al partido sobre aviso”, ha concluido. “El laborismo se está preparando para unas elecciones generales en 2017”.
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